Deprecated: Methods with the same name as their class will not be constructors in a future version of PHP; GDLR_Import has a deprecated constructor in /var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/httpdocs/wp-content/plugins/goodlayers-importer/goodlayers-importer.php on line 28
El oráculo imprudente (Arresto domiciliario 96) - Xavier Velasco - Zenda
Warning: is_dir(): open_basedir restriction in effect. File(/usr/share/nginx/html/wp-content/plugins/wpdiscuz/themes/default) is not within the allowed path(s): (/var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/:/tmp/) in /var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/httpdocs/wp-content/plugins/wpdiscuz/forms/wpdFormAttr/Form.php on line 157

El oráculo imprudente (Arresto domiciliario 96)

Si anduviera por ahí estrangulando gente, o tuviera a mis padres encadenados en un sótano lóbrego, haría cualquier cosa menos escribirlo. Y no sólo por el peligro implícito que semejante prueba supondría en las manos de cualquiera, sino porque además el acto de escribir me obligaría a hacer reflexiones incómodas en torno a las extremas...

Hay dos tipos de diarios: secretos e indiscretos. De más está decir, Cuarentenario, que perteneces al segundo grupo, puesto que la presente clasificación es menos un asunto de contenido que de almacenaje. Como supongo que será evidente, nada debe de hacer a un diario más secreto que su presunta naturaleza escabrosa, aunque sigo pensando que hace falta ser bruto para contarle a una hoja de papel –y no digamos a un archivo electrónico– las cosas que ningún otro mortal tendría que saber. Ahora, con tu permiso, me pondré en el lugar del monstruo subrepticio.

Si anduviera por ahí estrangulando gente, o tuviera a mis padres encadenados en un sótano lóbrego, haría cualquier cosa menos escribirlo. Y no sólo por el peligro implícito que semejante prueba supondría en las manos de cualquiera, sino porque además el acto de escribir me obligaría a hacer reflexiones incómodas en torno a las extremas monstruosidades que ya me había enseñado a ver como normales. Tener que poner orden en pensamientos de por sí aterradores me empujaría a radicalizarme, pues si hasta ayer obedecí a mis peores instintos –o al Espíritu Santo, o a Satán, o a mis voces internas, es igual– ahora he de darle voz al raciocinio, que de por sí es tramposo y tiende a coquetear con los abismos. Contra lo que suponen algunos falsos doctos, la escritura no está ahí sólo para decir lo que uno cree saber, como para indagar lo que aún no sabe. ¿Qué más querría saber sobre sí mismo quien trabaja ganándose cadenas perpetuas?

"La escritura no está ahí sólo para decir lo que uno cree saber, como para indagar lo que aún no sabe"

Más que un autorretrato, el diario quiere ser una radiografía y le sobran los medios para conseguirlo. Puede que por ahora no te cuente de las ambulancias cuyos aullidos llegan de allá afuera, pero igual la ansiedad acumulada encontrará la forma de manifestarse, como incluso el secreto mejor guardado va dejando a su paso huellas que no por más etéreas y sutiles son menos delatoras. ¿No es la ficción, por cierto, un secreto imperfectamente almacenado? Ya la pura elección de un ángulo específico para contar las cosas lo deja a uno a merced de los rayos equis.

Un diario no es un álbum de recortes, de antemano creado para ejercer la improductiva perversión de la nostalgia. Nadie te garantiza que al cabo de veinte años lo releas y no experimentes aquel viejo sonrojo que hacía insoportables ciertos momentos de la pubertad. Dirás que te escribo esto porque ayer me atreví a abrumarte con un ya-no-fragmento-de-novela, cual si fueras un álbum de recortes donde lo mismo caben servilletas que tarjetas postales que poemas de amor, pero puedes creerme que no ha sido así. Claro que en tu lugar yo trinaría de celos contra ese libro inmundo que llegó antes que yo y ya debía haberse ido a la imprenta, pero es bueno que sepas que hace días me fui a vivir allí y muy difícilmente pasan por mi cabeza otros asuntos. Si digo que es mi libro es porque yo soy suyo, como tú eres mi diario y mi correclusa es mi correclusa y aquí estoy a las órdenes de los tres, ya comenzando a hablarle a la pared con el pretexto de que tengo un diario. Así que ya lo sabes: ¡Shhh!

4.7/5 (19 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)

Xavier Velasco

Autor, entre otras novelas, de Diablo Guardián (2003), Éste que ves (2007), Puedo explicarlo todo (2010) y La edad de la punzada (2012).

Ver más publicaciones

Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas:

  • Toda alusión personal injuriosa será eliminada.
  • No está permitido hacer comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
  • Zenda no se hace responsable de las opiniones publicadas.
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios

suscríbete a nuestra newsletter

Recibe cada semana una selección de los mejores contenidos de la web, ¡No te lo pierdas!

[contact-form-7 id="6d737e1" title="Formulario de newsletter"]