El escritor Albert Sánchez Piñol, uno de los autores catalanes más leídos, regresa justo cuando queda un mes para Sant Jordi con su séptima novela, Pregària a Prosèrpina, una historia de monstruos y romanos, en la que reflexiona sobre los cambios sociales y la resistencia que provocan, aunque «la gente sepa que son ineludibles».
Acompañado por el editor Joan Riambau, el también antropólogo, con la sensación de que ha cometido una nueva «gamberrada», ha advertido de que sería una «simplificación» afirmar que su nuevo artefacto literario es sólo una novela de aventuras con un elemento fantástico. A su juicio, detrás de «una aparente sencillez hay una complejidad, muchas elipsis» y se muestran las consecuencias que tiene para los individuos y sus sociedades que haya cambios o no en su seno en un determinado momento.
Publicado por La Campana en catalán y, a partir del 13 de abril, en castellano por Alfaguara (Oración a Proserpina), el nuevo y voluminoso libro de Sánchez Piñol lleva al lector hasta la Roma del siglo I a.C., con el célebre orador Cicerón, que decide enviar a su hijo hasta tierras lejanas en búsqueda de una terrible fiera, la Mantícora. Sin embargo, una vez en pleno desierto, el joven y sus compañeros de expedición se darán cuenta de que la Mantícora no es ningún animal, «sino algo tan inteligente como los humanos, con lo que se plantean cazarlo». Se trata de un «bicho» que vive bajo tierra y, finalmente, cuando consiguen capturarlo, se dan cuenta de que no está solo, de que hay dos centenares más de tectones, unos seres subterráneos con ganas de invadir la civilización romana. Unas páginas después, y ya no se puede avanzar nada más, aparecen otros 50.000, que «vienen a devorar a la humanidad entera».
Para el novelista, la gente «no cambia si no está obligada a hacerlo» y aquí «la sociedad de la época y los individuos se encuentran con un dilema, porque ven que la invasión es real y que cuando estos tectones empiezan a devorar ciudades y a avanzar hacia Italia, alguna cosa tienen que hacer». «Las mentes más lúcidas saben que tienen que cambiar, pero eso va en contra de la esencia de la civilización romana. Además, no es posible el diálogo con ellos, porque vienen a lo que vienen, con una moral totalmente diferente, sin ataduras de ningún tipo», ha desvelado. A la vez, ha indicado que esta sociedad que vive bajo tierra «lleva hasta el límite el individualismo. Es como el capitalismo ultraliberal llevado hasta las últimas consecuencias, sin ningún tipo de atadura fuera del individuo, no tienen estado. A estos tectones los conozco perfectamente y sé, por tanto, por qué son una amenaza tan profunda».
Albert Sánchez Piñol, que se dio a conocer para el gran público con La pell freda, con 800.000 ejemplares vendidos en todo el mundo, ha aventurado que sus personajes romanos, aunque unos sean esclavos, otros de Julio César y otros pompeyanos, «todos enfrentados entre ellos, o se unen, con lo que comporta de sacrificios, o…». Con concomitancias con lo que ocurre actualmente con el cambio climático y lo que puede comportar para la Tierra que no se tomen las medidas adecuadas, cree que los tectones «son la peor vertiente de nosotros mismos, quizá el capitalismo del futuro».
Por otra parte, cree que el libro no se agota con lo que cuenta y podría tener su continuación si el lector así lo apoya.
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