Con El lado salvaje (Tusquets), un conjunto de 23 historias que exploran la conducta de personajes que viven con una constante sensación de peligro, acechados por la vulnerabilidad de su condición o por los fantasmas de sus propios prejuicios, Mónica Lavín (Ciudad de México, 1955) demuestra y corrobora que es una escritora consumada que ha alcanzado un altísimo nivel y maestría literarias. Autora de casi una treintena de obras narrativas, entre las que destacan Ruby Tuesday no ha muerto, Yo, la peor, Las rebeldes, Manual para enamorarse, Cuando te hablen de amor, A qué volver o Camila y el cuadro robado, Lavín logra crear una serie de atmósferas que descomponen la realidad con una sutileza asombrosa, llenando de magia espacios de cotidianeidad sin necesidad de recurrir a la fantasía o la extrañeza. Como observa el crítico Roberto Pliego, Lavín «explora las posibilidades —insospechadas— que ofrece una situación, una intuición», y las planta frente al lector para que sea éste quien en su cabeza analice qué ha sucedido, cómo una escritora ve perturbada su rutina por un enigmático hombre que visita el manglar donde ella acostumbra pasear; qué ocurre cuando la descompostura de un tranvía deja a sus pasajeros expuestos en una zona insegura de San Diego; la forma en que una operación de rutina trastoca la vida de una pareja; qué pasa con el inesperado descubrimiento de un cuerpo calcinado al interior de un coche; o cómo se desenvuelve una muñeca cuando es testigo de las tribulaciones de una familia a lo largo de distintas generaciones. Todo ello, en efecto, sin estridencias, «con suavidad, casi hablándonos en susurros», moviéndose, como apunta Pliego, «con renovado temperamento chejoviano», con una maestría absoluta.
REVISTA DE LA UNIVERSIDAD, NUEVA ÉPOCA
"La Revista de la Universidad de México inicia una nueva época que, bajo la dirección del escritor Jorge Comensal, quiere volver a introducir en sus páginas la reflexión filosófica"
La Revista de la Universidad de México inicia una nueva época que, bajo la dirección del escritor Jorge Comensal, quiere volver a introducir en sus páginas la reflexión filosófica y el contraste de ideas a partir de las inquietudes de la comunidad universitaria. Fundada en noviembre de 1930, la RUM se había decantado en los últimos lustros por temas relacionados con la literatura y la creación artística, más que con el pensamiento y las humanidades, por lo que a partir de ahora, ha dicho Comensal, se abordarán asuntos como la identidad, el diálogo intergeneracional, la incidencia de la inteligencia artificial, la crisis climática y el impacto de las redes sociales en el bienestar colectivo, entre otros. Asimismo, habrá espacio para la ciencia, que tendrá también un lugar importante en el contenido de la revista. El nuevo director, quien sustituye a Guadalupe Nettel, ha declarado que se trata de «la búsqueda de la escritura a partir de una visión científica del mundo, de la práctica de las ciencias tanto sociales como naturales y su reflejo en el arte como una cosmovisión de una sola cultura científica y humanística, con énfasis en la dimensión silvestre y ecológica del planeta». Le deseamos mucha suerte.
DIÁLOGO NACIONAL POR LA CULTURA
"Si la presidenta Sheinbaum quiere escucharla, solo tiene que abrir un poco el radar y encontrará una poderosa resonancia cultural en todas partes"
Me dicen que la nueva presidenta de México, doña Claudia Sheinbaum, está dispuesta a convocar un diálogo nacional para sacar a México del atolladero cultural en el que lleva hundido mucho tiempo. No es porque los mexicanos no hagan cultura. No es porque en México la cultura esté muerta. No. En México la cultura está muy viva, hay muchísima inquietud, una gran actividad a pesar de la escasez de apoyos, a pesar de que las instituciones desfallecen por falta de presupuesto. En México hay una vitalidad cultural impresionante. De modo que si la presidenta Sheinbaum quiere escucharla, solo tiene que abrir un poco el radar y encontrará una poderosa resonancia cultural en todas partes. Hay mucha literatura, mucho arte, muchas manifestaciones culturales de todo tipo en todas partes queriendo abrirse paso y que solo necesitan un pequeño empujón. Es una cuestión de voluntad política y sensibilidad, porque México es un hervidero de cultura. Ojalá su buena voluntad no quede en agua de borrajas. Porque el volcán está a punto de hacer ebullición.
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