Claudio López Lamadrid con Le Clézio. Foto de Daniel Mordzinski
La anécdota (y la foto) suceden en el ascensor del hotel Santa Clara durante el Hay Festival de Cartagena de Indias 2015. Tras terminar una sesión fotográfica en la terraza del hotel con J.M.G. Le Clézio, bajábamos al lobby para tomarnos un café cuando en uno de los pisos intermedios sube Claudio López Lamadrid. Nos abrazamos y Claudio le propone al Nobel francés —como era su costumbre— hacerse un selfie juntos.
Levanté la cámara al mismo tiempo que Claudio hacía lo suyo con su teléfono, y Le Clézio, a quien conozco hace muchos años (inclusive prologó un libro mío publicado en Gallimard), preguntó: “¿Será una fotinski?”.
Claudio, gran editor fallecido la semana pasada al que siempre echaremos de menos, respondió: “Será una Selfinski”.
Desde aquel día, en cada uno de nuestros encuentros, sumábamos a nuestra amistad una nueva Selfinski.
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