Mercedes de Vega levanta en esta novela un retrato de la España que existió entre la Guerra Civil y las primeras elecciones libres. Entre medio, la historia de un hombre y una mujer —él un guerniqués que se unió al Ejército de Euskadi en la defensa de Bilbao, ella una toledana a quien un miliciano le arrancó a su hermano de los brazos— que cargan sobre los hombros el peso de un país cansado de venganza y ávido de justicia.
En este making of Mercedes de Vega habla sobre La luz del eclipse (Espasa).
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De 1937 a 1977, de la Guerra Civil a las primeras elecciones generales tras la muerte de Franco, las vidas de Mitxel Aguirre y María Fernández de Amuradiel se van entrelazando mientras recorren, sin conseguir olvidar sus pérdidas, su dolor en una historia de un país marcado por un conflicto que, de una u otra manera, los dos acabaron perdiendo. Pero, sobre todo, es una exaltación de la vida y del amor que conduce a sus protagonistas a las acciones más arriesgadas.
Su venganza, o el concepto de venganza en general, posee muchas facetas y aristas sangrantes, aun cuando ella crea que su misión en la sociedad es hacer justicia. Pero sus creencias son una quimera, es más bien una justificación para satisfacer su yo fracturado y vencer un dolor insoportable. Los conceptos de paz interior y de justicia pueden ser en sí mismos objetivos engañosos, porque ni la paz ni la justicia se hallan en repararse a través del ojo por ojo y diente por diente, que es el propósito más común que encontramos bajo la necesidad de hacer justicia. Realmente ella busca un resarcimiento que la consuele de la pérdida y del crimen. Y jamás va a encontrar lo que busca, persiguiendo durante toda la vida a un hombre al que culpa de sus agravios y de su profundo miedo a vivir, porque lo que necesita realmente es un intangible que no existe: es terminar con una asombra que la rodea y la tiene atrapada. Ella posee un gran terror a la libertad; la teme, la horroriza, es la anarquía y la pérdida de los valores tradicionales y descarga sobre Aguirre su idea de la humanidad: homo homini lupus, despojando a Aguirre de toda virtud humana.
Para María el Estado totalitario es el único legitimado para proteger a los ciudadanos del mal y de la anarquía, y es el único contrato social posible; de ahí su trabajo incansable en su papel de buscadora de disidentes y opositores al Movimiento Nacional que la salvó de niña de la aniquilación.
Si ella representa la imposibilidad de cambiar el futuro, Aguirre es la oposición a esta premisa. Aguirre, como Camus, lucha por la liberación y la rebelión de los pueblos sometidos y contra la esclavitud de los oprimidos. Reivindica al hombre bueno, la lucha por la nobleza y la vida sencilla y, como Rousseau, Aguirre no piensa renunciar a la libertad y bebe de la famosa premisa de El contrato social: «Renunciar a la libertad es renunciar a la cualidad de hombres, a los derechos de humanidad e incluso a los deberes».
En Aguirre se materializa la idea del desterrado, desposeído de cualquier triunfo social y personal. Es la mala suerte. Es el Sísifo que lleva la piedra a la espalda con las culpas del hombre sin haber sido nunca el homo homini lupus que buscan en él, lo que le convierte doblemente en víctima. Es un idealista que espera algún día arrojar sobre sus enemigos la carga que lleva sobre sí, reinventándose continuamente desde el final de la guerra para seguir cosechando fracasos sin poderlo evitar. Es el outsider que presencia el girar del mundo a su alrededor sin la facultad de poder cambiar un grado de su movimiento, aunque lo intente una y otra vez. Pero solo cosecha fracasos.
Bajo la luz del eclipse son dos vidas que luchan por llegar a luz que se oculta tras las sombras de una guerra.
En la novela vemos la represión político-social que ejerció el franquismo desde su inicio hasta su desarticulación a la muerte de Franco y el pacto de la Transición. Bajo la luz del eclipse abarca todo este periodo, incluida la autoinmolación del Movimiento para dar paso a una nueva era. Veremos cómo el franquismo y su maquinaria represiva, a través de sus instituciones, del ejército y de la Brigada Político Social, desde sus primeros días, ejerció un poder absoluto sobre la sociedad hacia una fascistización a la española de todos los estamentos de poder, cuyo corpus ideológico lo proporcionó en gran medida la Falange Española de las JONS acaparando las instituciones sociales a la medida de la nueva ideología nacional-sindicalista-catolicista, con numerosas tensiones dentro de sus familias, pero siembre bajo el mando absoluto del general Franco. Este es el entorno de la novela que abarca un periodo de cuarenta años, en el que María Fernández de Amuradiel trabaja para la Secretaría General del Movimiento y su primo Alonso es un comisario de la BPS: ambos buscadores y ejecutores de toda oposición al Régimen de Franco.
No podía dejar pasar la ocasión de conectar a la Brigada Político Social española con la Securitate rumana, la policía política del régimen de Ceaușescu, y sus mecanismos de represión, tortura y asesinato, y cómo ambas ejercían las labores más sucias en el ejercicio de la represión y el control social. La Securitate convirtió Rumanía en un país en continuo estado de excepción, donde todos y cada uno de sus ciudadanos eran aterrorizados y vigilados, donde todos se espiaban mutuamente en una paranoia sin fin, sometidos a un control absolutamente demente y perturbado del Estado rumano.
Otro tema importante en la novela es el papel que jugó la radio del Partido Comunista de España en el exilio, en la ciudad de Bucarest, a través del personaje de Aguirre en su lucha contra el Régimen de Franco, hasta la legalización del PCE y el regreso de los exiliados políticos en los años 70. Radio España Independiente, creada en Moscú en 1941, bajo el auspicio de la Komintern, fue denominada La Pirenaica por Dolores Ibárruri, su primera directora. Pero nunca estuvo en los Pirineos sino en Moscú y en Bucarest, exceptuando un breve período en que fue trasladada a Ufa, capital de la república de Baskiria, cuando los tanques alemanes se acercaban a Moscú en la invasión de Hitler a la Unión Soviética. Bajo la luz del eclipse muestra tal cual era Radio España Independiente, su funcionamiento y lo que representó la emisión clandestina en el exilio de una larga parrilla informativa que se emitía hacia España, en una época en que la censura prohibía toda libertad de expresión en nuestro país. Y aunque fuese una emisora de adoctrinamiento político del PCE, fue una herramienta poderosa de oposición y lucha encubierta con una gran red de informadores en cárceles, universidades, fabricas y por todo el país durante treinta y ocho años. REI supuso un gran quebradero de cabeza para el Régimen franquista, que utilizó todos los medios para contrarrestarla, bloqueado las señales, creando interferencias, realizando detenciones e inventando desinformación sin ningún éxito.
Y aunque la obra tiene un contexto histórico, que es nuestra España de la primera mitad del siglo XX con una monarquía huida, una II República que terminó en una guerra civil, tras un fallido golpe de estado que ganó el conflicto y transformó la sociedad radicalmente, es al fin y al cabo una novela, es hacer literatura, es vincularse con la vida, es una manera como hay otras de experimentar la trascendencia de lo que nos importa, acostumbrados como estamos a la metamorfosis.
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Autora: Mercedes de Vega. Título: Bajo la luz del eclipse. Editorial: Espasa. Venta: Todos tus libros.
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