Este es un libro con intención. No está escrito sin más para deleitarnos —aunque también— sino para decirnos algo de una forma distinta. De alguna manera uno intuye que el autor, describiendo con un lenguaje inspirado las pinturas de Giorgio Morandi, desentrañando los versos de Jane Kenyon o interpretando nota a nota, palabra a palabra la música callada de Federico Mompou, nos está llevando de la mano a algún paraje recóndito y numinoso. Con suavidad, con dulzura nos saca de los múltiples caminos de la vida actual que, como diría Manuel Machado, no son en verdad caminos porque más nos descarrían cuanto más lejos nos llevan. Coradino Vega hace aquí lo contrario: nos conduce por un camino que sí es camino porque nos reconcilia con esa vida interior que precisa luz y silencio para respirar.
"En estas páginas aquilatadas la prosa de Coradino Vega se vuelve exquisita, limpia como el reflejo del cielo en la superficie de un lago de montaña"
Tras unos retazos biográficos de Morandi, de Kenyon y de Mompou el autor se adentra en sus respectivas creaciones. Por medio de textos breves que se entrelazan y remiten unos a otros, se extiende sobre todo en la descripción detallada de los lienzos del pintor italiano, como quien saca cubos y cubos de agua de un pozo inagotable. En estas páginas aquilatadas la prosa de Coradino Vega se vuelve exquisita, limpia como el reflejo del cielo en la superficie de un lago de montaña. No impone su mirada al lienzo sino que el lienzo nos mira a través de sus palabras. Se deja imbuir de las formas, la luz y los colores antes de fijar una oración o precisar un adjetivo. Sin aludir más que al arte el lector en cambio se sabe observado por dentro. Esos cuadros sencillos de un jarrón con flores o un paisaje sin gracia misteriosamente hablan de nosotros.
Pero hay otro acierto en este singular ensayo. Entre los textos reseñados hay otros, en general más breves, que narran secuencia a secuencia la película De dioses y hombres. Con ellos el autor consigue atrapar en un círculo virtuoso el objeto de su estudio, que no es sino la llama inextinguible que vivifica el arte. La película de Xavier Beauvois muestra la vida cotidiana de unos monjes cristianos franceses en un convento junto a un pueblo en un paraje montañoso de Argelia. Esta vida pacífica y benigna se ve de pronto alterada por las amenazas de un grupo de terroristas islámicos que ha perpetrado ya algunos crímenes sangrientos en la región. El dilema de estos monjes entre conservar su vida regresando a Francia o perderla seguramente permaneciendo en su convento al calor de una comunidad en la que han echado raíces, coloca el libro en la cima perseguida por su autor. Así el águila traza círculos alrededor de su presa antes de arrojarse sobre ella. Esa vida serena de los monjes esconde un tesoro, como la savia que riega las venas de un árbol centenario de altas ramas y profundas raíces. Esa vida retirada entre la tierra y el cielo constituye en sí misma la más perfecta obra de arte, un espacio y un tiempo encarnados donde acaso more la luz o la sombra de la divinidad.
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Autor: Coradino Vega. Título: Una vida tranquila. Editorial: Galaxia Gutenberg. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
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