«Sky rojo»: Ritmo inclemente, mucha acción y estética pulp

Coral (Verónica Sánchez), Wendy (Lali Espósito) y Gina (Yany Prado) son tres prostitutas que huyen del Club Las Novias en un viaje por carretera, haciendo de esta huida el detonante e hilo conductor de la serie, que con un ritmo inclemente y en un formato que según explican sus creadores es “un tercer acto constante”, atrapan al espectador a través de una historia cimentada en el entretenimiento para incurrir en un gran trasfondo social.

“Generalmente la acción de los capítulos en ficción arranca en el tercer acto, que es nuestro punto de partida de cada capítulo”, han añadido sobre este nuevo formato, un “reto” que da como resultado episodios repletos de acción que enganchan al espectador a través de esta historia de huida y sus personajes, macerada en un ritmo frenético, humor y mucho color, y que tendrá una segunda temporada de ocho capítulos.

También protagonizan Sky rojo Asier Etxeandia, Miguel Ángel Silvestre y Enric Auquer, que se convierten en los proxenetas de la ficción, uno de los estrenos más esperados de la plataforma Netflix, a la que llega el 19 de marzo con una historia que hace de la acción y la comedia negra vehículos para comunicar al espectador una “realidad cruda y contundente”.

“Todos hemos visto en la carretera los neones y las letras de algún club, y sistemáticamente vemos en telediarios desmantelamientos de tratas. Esto está ocurriendo, es un limbo en la realidad que todo el mundo conoce sin ver la trastienda de lo que sucede; nosotros queremos implicar al espectador en esta realidad”, han indicado.

Es un proceso creativo que han definido como “muy complicado”, al trabajar “bajo la dictadura del tercer acto constante y la acción” para contar realidades como la prostitución y la trata, y en cuya narrativa “entran en juego la psicología y las personalidades dañadas de los personajes”. La serie plantea estas realidades crudas, que “como un caballo de Troya” golpean en la consciencia del espectador a través de píldoras de humor y mucha acción.

“No se suele hablar de estos temas porque son muy escabrosos, pueden tacharte de vacuidad o de intensidad, y no queríamos caer en ninguna; desde el principio fuimos conscientes de que hacer entretenimiento con algo tan tremendo es muy difícil”, han detallado sobre su narrativa, que deja atrás códigos comunes: “La comedia puede ser un género para contar el drama, y la acción parece un género inocuo, pero engancha al espectador”, aseveran.

Tras un proceso de documentación “largo y muy duro”, a través de testimonios reales, meses de rodajes “extremos” y a días de estrenar la serie, el resultado es una historia “con una verdad emocional que es completamente real”, y que se apoya en una estética pulp para lograr un “equilibrio” que ambos creadores definen como la parte más compleja de todo el proyecto: “contar esta realidad tan sensible fuera del drama es como hacer funambulismo”, han dicho.

“Es de los personajes más brutales que he tenido en mi vida”, ha afirmado el actor Asier Etxeandia, que da vida a Romeo, el jefe del Club, asegurando que se trata de un “personaje límite con mucho trabajo de composición” detrás. Con esta afirmación coincide también Miguel Ángel Silvestre, que define el proyecto como “impactante”.

Para Enric Auquer, Goya a mejor actor revelación de 2019, interpretar este papel es “un reto”, y si la ficción sirve “para que una sola persona que incurra en prostitución cambie en su forma de actuar, ya es suficiente”, ha explicado sobre la serie, que es para Lali Espósito, una de las actrices más aclamadas en Argentina, el retrato de “un tema oscuro que está en las narices de todo el mundo, contado de una forma muy personal”, ha apuntado.

De la preparación de sus personajes, tanto Espósito como Sánchez y Prado han señalado haberlos trabajado de forma conjunta y coral: “Hicimos un equipo potente en backstage, y también delante de la cámara”, han desgranado sobre Coral, Gina y Wendy, personajes que encuentran la fortaleza en permanecer juntas.