Del dadá al surrealismo, el universo lírico de Paul Éluard nunca dejó de trazar círculos nuevos de experimentación lingüística, en busca de una palabra distinta, de una palabra que alcanzase. Hoy reproduzco El espejo de un momento, de Paul Éluard.
El espejo de un momento, de Paul Éluard
Disipa el día,
Muestra a los hombres las imágenes desligadas de la apariencia,
Quita a los hombres la posibilidad de distraerse,
Es duro como la piedra,
La piedra informe,
La piedra del movimiento y de la vista,
Y tiene tal resplandor que todas las armaduras y todas las máscaras
quedan falseadas.
Lo que la mano ha tomado ni siquiera se digna tomar la forma
de la mano,
Lo que ha sido comprendido ya no existe,
El pájaro se ha confundido con el viento,
El cielo con su verdad,
El hombre con su realidad.
Versión de Aldo Pellegrini
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