Se reúnen aquí las anotaciones que Henry David Thoreau fue escribiendo en distintos inviernos. Organizados por meses —diciembre, enero y febrero—, alternan la observación de la vida natural y, por lo tanto, del exterior, con la reflexión acerca de la vida interior del autor en su relación con los demás. La mayoría, en todo caso, fruto de caminatas, paseos y excursiones, están destinadas a evidenciar hasta qué punto la vida salvaje está presente incluso debajo de una gran nevada: las huellas de los ratones, las plumas de una tórtola recién atacada por un halcón, las larvas bajo las hojas de roble; y, en la línea de la división que estableció la Ilustración, aunque al revés, hasta qué punto lo salvaje, o, sencillamente, lo natural, es más enriquecedor que cualquier construcción cultural: “Los sonidos más comunes y corrientes, como el ladrido de un perro, producen el mismo efecto en oídos nuevos y sanos que la música más excepcional”. Pero no solo. De vez en cuando, Thoreau nos insiste también en que hay cosas que superan incluso a cualquier construcción natural: “El mundo se apresura a contemplar las vistas, mientras que hay unas vistas en el cielo que pocos se asoman a mirar”.
"Más allá de eso, vuelve una y otra vez Thoreau a su interior, por más que en alguna ocasión haya dicho que cuanto más cerca de sí está más enfermo se siente"
Más allá de eso, vuelve una y otra vez Thoreau a su interior, por más que en alguna ocasión haya dicho que cuanto más cerca de sí está más enfermo se siente, para aproximarnos a la particular filosofía de vida que poco a poco va construyendo. No solo porque definitivamente considere que “el profesor D. debería dividir su tiempo entre la biblioteca y el campo de arándanos”, sino porque tal vez no siempre la compañía de los demás sea lo mejor: “Un año no tuve más que dos o tres invitaciones para impartir charlas, y otros ninguna en absoluto. Me felicito por que se me haya permitido, de este modo, quedarme en casa. Gracias a ello, soy mucho más rico”. Aquí está, en cualquier caso, el Thoreau de antes y después de Walden, así que aquí también tenemos la oportunidad de descubrir en qué medida aquella experiencia le cambió. Porque como él mismo recuerda en otra de las lúcidas observaciones contenidas en este volumen “todo relato de un viaje es el relato de una victoria o una derrota, de una pugna con todo acontecimiento y fenómeno y de cómo se sale de ella.”
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Autor: Henry David Thoreau. Título: El gran invierno. Editorial: Errata Naturae. Venta: Todostuslibros.
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