Hace un tiempo hablamos con la Sociedad Tolkien Española sobre el fenómeno de los lectores que se asocian en torno a un corpus literario concreto, en su caso la Tierra Media y el resto de las creaciones del autor de, entre otras, El Señor de los Anillos. Hoy hacemos algo similar con el Círculo Holmes, fundado, por casualidad, el mismo año que la STE (1991) en Barcelona, originalmente con el nombre de Actas de Baker Street, con motivo del inicio de la publicación de pastiches relacionados con Sherlock Holmes por la editorial Valdemar. Su actividad inicial se centraba básicamente en unas reuniones mensuales en el antiguo Pipa Club, en la Plaça Reial, y en generar un boletín hecho con colaboraciones de los socios. En los años siguientes comenzaron las asambleas generales, los congresos, los ciclos de conferencias, cenas literarias, comidas de hermandad entre socios, etcétera, e incluso la confección de pequeños panfletos informativos, como «Las Notas del Violín», con una periodicidad trimestral más o menos, de cuatro u ocho páginas, hasta que se decidió convertirlos en revista de 34 y luego 52 páginas, ampliando el contenido con relatos, críticas, información, etc. También han llegado a publicar anuarios y libros con algunas obras de teatro de principios del siglo XX y traducciones de obras que no habían llegado a España. Actualmente, aparte de los clubes de lectura, en los que se estudian los 60 relatos del Canon, también se hacen unas cuatro comidas al año, acompañadas de conferencias y otras actividades. A una de ellas asistieron Eduardo Torres-Dulce y Luis Alberto de Cuenca, que participaron en un debate acerca de la película de José Luis Garci Holmes & Watson: Madrid Days. En 2021, después de la pandemia, se creó la sociedad San Pedro, una nacionalidad adquirida por los socios para pertenecer a este imaginario país de Centroamérica (sacado del relato «La aventura del pabellón Wisteria», que contiene la única referencia holmesiana a lugares españoles, como el «Escurial», Madrid y Barcelona), con pasaportes de pertenencia al Círculo y todo. Hacerse socio cuesta 70 euros y da derecho a todo esto.
El presidente del Círculo es el barcelonés Miguel, empleado de banca prejubilado. «Ahora vivo el dolce far niente que me permite mi situación, y así me puedo dedicar más en mis gestiones». Explica que «uno de los requisitos que tienen los miembros es el de elegir un apodo con el nombre de personas, animales, cosas o lugares que aparezcan en el Canon original, es decir, los 60 relatos escritos por el Doctor Watson (y revisados por su agente, el doctor Arthur Conan Doyle). No valen los personajes de pastiches (es decir, relatos escritos por otros autores) ni se puede escoger ninguno de los dos nombres protagonistas, ni Sherlock Holmes ni el doctor John H. Watson. En mi caso, decidí buscar como apodo el de alguien cercano a Holmes de alguna forma, y se me ocurrió el de Harold Stackhurst, que es el único vecino y amigo que tiene, y al que permite visitarle en sus días de retiro de la investigación, en Sussex, cuando se dedica a la apicultura». Miguel ingresó en la asociación en 1995, y antes de presidente fue vocal, tesorero y vicepresidente. Itziar, corredora de seguros, secretaria de la asociación y también residente en Barcelona, se acercó lo más posible a los personajes protagonistas escogiendo el apodo del hermano de Sherlock, Mycroft Holmes. Luis es funcionario, vive en Madrid y participa «en las publicaciones de la asociación escribiendo, anotando, traduciendo e imaginando. Su apodo es Jabez Wilson, protagonista de «La Liga de los Pelirrojos», «uno de los relatos más frenéticos del Canon holmesiano. Jabez es un tipo extravagante y desconcertante que consigue que Holmes se parta de risa (algo rarísimo e infrecuente) y que disfruta copiando de pe a pa la Enciclopedia Británica». El gaditano Javi («Birdy Edwards») es ingeniero técnico industrial, responsable de la cuenta de Twitter de la asociación (@Circulo_Holmes) y uno de los administradores del grupo de Facebook. Juan Carlos, «apodado «Melena de León» a sugerencia del presidente y porque soy nacido en León», es licenciado en derecho, encargado en un McDonalds de Madrid desde hace 25 años, y es creador de contenido en la sección de novedades de la web de la asociación.
