Deprecated: Methods with the same name as their class will not be constructors in a future version of PHP; GDLR_Import has a deprecated constructor in /var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/httpdocs/wp-content/plugins/goodlayers-importer/goodlayers-importer.php on line 28
Verdades manuscritas de Cervantes - Zenda
Warning: is_dir(): open_basedir restriction in effect. File(/usr/share/nginx/html/wp-content/plugins/wpdiscuz/themes/default) is not within the allowed path(s): (/var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/:/tmp/) in /var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/httpdocs/wp-content/plugins/wpdiscuz/forms/wpdFormAttr/Form.php on line 157

Verdades manuscritas de Cervantes

El Quijote es un libro regocijante, concebido como una cadena de episodios protagonizados por una pareja de personajes camineros, de imagen inconfundible, hablar sabroso y suerte desventurada. Humor melancólico el de Cervantes, pues casi todas las peripecias del hidalgo desmañado y de su bonachón escudero Sancho derivan en auténticos gags en los que la pareja...

El Quijote es un libro regocijante, concebido como una cadena de episodios protagonizados por una pareja de personajes camineros, de imagen inconfundible, hablar sabroso y suerte desventurada. Humor melancólico el de Cervantes, pues casi todas las peripecias del hidalgo desmañado y de su bonachón escudero Sancho derivan en auténticos gags en los que la pareja protagonista resulta burlada, apedreada, manteada, apaleada, perseguida, y siempre ridiculizada. Y sin embargo, tanto uno –el gordo–, como el otro –el flaco–, acaban por fijarse en la memoria de los lectores como figuras nobles, profundamente humanas, llenas de sabiduría libresca y popular a la vez. Inolvidables.

En el año del cuarto centenario luctuoso del príncipe de las letras españolas, hemos presentado en la Real Academia Española los Autógrafos de Miguel de Cervantes Saavedra, obra magníficamente editada, que presenta los manuscritos auténticos, en escritura humanística bastarda, salidos de la pluma del autor.

Bien es cierto que el corpus recopilado y estudiado es sucinto: doce piezas, de las cuales tan solo ocho resultan totalmente autógrafas. Otras lo son de modo parcial, o exclusivamente por la firma.  Y todas, posteriores a la etapa juvenil de don Miguel.

Cierto también que el contenido de estos escritos no es especialmente noticioso, y apenas si nos permite entrar en los entresijos vitales o literarios de Cervantes. Pero quisiera ver al trasluz de estos documentos el dibujo de una trayectoria excepcional, la de un hombre que conoció “la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros” ‒en sus propias palabras para referirse a la batalla de Lepanto‒, pero al que acompañó tenazmente también el fracaso y que al fin de sus días, después de haberse desgastado en afanes indignos de su talento, dio a luz una obra genial.

El primer documento es una carta dirigida en febrero de 1582 a don Antonio de Eraso, secretario del Consejo de Indias de Lisboa, en la que Cervantes confiesa la decepción que le ha supuesto no ver atendida su solicitud de un puesto en la Administración de las Indias. Mantiene la esperanza de que por una próxima “carabela de aviso”  llegue una vacante, y entretanto se ocupa en escribir su novela pastoril La Galatea, que por su género no dejaba de ser ya entonces una antigualla literaria.

Siguen diez documentos que nos hablan de las fatigas, de los sinsabores e, incluso, de las miserias que, entre 1588 y 1591, Miguel de Cervantes hubo de sufrir por tierras andaluzas como comisario real para el aprovisionamiento de las galeras de Su Majestad. Son cuentas de gastos menudos, de arrobas de aceite, de partidas de trigo y cebada, cuando no peticiones judiciales referentes a pleitos surgidos a raíz de sus gestiones, o alegaciones, alguna de las cuales hace ya desde la prisión de la que espera, “si Dios fuere servido”, salir “presto”.

Y en el último, fechado en Valladolid, en julio de 1604,  Miguel de Cervantes solicita, precisamente, al Rey licencia y privilegio por veinte años para poder publicar su obra El ingenioso hidalgo de la Mancha [sic].

Primera parte del QuijoteCuando se cumplen cuatrocientos años de la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra, resulta una buena forma de homenaje poner en limpio todo lo que hasta el momento nos ha llegado escrito de su propia mano, sucinto conjunto que traza el arco prodigioso que va de la decepción, el fracaso y la servidumbre de la lucha por la vida hasta el alumbramiento de la obra que inaugurará, visionariamente, la novela moderna: El Quijote. En cuya segunda parte se lee: “Una de las cosas que más debe de dar contento a un hombre virtuoso y eminente es verse, viviendo, andar con buen nombre por las lenguas de las gentes, impreso y en estampa; porque, siendo al contrario, ninguna muerte se le igualara”.

_______

Darío Villanueva es director de la Real Academia Española.

0/5 (0 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)

Darío Villanueva

Darío Villanueva, director de la Real Academia Española, es licenciado en Filología Románica por la Universidad de Santiago de Compostela y doctor en Filología Hispánica por la Universidad Autónoma de Madrid. Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Santiago de Compostela, de cuya Facultad de Filología fue decano entre 1987 y 1990.

Ver más publicaciones

Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas:

  • Toda alusión personal injuriosa será eliminada.
  • No está permitido hacer comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
  • Zenda no se hace responsable de las opiniones publicadas.
Notificar por email
Notificar de
guest

3 Comentarios
Antiguos
Recientes Más votados
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios
Josey Wales
Josey Wales
2 años hace

Volvamos al latín y el griego desde primaria, a la retórica, la gramática y la dialéctica, a declamar y aprender poemas de memoria y recitarlos desde niños. Tiremos los televisores a la basura y busquemos a alguien que sepa escribir sin faltas de ortografía para dirigir la instrucción pública.

Ricarrob
Ricarrob
2 años hace
Responder a  Josey Wales

A todo lo que usted dice, por supuesto, y tambièn a la filosofía. Aprender a pensar por si mismos, sin adoctrinamientos. También le doy la razón en lo de la instrucción pública aunque quizás haya que añadir que sea, honrado, buena persona. Falta nos hace un nuevo diógenes que intente encontrar estos escasísimos ejemplares.

Josey Wales
Josey Wales
2 años hace
Responder a  Ricarrob

Suscribo lo de la filosofía, pero me parece tarea imposible encontrar a una persona íntegra en la política. Aún digo más: nadie en su sano juicio busca el poder.

suscríbete a nuestra newsletter

Recibe cada semana una selección de los mejores contenidos de la web, ¡No te lo pierdas!

[contact-form-7 id="6d737e1" title="Formulario de newsletter"]