La tercera entrega de las aventuras cómicas de Fox+Chick (Fiesta de pijamas y otras historias) confirma lo brindado en las dos anteriores: la construcción de espacios risueños de amistad, un talento para convertir las viñetas (dos o tres por página) en escenas enteras, en ámbitos acogedores donde los personajes se muestran completos. Esta capacidad “hospitalaria” de los cómics del ilustrador italiano Sergio Ruzzier reside en un espíritu y se concreta en diferentes elecciones.
El espíritu es de carácter bienhumorado, delicado, melancólico. Ello le permite recurrir a la figura de los amigos y a la comicidad de la broma y del disparate desde una posición serena, casi estática. La acción se oculta y en su lugar aparece la repetición, la puesta en escena contemplativa, un cromatismo particular, irreal y armónico, el gusto por los espacios desgastados, imperfectos, rotos o sucios (sin incurrir por ello en ninguna suerte de feísmo; al contrario, apostando por una belleza humana, por un mundo usado, vivido).
"Los interiores y exteriores de sus historias se abren al lector, le permiten entrar en un bello teatrillo acogedor donde los colores pastel"
Quien lee sus cómics para niños de esta serie (a los que el uso de la plumilla y la acuarela, la encarnadura del papel verjurado, la serenidad —como una casa centenaria perdida en Italia— confieren un aire de álbum) encuentra siempre una estructura tripartita (tres historias: “Fiesta de pijamas”, “El martillo” y “La sorpresa”, en este volumen) protagonizada por dos amigos imposibles (un zorro y un pollito) que, pese a sus diferencias de carácter (el paciente Fox, el voluble Chick), se comprenden, se acompañan y ofrecen un espectáculo sencillo, cotidiano, de generosidad, de entendimiento risueño.
De ahí la hospitalidad de la que hablábamos arriba: los interiores y exteriores de sus historias se abren al lector, le permiten entrar en un bello teatrillo acogedor donde los colores pastel (de nuevo gastados, pochos, bellos por mates) muestran la convivencia de los personajes, un mundo campestre añoso pero vivo. Junto a ellos, el blanco oxigenador de algunas viñetas abiertas, reservadas por lo común para las figuras de los personajes, que cobran dignidad para decir sus pequeñas cosas, para manifestar sus pequeñas angustias (el temor a los canguros, la añoranza de un martillo perdido, el gusto por las tartas de chocolate…).
"Hace poco más de una década, Sergio Ruzzier fue uno de los elegidos por Maurice Sendak para pasar un mes de residencia artística en su casa de campo de Connecticut"
Las anécdotas son sencillas, se abren y cierran con una viñeta apaisada a doble página, como un paisaje de inmersión. Algunos de los episodios remiten a motivos de los libros anteriores, en todos ellos late la risa del pequeño disparate, de la contradicción, de la paradoja ligera. Suele escoger Ruzzier para las guardas de sus libros motivos sólidos tomados de los episodios del interior (un suelo de baldosas, un muro de ladrillos). Lejos de resultar grávidas o frías, son guardas cálidas y acogedoras, porque la materia no es reluciente y geométrica sino real, imperfecta. Ahí radica el sentido de su mirada y su encarnadura artística.
Hace poco más de una década, Sergio Ruzzier fue uno de los elegidos por Maurice Sendak para pasar un mes de residencia artística en su casa de campo de Connecticut. Por aquel entonces Fox y Chick aún no habían nacido. Uno se pregunta si en la elección de Sendak no estaba contenida cierta premonición, si en la apuesta por aquel ilustrador italiano no había visto la posibilidad de un arte heredero del universo de George y Martha, los entrañables personajes de su amigo James Marshall.
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Autor: Sergio Ruzzier. Título: Fox+Chick. Fiesta de pijamas y otras historias. Editorial: Liana Editorial. Venta: Todostuslibros.
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