Hace ya muchos años, hablaba con mi amigo Enrique de Hériz sobre los listos que despreciaban a Stephen King refiriéndose a él como un best seller, sin saber nada ni haberlo leído, o por un cultismo mal interpretado, colocándole incluso supuestos negros literarios y tratando de soslayarlo. Nosotros estábamos convencidos de su genialidad porque lo habíamos leído, y Enrique incluso traducido para Círculo de Lectores. Fue él, de hecho, quien me contó entonces una anécdota para acallar definitivamente esas malas voces.
Estaba Enrique en su mesa de Círculo traduciendo cuando unos compañeros de trabajo acudieron a él asustados, porque veían que estaba literalmente boqueando y sin aliento. Lo reanimaron enseguida y le preguntaron:
—¿Qué te pasa, tío?
Él, ya recuperado, les contó que estaba tranquilamente traduciendo un relato de Stephen King y el personaje se escondía en un túnel y, tratando de salir de él, se asfixiaba.
—No sé que me ha pasado, pero me estaba asfixiando como el personaje al que estoy traduciendo —les comentó.
Valga esta anécdota y nuestras lecturas para que los lectores inteligentes acuerden que Mr. King es un Maestro. Obviamente.
Lo vuelvo a comprobar con cada nueva lectura, aunque It continúa siendo una de sus mejores obras. Esta es la portada de la primera edición, y hay una bien traducida al español que todos pueden leer, si les viene en gana. No voy a ser yo quien los intente asfixiar…
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