La publicación del libro de Ginés Jorquera Letras del arte jondo en el curso de la lírica tradicional hispana, que publica la prestigiosa colección Música de la editorial granadina Comares, en edición de Génesis García, una de las más cuidadosas expertas en la lírica popular cantada, es una buena noticia para la recuperación de un acervo cultural bastante ignorado. Ha querido el destino que cayera en mis manos este libro cuando llamaba la atención de algo que se sabe poco: la deuda que España debía a Pepe Caballero Bonald por su recogida y edición en disco de la tradición andaluza del cante jondo, rescatando así, en la España de los años 50, ese cante del folklorismo superficial del tablao flamencoide, únicamente turístico o de aciagos programas de la televisión franquista. Como bien han hecho los estudios que acompañan a las letras y poemas editados de Ginés Jorquera, tanto el de Génesis García como los de José Martínez Hernández y el catedrático granadino Jose Javier León, esta tradición del cante que ha vivido su esplendor en el campo de Cartagena y muy en concreto en La Unión, no nace de la nada, ni es ajena a una gran tradición que hunde sus raíces, con los hermanos Machado mediante (antes aún y de manera diferente que García Lorca) en el gran venero de la lírica tradicional española, que tanto gusto recopilar al sabio bibliófilo exiliado don Antonio Rodríguez Moñino, y otro sabio, el ciezano don Antonio Pérez Gómez poseedor de una espléndida biblioteca de pliegos de cordel. Jose Manuel Blecua padre, que conocía bien ese mundo que le vino por Quevedo a quien edito, lo primero que hizo al conocerme y saber que yo era de Murcia fue preguntarme por Pérez Gómez.
Hay algo más que erudición en el rescate de esta tradición que cuenta con Ginés Jorquera como uno de los últimos eslabones: hay la conciencia, que tenían los hermanos Antonio y Manuel Machado, de ser herederos de una cultura popular que se conocía en el Romanticismo como lirica tradicional, y que ayudaron a descubrirnos en el Cádiz del primer Romanticismo el gran Agustín Durán, y Cecilia Böhl de Faber, descendiente de Nicolas Böhl de Faber (cónsul germánico en Cádiz) y por tanto conectada con las corrientes alemanas que rescataron la cultura tradicional como una dimensión artística de primer orden, que se refugió en el Romances y Letrillas de Cervantes, de Quevedo, de Góngora o de Lope, pero que la Ilustración francesa, enfrentada a los Austrias, no supo (no quiso más bien) estudiar y valorar. Bastaría con leer el prólogo que hizo a su Historia critica de la literatura española (la primera que se publicó en España el maestro de Menéndez y Pelayo, don Jose Amador de los Ríos, para observar tal dialéctica).
Quienes han editado este valioso libro de Ginés Jorquera saben de lo que estamos hablando, y de la importancia que el cante jondo ha tenido en tal pervivencia, como lo saben los exilados republicanos del Colegio de México, a donde fue a refugiarse durante el franquismo este gran acervo. De milagro se ha salvado para hoy, merced en parte a la puesta de relieve del Festival del Cante de las Minas de La Unión, del que Ginés Jorquera fue secretario muchos años. Dicho festival fue fruto de esa conciencia rescatadora. Pero he dicho mal, no ha sido “de milagro”, sino de estudio y fidelidad que los autores de este libro, y en especial el poeta y recolector editado en él, tienen respecto a una raíz cultural más antigua que la Ilustración. Es conciencia de la cultura popular hecha cante y hecha verso (la distinción según leemos las letras —poemas— de Ginés Jorquera es imposible, pues son ambas cosas). Hay otra condición del libro que lo hace singular: la juntura de poesía y dibujo, pues se editan junto a los poemas de diferentes géneros o “palos” los dibujos que Ginés Jorquera fue trazando en su seguimiento de actuaciones diversas.
Respecto a los poemas aquí reunidos, llama la atención que se pueda seguir a través de ellos un mapa bastante completo de los diferentes géneros, que en el cante jondo se denominan “palos”. Las seguiriyas, que son coplas tradicionales profundamente literarias, nacen vinculadas a la raíz mendicante, romántica y gitana. Ginés Jorquera las ha compuesto inspiradas en Miguel de Cervantes o Francisco de Quevedo, al igual que luego hará con las soleares y bulerías. También obviamente los fandangos, estos mas conocidos. Se traza así en este libro un profundo vínculo entre esa genealogía de la lírica tradicional que los grandes poetas del Siglo de Oro supieron atender y que Rodríguez Moñino, Blecua Tejeiro y otros grandes filólogos transmitieron. Hay asimismo romances que recuerdan la tradición morisca. Y no podía faltar, claro, la impronta del cante de las minas y los diferentes géneros ligados a la tradición cartagenera, cerrándose con unos poemas con honda denuncia social.
Una de las lecciones que este libro de Ginés Jorquera arroja es que en España no debimos descuidar algo que formó parte durante siglos de la lirica tradicional vehiculada por el cante: que lo culto y lo popular anidaron un maridaje, del que poetas y músicos como Manuel de Falla y Federico García Lorca no fueron creadores, sino descendientes. Tal maridaje se ofrece en este libro de Ginés Jorquera, importante por eso.
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Autor: Ginés Jorquera. Título: Letras del arte jondo. Editorial: Comares. Venta: Todostuslibros y Amazon
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