En el popular juego «Cluedo» averiguamos dónde, quién y con qué mataron al señor Black, el dueño de la mansión Tudor… Pero la verdad, siempre me he preguntado los motivos del asesinato. Rarito que soy, supongo.
Me dirá usted, querido lector, con la agudeza mental que le caracteriza, que lo mejor sería entonces que fuera a las fuentes y le preguntara al autor. La cosa es más fácil de decir que de hacer, ya que, de entrada, el juego no aparece firmado por ningún lado. Una simpática costumbre de la industria tradicional de los juegos de mesa, esto de ningunear al diseñador del juego. Todo el mundo ha oído hablar de Cluedo, Monopoly y, si me apuran de nuestro patrio «Imperio Cobra»; pero bastantes menos de Anthony Pratt, Elizabeth Magie o Pepe Pineda.
Hagamos un poco de historia: Anthony Ernest Pratt era un músico de cuarenta años que en los años previos a la segunda guerra mundial trabajaba en hoteles del Reino Unido e incluso en cruceros. Eran los años dorados de las novelas de Agatha Christie, y una de las animaciones favoritas en cruceros y sobre todo hoteles rurales era representar un asesinato, con actores infiltrados entre los clientes, y que el «detective» tratara luego de resolver el caso con la participación del público. El bueno de Anthony fue pariendo poco a poco la idea de un juego de tablero, y animado por su mujer Elva (que diseñó el plano original de la mansión Tudor) patentó el juego Murder! el 1 de diciembre de 1944 (sí, en plena guerra mundial, la vida sigue pese a que caigan bombas) y a continuación lo envió a varias empresas jugueteras. Norman Watson, director de Waddington Games, supo ver las posibilidades del juego, aunque exigió varios cambios: Primero, el nombre. Consideró que «Cluedo» (de «Clue» -Pista en ingles- y «do» -de ludo, juego en latín-) sería un nombre más comercial. Luego, los peones: Redujo los diez sospechosos originales a seis, las armas pasaron de ser nueve a seis (se eliminaron el hacha, la bomba y el veneno, si tienen curiosidad). y finalmente modificó el tablero eliminando una sala: La sala de armas, quedando la mansión Tudor con nueve estancias.
La primera edición de Cluedo vio la luz en 1949, y tuvo una discreta acogida, en buena parte por dos factores: Su escasa tirada y la poca publicidad que se hizo del mismo. Cuatro años después, en 1953, Watson esgrime esos números para hacerle una oferta de compra de los derechos del juego por 5.000 libras. El matrimonio acaban de ser padres de una hija, Marcia, y es un dinero extra que les va a venir muy bien, así que Pratt acepta.
Lo siguiente ya se lo conocen, creo: Cluedo se convierte en un juego de mesa clásico, es conocido internacionalmente, Waddington Games es absorbida por Parker Brothers y ésta a su vez por otra empresa aún más grande, Hasbro, que es la que tiene los derechos actualmente. ¿Y Anthony Ernest Pratt? Trabajó de oficinista en una empresa de abogados en Bournemouth hasta su jubilación en 1980. Murió en Birmingham en 1994. Las tumbas de ambos esposos, por si quieren ir a visitarlas, se encuentran en el cementerio de Bromsgrove, en Worcestershire.
Si usted me dice que bueno, que vale, pero que el Cluedo ya me lo conozco, y de hecho lo tengo más que manido… Bueno, hay otros juegos detectivescos que puede que le interesen:
Sherlock Holmes: Detective asesor. (Edge Entertainment). Un juego colaborativo en el que los jugadores tratan de resolver casos asesorados por el mismísimo Sherlock. Puede jugarse individualmente, lo que no deja de tener su qué.
El club de los martes. (Nosolorol). A medio camino entre el juego de tablero y el rol, este juego de resolución de enigmas y deducción permite interpretar el personaje que lleva cada jugador, incluso crearlo con unas reglas específicas.
Sombras sobre Londres. (Devir Iberia). Aquí no se trata de resolver el crimen: El asesino es el serial killer más famoso de todos los tiempos, Jack el Destripador. De lo que trata este juego colaborativo es de atraparlo por las callejuelas de Londres antes de que vuelva a esconderse en su madriguera para salir a matar de nuevo. Cuatro noches. Cinco víctimas. Una cacería.
La herencia de tía Ágata. (Hasbro). En este juego no se trata de encontrar al asesino… porque todos los jugadores lo son. Se trata de eliminar herederos en una mansión repleta de peligros, donde los «accidentes» son algo muy fácil. El tablero tiene la peculiaridad de estar en tres dimensiones.
También se puede, evidentemente, volver al Cluedo más puro de todos, anterior al juego mismo, y jugar una sesión de «Cluedo en Vivo». Esta es la propuesta que ofrece la empresa Mystery Games, en una actividad orientada para todo tipo de grupos, pero especialmente a despedidas de soltera y actividades de empresa.
En fin, sea como fuere, me temo que me quedo sin saber por qué mataron al señor Black… ¿Tienen ustedes alguna pista?
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: