Seguro que has oído hablar de ChatGPT, el modelo de Inteligencia Artificial conversacional basado en lo que se llaman los LLM (Large Language Model), o lo que es lo mismo, algoritmos de Inteligencia Artificial Generativa que producen texto para conversar. Y esto es importante, porque se trata de que conversen, no de que lleven razón. Y tampoco están entrenados con todo el conocimiento universal verificado, así que lo mismo conversan de lo plana que es la tierra, como que de que los extraterrestres viven infiltrados entre nosotros.
Pero si le preguntas por hechos, por datos concretos, factuales, como el que busca en una enciclopedia un dato concreto, puede acabar inventándose lo que le de la gana. Yo, en un experimento sobre mi persona lo probé para ver todas las mentiras que era capaz de producir sobre “Chema Alonso”, y lo cierto es que me sorprendió. Según ChatGPT soy de León, no acabé mis estudios en Salamanca, he trabajado en empresas en las que nunca he trabajado, he fundado otras tantas que nunca fundé y he recibido premios que ni existen. Eso sí, ha hecho que la conversación fuera fluida, entretenida, y hasta divertida.
Ya sabéis, como ese encantador de serpientes que no tiene ni idea de nada, pero que tiene un radar empático para leer las emociones de sus interlocutores y narrar una realidad acorde con lo que el otro quiere escuchar. Charlar por charlar. Pero que sea entretenido.
Esto lo he querido probar con algunas otras personas, a ver si solo era conmigo o con otros más famosos también hacía lo mismo, así que he elegido a un músico, un cineasta y un escritor para ver qué resultados me daba. Y el truco es sencillo, basta con que le tires de la lengua y a cada respuesta que te dé, le preguntes si hay más. Y después si hay más. Como cuando el profesor en la escuela, después de responder tú a su pregunta te dijera: “¿Y…?”. Acorralado, haces la huida hacia adelante y vuelves a responder. Y vuelve a preguntarte: “¿Y…?”
Pues eso es lo que hecho primero con David Summers. Preguntándole por su discografía, a ver si se inventaba algo. Al principio todo bien, pero luego empieza a atribuirle discos que no son suyos y que probablemente ni existen o son de otras bandas. Y si sigo preguntándole “¿Alguno más?” Acaba diciéndome una lista enorme de discos que no son suyos.
Y aquí llega la gracia del asunto, ya que si no eres un experto en Hombres G o en David Summers te puede pasar inadvertido. Te puede parecer que este ChatGPT es un tipo muy listo. Muy, muy, muy listo. Pero la verdad es que en el fondo es un modelo de inteligencia artificial hecho para charlar. Un charlatán, y si tiene que inventarse cosas, pues se las inventa que su objetivo no es ser listo, sino charlatán.
Si vamos ahora a Rodrigo Cortés, el resultado es más o menos el mismo. Sólo que en esta ocasión le he tirado un poco más de la charla. Y de nuevo lo mismo, con todas las cosas que hace Rodrigo Cortés, he dudado en algunas de ellas y he tenido que ir a revisar en IMDB, en la Wikipedia, y en sus biografías para ver aquellos de los que dudaba. Por supuesto, comprobado que miente.
Y de nuevo lo mismo, le puedes tirar de la lengua, y la charla continúa, sea verdad o sea mentira, que lo mismo da. Si supiera ChatGPT lo cuidadoso que es nuestro maravilloso Rodrigo Cortés en la precisión de las palabras, en la exactitud de los datos, y en lo ajustados de los datos, no haría estas cosas. Rodrigo trabaja con diez decimales cuando escribe, habla o comparte información.
Y para terminar, no podía no probar con el nuestro querido Arturo-Pérez Reverte, donde he tenido que tirarle un poco más de la lengua, ya que la bibliografía de nuestro capitán es prolífica, pero al final suelta esto:
Por supuesto, esto nos lleva a un mundo muy peculiar. Ya con la Wikipedia la comunidad de Internet ha tenido que trabajar mucho para evitar las desinformaciones. En MyPublicInbox, por ejemplo, hemos metido un servicio de vigilancia de Wikipedia para detectar estas desinformaciones y el equipo ayuda a todos los Perfiles Públicos de la plataforma a poder corregir errores, desinformaciones o directamente mentiras en sus biografías, pero con ChatGPT esto es un caos ahora.
Por supuesto que creo que los modelos LLM bien entrenados, con datos correctos, y con evolución tecnológica serán grandes maneras de acceder a “Facts” a “Datos factuales”, pero hoy en día son un Interfaz para charlar y conversar sin ninguna garantía de veracidad. Son un colega de cañas con el que pasar un buen rato e incluso estimularte a la hora de desbloquear un proceso creativo de redacción de texto (sea de lo que sea), pero ojo con dar por válida la información que da ChatGPT.
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