Sobre el tema de cómo les empezó la afición por Sherlock Holmes y por qué les llama tanto, Itziar dice que se inició «a los 14 años, con el primer libro que me regaló mi padre, Las aventuras de Sherlock Holmes, de la editorial La Gaya Ciencia. Luis dice que, «como toda mi generación (la que creció en los 70), nuestra afición se creó en kioscos, cines y tele. Recuerdo, en este sentido, la serie de televisión de la BBC con Peter Cushing, el ciclo de películas de la Universal (que se solían poner en la televisión durante las Navidades) y la atmosférica versión en cómic de El perro de los Baskerville de la editorial Marvel. Para Juan Carlos «todo comenzó viendo la serie de dibujos japonesa Sherlock Holmes y la serie de películas en blanco y negro interpretadas por Basil Rathbone y Nigel Bruce. Ahí me interesó el personaje, y comencé a leer poco a poco todas las aventuras del Canon. Luego me interesé en contactar con una asociación española cercana sobre este personaje, y como vivía en Madrid entré en contacto, siempre por escrito, con la Sociedad de Mendigos Aficionados de Madrid, logrando que me enviasen todas sus publicaciones o fanzines publicados hasta la fecha. Luego descubrí el Círculo Holmes de Barcelona y me hice socio. Al ver que era más participativa, y aunque me pillaba un poco lejos, me acerqué a conocer a todos sus socios y a los que asistieron de sociedades holmesianas de Francia, Italia o Estados Unidos en la convención internacional The No-Fog Countries Meeting que organizó la asociación en octubre de 2010. También estuve presente cuando se acercaron los socios de Barcelona a Madrid en la Convención Madrid Days en octubre de 2016″. Javi comenta que «mi interés por el personaje empezó en los años 80, cuando salió a la venta en los quioscos una edición en tres tomos del canon holmesiano de Arthur Conan Doyle editado por Orbis. Curiosamente el tomo que adquirí fue el tercero, con lo cual la primera historia de Holmes que leí fue “La aventura de la casa vacía”, en la que se informaba ¡de la muerte del detective! Llegué tarde a su caída en las cataratas de Reichenbach, que se contaba en “El problema final”, y tuve que remediarlo buscando los tomos anteriores. Mi género literario favorito siempre ha sido el de misterio, y por eso mis primeras lecturas juveniles eran los libros de Los Siete Secretos, de Enid Blyton. El paso natural a una lectura más adulta era el género detectivesco o policiaco, y ello me llevó a Sherlock Holmes. La ambientación victoriana y el aroma clásico hacía que me encontrara en un lugar confortable. Cuando conocí al detective me encontré un personaje con una fuerte personalidad y una manera de deducir y aclarar los misterios que no tenía parangón. Hay otros detectives y otros autores que pueden tener grandes enigmas y novelas detectivescas, pero a las cuales les falta un personaje tan complejo e icónico como Holmes. Hay novelas que podrían estar ancladas en cualquier marco temporal o ubicadas en escenarios que de manera indiferente no afectan en nada al relato; sin embargo lo que consigue Arthur Conan Doyle es hacer de la ciudad de Londres y del marco temporal victoriano un elemento esencial y personal de los relatos, hasta llegar a ser inherente al personaje». Miguel nos remite a un artículo entero que escribió para el diario ‘El Mundo’. «Cuando yo era un chaval de unos 16 o 17 años, como era normal a mediados de los años 70, disfrutaba con las historias de todos los cómics que caían en mis manos, ya fueran de terror, de superhéroes, de humor, de ciencia ficción, etc. De vez en cuando me hacía con algún pequeño libro que leer, hasta que un día me topé en una librería con un libro con las cubiertas y el lomo negros; tampoco es nada especial, lo sé, lo que era especial era que sus páginas tenían los bordes también de color negro. Eso me hizo gracia (¿qué no te hace gracia cuando tienes dieciséis años?) Y opté por comprarlo».
