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Pero, ¿quién es Benjamín? - Zenda
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Pero, ¿quién es Benjamín?

El séptimo príncipe, de Juan Gómez-Jurado Creo que nos estamos equivocando. Cuando escribimos, lo hacemos para cubrir un amplio abanico de necesidades. Desde necesidades intelectuales de expresión, hasta la más egoísta y vanidosa necesidad de ser escuchado o leído. Aplaudidos. Con profunda y descarada egolatría. Y lo peor es que hay muchísima gente con talento...

El séptimo príncipe, de Juan Gómez-Jurado

Creo que nos estamos equivocando. Cuando escribimos, lo hacemos para cubrir un amplio abanico de necesidades. Desde necesidades intelectuales de expresión, hasta la más egoísta y vanidosa necesidad de ser escuchado o leído. Aplaudidos. Con profunda y descarada egolatría. Y lo peor es que hay muchísima gente con talento que no se da cuenta de lo que desperdicia. Muchos escritores rellenando páginas de altísima calidad descriptiva, narrativa e incluso poética, que esconden en preciosas y trabajadas construcciones algo tan primario, básico y profundamente narcisista como es la autocomplacencia.

Esto que digo está “directamente no relacionado” con el libro que nos ocupa hoy. Creo que Juan Gómez-Jurado es uno de los escritores con más talento del panorama literario actual. Lo he dicho en más ocasiones. No es una alabanza gratuita y en esta ocasión, os voy a explicar por qué. Podríamos llenar páginas hablando de los vicios y las virtudes de Juan como escritor. Sería incluso sencillo racionalizar la sensación de arrastre que la narrativa de Gómez-Jurado ejerce sobre el lector. Inteligencia suma, prosa mordaz. Pero hay algo que sobrevuela toda su obra y que ha ido creciendo con él párrafo tras párrafo. Texto tras texto. Libro tras libro. Y es que no conozco escritor en activo con una capacidad alegórica como la de Juan Gómez-Jurado. Una capacidad desproporcionada para la metáfora. Un don para transmitir  (y que entendamos) mediante la palabra escrita una opinión, pensamiento o juicio de valor que sería absolutamente inaccesible para el narrador medio y que deja cada texto sembrado de minas a diferentes profundidades que detonan dependiendo de la curiosidad de cada lector.

"Juan, como suele hacer casi por sistema, le ha dado una vuelta de tuerca a cómo contar una historia. Ya deberíamos saber que Gómez-Jurado no da puntada sin hilo."

Me alegro mucho de hablaros hoy sobre este texto. Aunque el libro es de tirada corta, ya os digo que es de lo mejor que ha puesto por escrito Juan Gómez-Jurado. A veces, tendemos a pensar que los libros infantiles no son literatura. Un mercado de público volátil en el que el beneficio es apenas la cuarta parte del habitual. Como decía antes, creo que nos estamos equivocando. En su día, Arturo Pérez-Reverte marcó el camino. Don Arturo, haciendo alarde de criterio, puso sobre la mesa una edición de “La guerra civil contada a los jóvenes” y ha sido después de leer El Séptimo Príncipe cuando entendí por qué lo hizo. Aunque ese tema puede ser objeto de otro artículo, solo os diré que hay libros para niños, libros para adultos y libros para que los adultos lean a los niños. Son estos últimos los importantes ya que aglutinan al escritor, al narrador y a la audiencia. Esa herramienta de guiado, con la que el escritor le cuenta algo al niño para que se dé por enterado el padre, me parece maravillosa. Y es que de eso va el texto de hoy: de que los libros importantes se deben contar a los pequeños, porque tanto los que estáis leyendo estas líneas, como quien esto escribe, somos ya una generación perdida.

Juan, como suele hacer casi por sistema, le ha dado una vuelta de tuerca a cómo contar una historia. Ya deberíamos saber que Gómez-Jurado no da puntada sin hilo ya sea en un libro o en un tuit. El autor nos decía en Twitter que la edad recomendada para su lectura era 7-99 si lo leían ellos y 0-99 si lo leíamos los padres a los hijos. Así es la manera en cómo Gómez-Jurado hace las cosas. Esa es su forma de decirnos a los padres, que en el libro hay un mensajito para nosotros. Y es que en las apenas cincuenta páginas de El séptimo príncipe nos descubrimos transitando por diferentes planos de realidad. Uno infantil y maravilloso en contraposición a otro adulto y serio, con una severa advertencia. Juan nos ha contado varias historias en una, haciendo un uso de la metáfora tan sutil y sublime, que es imposible no verse afectado tras su lectura, para replantearnos la manera en la que estamos educando a nuestros hijos.

Si vuestros hijos leen el libro, o si sois vosotros los que se lo leéis a ellos, vais a poder disfrutar de una historia maravillosa. Una historia de fantasía en la que un lejano reino es amenazado por un malvado dragón. El rey encarga la protección del reino a sus fuertes y valerosos hijos. Bueno, más bien a los seis fuertes y valientes hermanos mayores porque el pequeño Benjamín es un niño sensible y atento al que le gusta leer poesía y bailar claqué. Así, cuando el reino está a punto de ser asolado por el dragón, los seis hermanos mayores defienden el reino con valentía. Bueno, o tal vez no suceda exactamente de esa manera…

Puede que la paternidad de Gómez-Jurado haya hecho parte del trabajo de manera inconsciente. O puede que el subconsciente del autor haya dado un paso adelante presentándonos por escrito (la palabra escrita es el único idioma que domina Juan por mucho que su cerebro trabaje en ingles o castellano indistintamente) un resumen de los valores principales que él ha intentado inculcar a sus pequeños.

