“No vivimos con rencor
Sólo queremos Rock’n’roll
Bajo tu bigote te ocultas
Tu mera presencia nos insulta
Lo que tú hagas nos la pela
pero querríamos leer tu esquela”
Artista: The Turnip Tops
Single: «No Resentment» (1970)
La gira en la que el Heavy del Bigotón se quedó sin batería acabó, tras una pausa, transformada en un tour acústico. Durante esos recitales, de carácter mucho más intimista que su habitual descarga de kilovatios, solía pensar en algunos músicos con los que había trabajado: que si en esos cinco segundos de pausa Rick Wakeman hubiera aprovechado para colar 50 notas de clavicordio, o que con Glenn Hugues al bajo y coros hubiera podido alcanzar ese agudo que a su voz ya se le resistía, o que ojalá tuviera a Jeff Porcaro ahí detrás para marcar el ritmo preciso…
Muchos son los profesionales con los que ha trabajado en su carrera, como suele ser habitual en un solista, pero no siempre fue un artista en solitario: más allá de su primer grupo infantil, El Rockero de la Pelusilla y Los Acomodadores, que no fue más que un juego de niños, en su adolescencia formó parte de Sergeant Pimentón de la Vera’s Band and the Turnip Tops, banda que por su nombre es fácil deducir que seguía la estela psicodélica del Sgt. Pepper’s de The Beatles: casualmente o no, ese fue el LP con el que los 4 de Liverpool decidieron dejarse bigote.
"Pronto firmó el contrato que su antigua banda nunca había logrado: nacía El Heavy del Bigotón"
Los Sgt. Pimentón de la Vera’s eran poco más que un calco de los Fab Four pero, como adolescentes, también querían romper con los tópicos, y ese deseo determinó la propia composición de la banda: además del Bigotón, incluía a un brasileño tan negro como arrítmico, a un argentino al que había que sacarle las palabras con calzador y a un extrovertido finlandés, todos ellos interpretando las letras de un andaluz que no tenía duende ni gracia alguna. Pese a todos los esfuerzos del manager, un catalán, por que permanecieran unidos —“juntos seremos más fuertes”, decía— aquello acabó en desastre. Queriendo huir de conflictos, ya que eran los años del apogeo hippie, nadie tiraba del carro y cualquier decisión se eternizaba: “a mí me da igual”, “lo que opine la mayoría” eran frases frecuentes en el local de ensayo. Harto, nuestro protagonista dejó el grupo y se lanzó en solitario: erróneas o exitosas, por lo menos se tomarían decisiones y no tendría que rendir cuentas más que a sí mismo…y a su compañía discográfica, claro, ya que pronto firmó el contrato que su antigua banda nunca había logrado: nacía el Heavy del Bigotón.
¿Y qué pasó con sus antiguos compañeros? Tras acortar el nombre de la banda a The Turnip Tops se separaron dos años después, no sin antes publicar un single, “No Resentment”, que en su momento no obtuvo repercusión alguna pero por el que ahora se pagan cantidades indecentes, tanto por parte de los arqueólogos del rock como por los coleccionistas del Heavy del Bigotón. Volvieron a reunirse en 2019 —sin el Heavy, por supuesto— y desde entonces han realizado algún concierto. Tras uno de sus recitales pude entrevistarles y así obtuve muchos de los datos de la infancia y adolescencia de nuestro protagonista que he ido desgranando a lo largo de estos artículos. Y es que menudo filón el finlandés: no calla, el tío, nunca se queda sin batería.
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