Mientras espero el autobús, repaso los errores del pasado. Haber confiado, por ejemplo, en aquel tipo del banco que me recomendó las preferentes. O no haberme puesto aparato en los dientes, por haber metido la poca pasta que tenía en Fórum Filatélico. O por haberme hipotecado en la extinta CAM… Miro el cielo; más que cielo, celofán. La atmósfera nos protege de la intemperie solo durante un tiempo. Observo los edificios y sus ventanas, orificios en el aire. Son como los agujeritos de las cajas de los gusanos de seda. La gente que me acompaña en la parada, ¿verá lo mismo que yo? ¿Sufrirá como yo sufro? A mi lado, dos cuñados se reconocen mutuamente en sus opiniones políticas, una mujer carga contra la juventud, y un adolescente con el coeficiente intelectual inferior al de sus padres (como diría el neurocientífico Michel Desmurget, aunque yo no estoy de acuerdo) compensa el presunto deterioro cognitivo con su teléfono inteligente. ¿Qué sentido tiene todo esto? ¿Dónde dejé el mapa que me dieron al nacer? Siempre que reflexiono sobre la existencia, salgo mal parado. Las últimas pruebas psicológicas, sin embargo, las superé con creces. Cuando hice el test “Persona bajo la lluvia”, dibujé las gotas rectas, como había que hacerlo. Cuando terminé el test “de Wartegg”, los resultados fueron los de un ciudadano promedio. Estoy bien. No me sucede nada. Solo me mareo cuando me asomo a mis viejas y malas decisiones y las comparo con la buena puntería de los demás. Sí, ya sé que todo el mundo tiene problemas, pero es que hay gente que tiene suerte de verdad. El autobús llega finalmente y el conductor se apea, finalizado su turno. Nos conocemos desde hace mucho. Entramos el mismo año en la empresa de transporte urbano. Sabe lo mal que me ha tratado la vida y el odio que le he cogido al mundo. «Ten piedad de ellos. Muchos van de pie», me implora mi compañero cuando me subo al autobús, me ajusto la camisa del uniforme, sonrío y me pongo al volante.
5/5 (27 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: