La poeta Mariluz Escribano Pueo (Granada, 1935), considerada un ejemplo de conciencia ética, Medalla de Oro al Mérito de su ciudad y Premio Andalucía de la Crítica, entre otros reconocimientos, ha fallecido este sábado en una clínica granadina.
La editorial Valparaíso Ediciones, que publicó uno de sus libros de poesía más importantes, «El corazón de la gacela», ha informado en un comunicado del fallecimiento de Escribano en un hospital acompañada de familiares y amigos.
Una de las autoras más importantes de su época, Mariluz fue hija de Agustín Escribano, un director de la Escuela Normal de Granada que fue fusilado en septiembre de 1936, solo unos días después que Lorca, y de Luisa Pueo y Costa, también represaliada y enviada a prisión cuando su hija tenía nueve meses.
La poeta cursó estudios de Filosofía y Letras y se doctoró en Filología Hispánica por la Universidad de Granada, en la que ejerció como catedrática de Didáctica de Lengua y Literatura en la Facultad de Ciencias de la Educación.
Desde los años sesenta estuvo vinculada a colectivos como Mujeres Universitarias o Mujeres por Granada, movimiento que fundó y lideró durante varios años.
Escribano fue colaboradora habitual de revistas científicas, cuya actividad compatibilizó con la creación literaria, tanto en poesía como en prosa poética, la última firmada en 2013, «Umbrales de otoño», con la que ganó el Premio Andalucía de la Crítica.
También es autora de numerosas obras en prosa, como Cartas de Praga, con prólogo de Luis García Montero; y además ha sido columnista y directora desde su fundación, en 2005, de la publicación semestral «EntreRíos. Revista de Arte y Letras».
Medalla de Oro al Mérito de la Ciudad de Granada, fue seleccionada como una de las 82 poetas más relevantes nacidas entre 1886 y 1960 en el volumen «Poesía soy yo. Poetas en español del siglo XX (1886-1960)», de Visor.
En 2016, esta misma editorial publicó su antología «Azul melancolía», y su último libro, «Geografía de la memoria», fue publicado en 2018 por la editorial Calambur, donde recogía su poema «Cuando yo me vaya».
En enero de este año recibió de manos de la vicepresidenta del Gobierno ahora en funciones, Carmen Calvo, el premio Elio Antonio de Nebrija.
Calvo ha publicado un mensaje de pésame en la red social Twitter al conocerse la muerte de la escritora: «Nos ha dejado Mari Luz Escribano, una creadora de universos y sueños plasmados en la que ya es su obra inmortal. Muy triste pero agradecida por todo lo que nos deja y por el ejemplo de su vida. Descansa en paz».
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