Y es por esto por lo que no me canso de repetir que nos estamos equivocando. No escribimos para los demás, escribimos para nosotros. Y lo malo es que dejamos a los niños fuera, cuando son los únicos que pueden arreglar todo lo que nosotros estamos destrozando a nuestro paso.

"Juan Gómez-Jurado dice que escribió este libro porque le prometió a su hija que escribiría el libro que le contó cientos de veces antes de que se durmiera."

El Séptimo Príncipe es un libro casi mágico. Un libro en el que en la primera capa, nos vamos a encontrar con una maravillosa historia de fantasía con su dragón, sus príncipes y un lejano reino que salvar. Un cuento que habla de superación personal, de amor incondicional de una madre por su hijo y de cómo superar estigmas sociales que nos llevan a pensar que la belleza está asociada con la integración social. Y es aquí donde José Ángel Ares hace un trabajo sublime. Unos dibujos de una expresividad única, con unos colores vivos y alegres, pero que dejan claro al niño que está delante del libro que lo que importa no es ni la ropa ni el aspecto físico, sino que lo realmente importante es ser capaz de darse cuenta de que la inteligencia, el valor y la astucia pueden conseguir cosas que nunca se conseguirán usando la fuerza.

Pero como todo libro con cierta dosis de magia, también tiene su lado “oscuro”, “tenebroso”, “mortífago” o como queramos llamarlo. Y es que el mensaje que nos deja Juan Gómez-Jurado a los adultos es demoledor. Un mensaje explícito de cómo nuestras expectativas como padres afectan a nuestros hijos. De cómo proyectamos nuestras frustraciones y nuestros miedos en ellos y de cómo esto puede afectar en su comportamiento. De lo importante que es que los niños se sientan apoyados en su desarrollo personal, independientemente de si les gusta un libro o un balón, unos zapatos de claqué o una muñeca, independientemente de si son niños o niñas.

Portada de El séptimo príncipe, de Juan Gómez-JuradoNo son pocas las veces en las que nuestros hijos nos dan lecciones de comportamiento. Lo que sí son pocas son las veces en las que nos damos cuenta. De esto va este libro. De que abramos los ojos, de que les dejemos “ser”. De que estemos con ellos, de que estemos por ellos y de que les acompañemos en sus viajes, siendo nosotros cualquier cosa que ellos necesiten. De que dejemos de pensar en qué queremos para ellos y escuchemos qué es lo que realmente quieren y qué necesitan porque muchas veces, tenemos más cosas que aprender de ellos de las que podemos enseñarles.

Juan Gómez-Jurado dice que escribió este libro porque le prometió a su hija que escribiría el libro que le contó cientos de veces antes de que se durmiera. No sé por qué, a mí me da que Juan lo que nos ha contado es lo que él aprendió de sus hijos al contarles ese cuento, conforme iban creciendo. Además, tiene literatura. Este cuento consigue provocar una resonancia entre la anagnórisis del personaje y la del lector. ¿Quién sufre el cambio? ¿Benjamín o yo? ¿Benjamín o mi hija? ¿Mi hija o yo? Qué queréis que os diga. La respuesta la tenéis arriba, la dio Juan en Twitter. Juan les contó este cuento a sus hijos y ahora nos lo cuenta a nosotros. Así que coged el libro y poneos a leer. La primera vez en voz baja, para vosotros. A partir de la segunda, que os oiga el niño, por favor.

Feliz lectura.

_________

Autor: Juan Gómez-Jurado. Título: El séptimo príncipe. Editorial: Ediciones B. Edición: Papel

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Gorka Rojo

Gorka Rojo nació en 1980. Rodeado de libros desde muy pequeño, se volvió un lector voraz al que sus padres le administraban las dosis de Julio Verne, Francisco Ibáñez y demás autores que habitaban las estanterías de su casa. Licenciado en Física y lector compulsivo, ve cómo poco a poco “lo de darle a la tecla” se le está yendo de las manos. Además de en Zenda, colabora en el blog LibrosyLiteratura donde se inició escribiendo reseñas. Lee mucho y escribe todo lo que puede porque se ha dado cuenta de que donde se abrían puertas imaginarias, se ha abierto una de verdad. @gorka_rojo

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Raoul
Raoul
1 año hace

Un thriller carcelario, nada menos. Faltó el adjetivo «brutal», pero aquí hay otro nivel. El único ladrillo que leí de Gómez-Jurado se parecía tanto a las novelas de Verne, Scott, Salgari o Tolkien como un huevo a una castaña, aunque igual ahora da la campanada, sobre todo si es un libro de mujeres poliédricas (ahí es nada, la referencia a Lady Macbeth) y el autor estuvo todo el puto tiempo buscando en el barro la pepita de los cojones, como sin duda hacían los citados antes al escribir sus obras. (Al que quiera leer una gran novela carcelaria, le recomiendo Por el pasado llorarás, de Chester Himes.)

Manuel Ruiz
Manuel Ruiz
1 año hace
Responder a  Raoul

Gracias Juan Gómez -Jurado por todos tus libros. Siempre a la espera del próximo.

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