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Juan Carlos Chirinos: "Los venezolanos estamos avisando sobre España, y no nos hacen caso" - Zenda
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Juan Carlos Chirinos: «Los venezolanos estamos avisando sobre España, y no nos hacen caso»

En el cuento, una joven pareja venezolana, Laocoonte y Casandra, viajan a España huyendo de lo que queda de su país. En 2001 se empezaron a ver los cambios, algunas cosas no acaban de arrancar en la revolución, pero se percibían efectos positivos. En 2008, después de un paro petrolero y un golpe de estado,...

El escritor venezolano Juan Carlos Chirinos, afincado en España hace 24 años, recupera en su nuevo volumen de cuentos, La sonrisa de los hipopótamos, uno de sus relatos más pesimistas, escrito en 2014, «España se ríe de Casandra», donde el autor alerta del «mal camino» que lleva España. «Deseo con toda mi alma estar equivocado, pero por el camino que vamos la vaina no va bien. Por eso escribí el cuento de Casandra, porque yo, como venezolano, y todos los venezolanos en España, nos sentimos como Casandra, que estamos avisando y no nos hacen caso», advierte el escritor, que reconoce que ya el título del cuento «es bastante elocuente».

En el cuento, una joven pareja venezolana, Laocoonte y Casandra, viajan a España huyendo de lo que queda de su país. En 2001 se empezaron a ver los cambios, algunas cosas no acaban de arrancar en la revolución, pero se percibían efectos positivos. En 2008, después de un paro petrolero y un golpe de estado, aún les quedaban esperanzas. «2011 fue el año de las plagas», dice el narrador. En 2013 hicieron las maletas y se fueron para España, a la espera de su nacionalización como nietos de republicanos. Madrid era tan segura que les daba miedo. Casandra advertía a sus nuevos amigos de lo peligroso que era aupar al populismo, seguir los cantos de sirena, pero nadie le hace caso. En España, le decían, «nunca pasarán esas cosas».

«Los personajes de ese relato están condenados a ver cómo se repite la historia de su país, pero España se ríe de ellos, confiada y feliz, por más que yo no quiera que así sea», reconoce Chirinos, que acompaña el título del cuento con una frase popular de su lugar de origen, Valera: «El que va a salir se asoma». «Es que está tardando mucho este meteorito en caer», suelta con humor venezolano, dispuesto a «pagar una cena a todos» para compensar su pesimismo y negatividad si se equivoca.

En La sonrisa de los hipopótamos (Ediciones La Palma) reúne once cuentos que «andaban dispersos» en diversas antologías publicadas en Europa y América, a los que Chirinos les puso su hilo conductor: «Que cada cuento abriera un boquete en un universo que apunta a lo que yo pienso que es la literatura. La literatura no explica el mundo, es un mundo al lado del mundo, y los cuentos el boquete por el que mira hacia ese mundo», explica el autor de La manzana de Nietzsche, publicada en 2015 en la misma colección.

Nacido en una ciudad de los Andes venezolanos en 1967, este doctor en Letras por la Universidad de Salamanca, asesor literario y profesor de literatura creativa juega en todas sus obras con las voces narrativas; en Los cielos de curumo (2019), su última novela, optó por la ominisciente en segunda persona. Aquí, en el relato que da título al volumen, «La sonrisa de los hipopótamos», pasa del narrador de tercera persona a primera persona sin solución de continuidad y sin que se resienta el relato.

Para el escritor, el concepto de progreso en la literatura no es el mismo que en otros oficios. El mejoramiento de un escritor, dice, «no necesariamente implica que escriba mejor con el tiempo: implica una mayor conciencia de lo que está haciendo, pero su mejor obra puede ser la primera que escribió, y la peor la última».

Está a punto de cerrar una secuela de su novela gótica Nochebosque (2011), que se le está «ralentizando» por culpa de la pandemia, aunque comparte que no es por el confinamiento, porque «salir, salgo poco», dice. «Como los gatos, odio al ser humano y prefiero estar en mi casa», pero no es lo mismo no poder que no querer hacerlo, puntualiza.

Con relatos con el ajedrez como leit motif, Qué dios detrás de dios (2018), dedicados al retardo, Un ataque de lentitud (2007), surrealistas como el que da título al volumen, o el experimento de recuperar su primer relato, «La experiencia de Catrusia», escrito 30 años atrás, y crearle una precuela en 2020, La sonrisa de los hipopótamos se presenta mañana domingo a la tarde en la biblioteca Iván de Vargas de Madrid.

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