A la ingente bibliografía sobre Stanley Kubrick se acaba de sumar 13 Kubrick street: Una visita privada, obra póstuma del escritor José Antonio Vidal Castaño (Valencia, 1941-2022) editada por In Púribus Libros. Un ensayo peculiar más allá de una biografía sobre el cineasta o un libro de cine que ofrece una aproximación personal a su filmografía enmarcada en distintos pasajes de la vida del autor. La vida de un intelectual de izquierdas, periodista y profesor de Historia, nacido en la posguerra, luchador antifranquista y testigo en primera línea de la Transición.
Con este recorrido íntimo por las trece calles, los trece largometrajes que conforman la City Kubrick de celuloide, Vidal Castaño no pretende impartir una clase magistral, sino invitar al lector cinéfilo a dar un paseo en plan flâneur. Se ofrece como guía bien informado que, tras incontables horas de lecturas y visionados del tema que le ocupa, nos señala desde su óptica personal sus hitos más notables. Según dice en el prólogo, su libro «quiere servir de homenaje pero también de advertencia sobre las atractivas perversiones visuales elaboradas desde el esfuerzo de un cineasta singular y su encaje en la memoria visual de una generación». Se refiere a la suya, naturalmente, y así, a lo largo de 210 páginas los estrenos en España de los filmes de Kubrick sirven de pretexto para glosar retazos de su pasado y de la historia de este país.
Su fascinación por el genial director se inició a los 16 años cuando vio por primera vez Atraco perfecto en un cine de verano. La serie de equívocos y desastres encadenados que constituyen el guión de esa película de perdedores le hizo pensar años más tarde en acontecimientos trágicos ocurridos en la localidad valenciana de Losa del Obispo, donde, en 1947 se produjo una matanza que describió en su ensayo La memoria reprimida: La historia oral del maquis publicado por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), en 2004. Este libro sobre Kubrick no empezó a gestarse en su mente hasta 1986, cuando se estrenó Senderos de gloria en España. Un alegato antibelicista en torno al fusilamiento de tres soldados inocentes que Vidal Castaño conecta con un episodio traumático de su infancia, los estampidos de los «tiros de gracia» de los fusilamientos que se llevaban a cabo en Paterna y que oía en su casa familiar situada en la vecina localidad de Benimàmet.
A los esperados estrenos en España de Barry Lindon y La naranja mecánica, años 1976 y 1974, respectivamente, Vidal Castaño no pudo acudir por estar en busca y captura, a causa de implicación en la lucha antifranquista en el FRAP, obligado a llevar una doble vida, además de sufrir exilio, cárcel y tortura. Años después, en 1988, cuando se estrenó La chaqueta metálica formaba parte de la Generalitat Valenciana como asesor en materia de comunicación y prensa de un conseller. Un cambio radical, espejo del giro que había dado el país, aunque no tardó en alejarse de la política, desengañado por la deriva de algunos socialistas, contraria a sus ideales, para centrarse en la escritura.
Pese a su indiscutible éxito, Kubrick sufrió unos cuantos reveses en su carrera, que debieron de herir gravemente su orgullo. Especialmente, explica Vidal Castaño, su grandioso proyecto en torno a la figura de Napoleón, llevada recientemente a la gran pantalla por Ridley Scott. Fascinado por los conflictos bélicos y de pareja, «su mayor obsesión fue el personaje, la época, las batallas y la atmósfera del entorno que conformaba el mundo de Napoleón Bonaparte». En una entrevista a Le Monde (octubre, 1987) Kubrick arremetía contra todos los Napoleones cinematográficos y afirmaba haber leído quinientos libros para documentar su fallido largometraje. Otro de sus filmes frustrados fue un proyecto sobre el Holocausto que canceló al no verse capaz de superar el éxito de La lista de Schindler de Spielberg. Durante un tiempo sopesó la idea de adaptar Ardiente secreto, una novela corta de Stefan Zweig en la que el erotismo y la pasión amorosa se resuelve por la vía de la renuncia y el sacrificio, pero al final eligió Relato soñado, de Arthur Schnitzler, para Eyes Wide Shut. Curiosamente, ambos autores eran amigos y vecinos de Viena.
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Conocí a José Antonio Vidal Castaño ya jubilado pero en plena actividad intelectual, pues era una mente inquieta, incapaz de estar ocioso. Acababa de publicar La España del maquis (1936-1963), posiblemente su libro más leído y varias veces editado, en el que plasma las vicisitudes de la Agrupación de Guerrilleros de Levante y Aragón (AGLA). Si por estos pagos Alfons Cervera es el relator de la historia de los maquis en clave de ficción, Vidal Castaño puede considerarse su cronista histórico. Publicó también, entre otros títulos, El sargento Fabra: Historia y mito de un militar republicano y Asalto al tren pagador, una colección de relatos en los que expresa su faceta narrativa caracterizada por el interés hacia el pasado, el erotismo, la crítica social y el sentido del humor.
Su obra póstuma sobre Kubrick posee su propia historia y un desenlace digno de una película dramática. Fue un proceso que se extendió a lo largo de muchos años y que comenzó a materializarse, negro sobre blanco, en plena pandemia, como respuesta terapéutica al obligado aislamiento. La misma noche que acabó de corregir las pruebas, poco antes del amanecer, Vidal Castaño sufrió un grave episodio respiratorio que puso fin súbitamente a su vida. Quienes lo conocían bien sugieren una especie de premonición que le impulsó a concluir a tiempo su postrer trabajo. Una valiosa herencia para todos los amantes del cine y de la vida, porque, como dice Pedro Uris en la presentación, de eso es de lo que habla este libro.
13 Kubrick street no es un texto de consulta o de estudio, sino uno de esos volúmenes que se depositan en la mesilla de noche para disfrutarlos sosegadamente y a pequeñas dosis, pues cada capítulo contiene altos niveles de información y materia reflexiva, tanto sobre el cine de Kubrick como sobre el séptimo arte en general y sobre una etapa reciente de nuestra historia relatada desde dentro en primera persona. Un texto que admite, incluso exige relecturas, porque, además de una estructura laberíntica como la misma obra de Kubrick, tiene muchas capas. Y al igual que las lechugas y cebollas de la huerta valenciana son jugosas, refrescantes y nutritivas.
La primera presentación del libro se celebrará el 18 de abril, a las 19.30, en la librería Gaia de Benimaclet (Valencia) a cargo de Justo Serna y Ángel Salguero.
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Autor: José Antonio Vidal Castaño. Título: 13 Kubrick street: Una visita privada. Editorial: Púribus. Venta: Todostuslibros
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