Preguntados por su aventura de Holmes favorita, la mayoría reaccionan como Juan Carlos, sin elegir solo una: «No es sólo una la favorita, sino cualquiera de las que componen Las aventuras de Sherlock Holmes, porque son las que recomiendo siempre cuando alguien me pregunta por dónde comenzar. Son historias cortas, bien entrelazadas unas con otras, y cuya solución al caso presentado llega pronto por parte de nuestro querido detective, frente a las cuatro novelas largas, que Doyle alarga en exceso, sin lograr que el cien por cien del contenido sea puramente detectivesco». Miguel también reacciona en plan «¿a quién quieres más, a papá o a mamá? No me hagas escoger. Entre los relatos cortos, para mí los mejores se encuentran antes de la caída de Holmes con Moriarty en las cataratas de Reichenbach, por ejemplo, «Escándalo en Bohemia» (en el que es vencido por «LA mujer»), «La Liga de los Pelirrojos», «Los bailarines», «La banda de lunares», «La segunda mancha», «Las cinco pepitas de naranja» o «El ritual de los Musgrave». Y seguro que me dejo unos cuantos. Aunque no sea de los mejores, uno de los relatos más esenciales es el de «La aventura de la casa vacía», que supone su regreso y que ha dado pie a infinidad de pastiches que se refieren a sus actividades durante el Gran Hiato (aventuras por Europa, África y Asia) que se produce desde su «muerte» en Reichenbach en 1891 hasta su regreso en 1894. En cuanto a las cuatro novelas, me gusta destacar siempre El valle del miedo, por su segunda parte, en la que se explican los motivos del crimen sucedido en Vermissa Valley. Esta obra fue una clara influencia para la novela de Dashiell Hammett Cosecha roja«. Luis, por un lado, nobleza obliga, escoge «La Liga de los Pelirrojos», y por otro «La melena de león» y «La cara amarilla», «por su originalidad desconcertante, y desde luego, «El valle del miedo», que considero una obra capital y precursora que marca el final de la llamada «novela-problema» y el comienzo de la novela negra». Javi opina que «de las cuatro novelas mi favorita es El sabueso de los Baskerville, por esa mezcla de novela gótica y de misterio que nos traslada fuera de la “confortable” Londres a la que nos tenía acostumbrado el autor. Y de los 56 relatos cortos mi favorito es “La aventura de la casa vacía”, probablemente por haber sido mi primer punto de contacto con el personaje y su mundo, y al cual conocí solo de oídas, a través de Watson. Es curioso que en ambos casos la presencia del detective se difumine y que quien soporte el peso de gran parte del relato sea el doctor Watson, siendo así que la llegada de Holmes suponga una sorpresa tanto para el doctor como para el lector. Le tengo un cariño muy especial, como se puede deducir por mi apodo en la asociación, a “El valle del terror”, pero no al relato holmesiano que compone la primera parte del libro, sino mas a bien a esa maravillosa segunda parte que anticipa, antes del Sam Spade o el agente de La Continental del autor Dashiell Hammett, la novela negra o el hard boiled norteamericano. Itziar es la única que se decanta por una única respuesta: «La banda de lunares»: «siempre me ha parecido un relato muy completo por como se recogen las dotes de observación, análisis de la información y deducción de Sherlock Holmes. Los personajes y las descripciones son elaborados y el caso original».
