Emilio Lara es lector y amigo, y docente y amante de la Historia y es, sobre todo, novelista: en su escritura ha vivido vidas imposibles de recuperar que él transforma en relatos inolvidables. Hemos sido, gracias a sus libros, relojeros, mujeres que leen a Virgilio, parejas enamoradas bajo un bombardeo en Londres o testigos de primera línea en la Armada Invencible.
En palabras de Daniel Fernández, el editor:
La portada, que es muy buena y el título que es espléndido, enmascaran relativamente una novela que no solo es femenina sino probablemente feminista, y precisamente su lectura es muy interesante, pues el cambio de género de alguna forma nos ha travestido, porque nos ha cambiado la mirada. Es verdad que la protagonista, Olimpia, merece una novela y que ella misma irradia biografía novelesca moviéndose en el interior de este mundo recreado por la mano del escritor (esa Roma pasada por Velázquez), que hace de este libro un artefacto singular; pero además todo lo anterior conlleva una discusión casi de sobremesa (por eso estamos aquí): la novela histórica tradicionalmente ha sido considerada un género menor, aunque prácticamente todas las novelas sean historia y todas las historias tengan una parte de novela, y ésta probablemente es la pieza más literaria de Emilio Lara, que con esta Venus en el espejo ha conseguido publicar una novela que va en contra de la tradición de Edhasa de publicar novelas bien voluminosas. Ésta no lo es, pues su belleza queda condensada en unas 300 páginas. Es una historia sucinta pero no breve, absolutamente medida, con una recreación de época rigurosa, con instantes de magia y un personaje femenino potente y dulce.
En palabras de Penélope Acero, la editora:
Yo en Emilio encontré un autor. Cuando me hizo llegar La cofradía de la Armada Invencible, Emilio no existía, no tenía nada publicado. Naturalmente, primero conocí al escritor, luego a la persona, y hoy en día no sé quién me gusta más. En esta historia, sin dudar, le doy mi voto a Velázquez, porque no es el de los cuadros, no es el tótem, el genio lejano de biografía prácticamente desconocida, sino que Emilio ha conseguido construir un Velázquez tan humano que leyendo la novela una desearía ser cuanto menos su Venus. Y solo por el capítulo de Velázquez y Venus ya merece leerse esta novela.
En palabras de Emilio Lara, el autor:
Mi vida es un taburete con tres patas que son mujeres: mi mujer, mi editora y mi agente literaria. Penélope me entiende y yo la entiendo muy bien a la hora de trabajar. Y mirad, yo quería escribir una historia de amor. Velázquez tiene mi edad cuando llega a Roma. Su vida siempre ha sido un misterio, un enigma en la niebla, y al llegar a Roma, ya con la vida hecha, mujer, hija, nieta, éxito… se enamora irremediablemente de una muchacha de veinte años, la modelo de la Venus del espejo: Olimpia hermosa, pintora inteligente. Por ella permanece en Italia cerca de dos años, y claro, esa historia yo la tenía que contar. Era realmente un reto contar el corazón y la cabeza y las encrucijadas, y todo eso dentro de Italia y de Roma, que es el otro gran amor de mi vida, porque no es la Roma de los césares la que me interesa, sino la roma del Renacimiento y el Barroco. Esta es una novela de mujeres, no para mujeres. Es una novela sobre Italia y sobre los españoles en Italia; una novela que requiere madurez para escribirla, en la que he volcado recuerdos y anécdotas familiares, concretamente la historia de mi tío Emilio, un hombre apuesto vinculado a la jerarquía eclesiástica y al Vaticano.
Por todo esto, Venus en el espejo es una novela muy especial para mí, porque resume mis obsesiones, mis pasiones y mi memoria.
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Autor: Emilio Lara. Título: Venus en el espejo. Editorial: Edhasa. Venta: Todostuslibros.
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