Como hemos visto, mucha gente llega al universo Holmes a través del cine, así que ¿cuál es la adaptación favorita de cada uno? Y esto no es nada fácil, ya que, según nos recuerda Miguel, «hay que tener en cuenta que según el Libro Guinness de los Récords, Sherlock Holmes es el personaje de ficción llevado más veces a la pantalla (grande o pequeña). Yo destacaría La vida privada de Sherlock Holmes, de Billy Wilder, interpretada por Robert Stephens y Colin Blakely; Asesinato por decreto, de Bob Clark, interpretada por Christopher Plummer y James Mason; El perro de los Baskerville, de Terence Fisher, interpretada por Peter Cushing y André Morell; Mr. Holmes, de Bill Condon, interpretada por Ian McKellen; Las aventuras de Sherlock Holmes, dirigida por Sidney Lanfield y El perro de los Baskerville, dirigida por Alfred L. Werker, ambas interpretadas por Basil Rathbone y Nigel Bruce. No incluyo las últimas versiones que se han hecho sobre el tema para el cine. Me gustaría destacar las series de TV de la BBC interpretadas por Douglas Wilmer y posteriormente Peter Cushing en los años 60, y sobre todo la serie de los 80 interpretada por Jeremy Brett. También fue interesante, en su principio, las dos primeras temporadas de la serie protagonizada por Benedict Cumberbatch y Martin Freeman a partir de 2010, en la que se actualizaba con buen gusto y detalle los personajes, los casos y la ambientación a la actualidad, yendo en declive a medida que avanzaron las temporadas». Itziar «no sabría decir película, pero sí serie, sin duda la de Granada Television protagonizada por Jeremy Brett. Su interpretación es magnífica y su mimetización con el personaje total. La ambientación de Baker Street, Londres, personajes… me parecen realmente buenas. Javi se queda «con La vida privada de Sherlock Holmes, aunque seguida muy de cerca por esa delicia que es El secreto de la pirámide, de la cual guardo el recuerdo de haberla ido a ver al cine por estar producida por Steven Spielberg y sin saber (gracias al cambio de titulo en español y a la falta de internet) que era una película sobre mi personaje favorito. A pesar de que estas dos películas que no adaptan ningún relato del autor original son mis favoritas, para mi ideal de actor que mejor ha llevado al personaje a la pantalla me decanto por una amalgama de cuatro: Basil Rathbone, Peter Cushing, Jeremy Brett y Benedict Cumberbatch. Disfruto más con las películas o series que cuentan nuevos casos del detective que con las adaptaciones de la obra original de Conan Doyle, por aquello de la sorpresa y la intriga que me proporcionan los casos no leídos tantas y tantas veces». Luis escoge «Asesinato por decreto, en la que se enfrenta Holmes contra Jack el Destripador con solvencia y brío; Basil, el ratón superdetective, brillante e inteligente, y Mr. Holmes, en la vejez del personaje, melancólica y serena. El mejor Holmes de cine sería, en mi opinión, una mezcla de la intensidad de Jeremy Brett (de la serie de Granada TV de los 80), la gallardía de Christopher Plummer en Asesinato por decreto, la serenidad de Basil Rathbone de las películas de la Universal y la irritabilidad e ironía de Rex Harrison en My Fair Lady (una película holmesiana «de incógnito»)». Juan Carlos cree que en su caso «es El secreto de la pirámide, porque como ya he comentado anteriormente conocí el personaje en mi infancia/juventud, con títulos como la serie de dibujos japonesa o las películas de Basil Rathbone, y es una época en la vida en que se absorben los primeros conocimientos de todo y te dejan marcado para el futuro. Y de esta película creada por Steven Spielberg, a todo color, en pantalla grande, maravillosa banda sonora, primeros efectos digitales, que no han envejecido, me vino el gusanillo de otra gran afición: la lectura y adquisición de pastiches sherlockianos. Un magnífico pastiche es qué habría pasado si Sherlock y Watson se hubieran conocido de niños».
Y con esto de asociarse y hacer quedadas, ¿qué es lo más notable/friki que ha hecho cada uno en torno a Holmes? Javi confiesa que «siendo natural de Cádiz, tierra de carnavales, y tal como se entiende en esta tierra lo del disfraz hecho a mano para la fiesta grande de la ciudad, pues no me queda otra que decir que tengo un traje completo compuesto por el abrigo Inverness y la gorra deerstalker confeccionados a mano por mi querida y paciente madre. Además, en 2014 programé mi viaje de novios con alevosía y premeditación, que supo perdonar mi paciente esposa, a Londres (para poder visitar los escenarios holmesianos conocidos por cualquier aficionado y las localizaciones utilizadas en la reciente serie Sherlock, de la BBC), y a Barcelona para, aparte de visitar todo lo relacionado con Gaudí, conocer en persona a algunos de mis amigos del Círculo». Luis responde que «creo que nada especial, quizá participar en eventos con gente afín, algo que no es tan fácil como parece». Juan Carlos dice que «seguramente adquirir la típica pipa grabada con escenas sherlockianas, unas cuantas gorras deerstalker de cazador de ciervos, y en alguna ocasión emular al personaje con la vestimenta típica: la inconfundible capa de tweed escocés. Itziar coincide con él: «Probablemente hacerme miembro de la asociación y comprarme pipa, lupa y deerstalker y ponérmelos». Para Miguel, «el hecho más importante en mi vida holmesiana ha sido el de montar un congreso internacional en Barcelona los días 22, 23, y 24 de octubre de 2010. Acudieron amigos del resto de España, Francia, Italia, Inglaterra, Suiza y Estados Unidos, y fue un exitazo que nos dio a conocer entre las asociaciones extranjeras. Fue un gran evento, y además a mí personalmente me sirvió para hacer amigos y poder acudir a algunas cenas anuales de homenaje organizadas por la Sherlock Holmes Society of London en 2009 y 2010 y a las jornadas de los Baker Street Irregulars en Nueva York en 2018».
En resumen, ¿qué significa el universo de Holmes para ti y por qué lo recomendarías a otros? Luis dice que «Holmes es, en última instancia, un caballero andante que crea sus propias reglas. Es imposible no intentar desentrañar su complejidad. Por otra parte, encontrar gente afín en el Círculo Holmes que acompañe en esta tarea hace que ser holmesiano sea algo irresistible». Itziar «lo recomendaría porque es un personaje inteligente con un conocimiento amplio en diferentes materias, pero enfocado a aplicarlo en su profesión. Me gusta la seguridad personal que transmite, la confianza en sí mismo, su motivación y curiosidad ante el problema que se le presenta. Me gusta la época victoriana en la que se desarrolla, conocer la vida en Londres e Inglaterra, la variedad de casos y personajes que hay en las diferentes aventuras y sobre todo los métodos que utiliza: bases de datos que se crea con sus archivos, sus diferentes estudios sobre tierras, cenizas, química y un largo etcétera y que utiliza para resolver casos, sus técnicas de recogida de datos, pruebas… Todos esos métodos siempre me han parecido visionarios para ser de esa época y posteriormente han sido desarrollados y aplicados por la policía y los científicos para la resolución de delitos. Lo recomendaría porque creo que siguen siendo unas aventuras y novelas muy actuales». Miguel dice que «me ha servido para conocer gente y hacer amigos con gustos similares a los míos, con los que puedo compartir todo ese mundo creado para llevarnos a unas épocas concretas y muy especiales, la victoriana y la eduardiana, unos ambientes muy diferenciados entre sí y unos personajes variopintos de todas las escalas sociales de aquellos tiempos. disfrutando con las deducciones y las sorpresas que nos ha deparado el mejor detective de todos los tiempos y ejemplo para muchos que le siguieron». Juan Carlos dice que «en definitiva, es uno de los personajes universales más conocidos, que ciertamente muchos creen que existió, y que aunque no te guste la novela detectivesca es gratamente recomendable su lectura, porque es una figura que inspira y seguirá dando que hablar, y nunca finalizará la creación de algo nuevo con tintes holmesianos. Todos los años aparece una película, una serie, un videojuego, un nuevo pastiche. De ahí que eso me animara a crear hace ya más de una docena de años mi blog de novedades sherlockianas, que me mueve semanalmente a escudriñar en todo el universo algo nuevo que aparezca cuya temática tenga que ver con Sherlock Holmes». Para Javi «el universo holmesiano significa la aventura, el misterio, el enigma clásico y tradicional de la mejor novela policiaca protagonizada por el personaje más inolvidable que la literatura haya creado. Un viaje a una época con un aroma añejo y especial que te transporta nada más abrir la primera página de cualquiera de sus aventuras. En definitiva, un juego y un divertimento como pocos, que luego te llevará irremediablemente a otros personajes y otras novelas policiacas que le deben mucho a la creación de un autor universal. Elemental… No queda mas que recomendar a todos que se acerquen a las aventuras del mejor detective de todos los tiempos. Es un personaje tan icónico que hemos tenido el caso de verlo perfectamente reconocible fuera de su entorno y época característicos, pudiendo disfrutar de versiones que estando alejadas del original sean perfectamente reconocibles… y esto sucede con muy pocos personajes. Tal vez solamente con el mejor de todos».
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