¡Buenos días de nuevo! La verdad es que me ha costado bastante decidir por qué libro empezar esta sección. Al final he tenido que dejar de intentar justificar el orden de los libros de los que vamos a hablar, porque no hacía más que discutir conmigo mismo y en casa estaban empezando a mirarme raro. Llegado a este punto, he optado por hacer lo que tenía que haber hecho desde el principio: mirar a la estantería de mis libros favoritos y coger “ese” libro. Ese libro que, de alguna manera, me cambió la forma de leer las novelas de detectives. Ese libro que, después de terminarlo, no veía el día en que el siguiente libro de la serie llegara a la librería. Ese libro que no paraba de recomendar a todo el mundo después de leerlo. Ese libro no es otro que Sé lo que estás pensando de John Verdon.
Debo reconocer de antemano que soy un fanático del escritor neoyorkino. En su día, este libro, aparte de representar todo lo que yo espero de una buena novela de detectives, fue una especie de isla desde donde ver pasar desde la distancia toda la novela policiaca sueca que desembarcaba en las librerías. Asesinatos. Muchos asesinatos. En futuras entradas hablaremos de fabulosas novelas nórdicas pero yo, en aquel tiempo, llegué a preguntarme si quedaría alguien vivo en Suecia… Me daba miedo hasta entrar en Ikea por si me estrangulaban con el cable de una lámpara “Krusning”. Y es que aunque Suecia ha sido muy prolífica en la generación de novela negra, John Verdon irrumpió con pasaporte americano en el mercado presentando Sé lo que estás pensando, un debut magistral que le colocó enseguida como nuevo abanderado de la novela policiaca estadounidense.
“¿Crees en el destino? Yo sí, porque pensaba que no volvería a verte y, de repente, un día, allí estaba. Todo volvió: cómo sonaba, cómo se movía, y más que ninguna otra cosa, cómo pensaba. Si alguien te pidiera que pensaras en un número, yo sé en qué número pensarías. ¿No me crees? Te lo demostraré. Piensa en cualquier número del uno al mil: el primero que se te ocurra. Imagínatelo. Ahora verás lo bien que conozco tus secretos. Abre el sobrecito.”
Verdon sostiene que uno de los hechos más inquietantes que puede vivir una persona es recibir una amenaza anónima que nazca a raíz de algo reprobable que ha hecho en el pasado. Ésta circunstancia es, entre otras, la génesis de Sé lo que estás pensando.
¿Qué hay más aterrador que nos adivinen el pensamiento? Una persona recibe una carta urgiéndole a pensar un número cualquiera. Siguiendo las instrucciones de la carta como si fuera un juego, el hombre se siente aterrado al descubrir que el número que ha pensado está escrito dentro del mismo sobre que acompaña la carta. Dave Gurney, agente retirado del departamento de policía de Nueva York, se verá involucrado en el caso cuando el destinatario del sobre, un viejo amigo suyo, le pide ayuda para resolver el misterio. Lo que inicialmente se suponía un chantaje, se convierte en un caso de asesinato relacionado con unos extraños sucesos del pasado.
Bajo este escueto resumen del argumento subyace algo mucho más profundo y más magnético que cualquier cosa que podamos imaginar. La motivación del autor al plantear la historia es algo tan simple como primario. Un crimen imposible de cometer y por lo tanto, imposible de resolver. Este es el punto de partida de esta historia y de todas las historias de John Verdon.
Y es que este enfoque me resulta fascinante. Es obvio que todas las novelas de misterio se basan en el engaño. Pero no solo en el engaño a los demás cuando el beneficio obtenido de la mentira es mayor que el coste de ser cazado, sino en el propio engaño a uno mismo. El ser humano tiene una tendencia increíble a auto engañarse, o más bien, a auto justificarse. Nos entregamos a las mentiras que acarician nuestro ego o nos alejan del riesgo, haciendo que veamos el mundo de una manera absolutamente (o más bien convenientemente) deformada. Colocamos nuestras prioridades en un orden disfuncional para justificar las motivaciones que nos hacen movernos hacia nuestros fines.
Si te adelanto en la carretera, es porque necesito llegar cuanto antes pero si lo haces tú, eres un conductor temerario. Si te grito al hablar es porque me estás provocando pero si lo haces tú, tienes problemas de autocontrol. Mis conductas reprobables nacen de mis circunstancias mientras que las tuyas nacen de tus defectos personales. Estas falsas distinciones son la base del autoengaño y son la clave de bóveda de la obra de John Verdon.
John Katzenback no hablaba en broma al alabar la profundidad psicológica de los personajes de Verdon. Y es que ese es el punto fuerte de Dave Gurney. Su mente, su inteligencia y su capacidad de aplicar la más pura lógica aristotélica a las situaciones más inverosímiles. Resolviendo situaciones al más puro estilo “holmesiano”, Gurney confirma que Verdon fue capaz de deducir la estructura enterrada en las novelas de misterio tras leer una detrás de otra cuando se mudó a una casa en la montaña tras su esperada jubilación.
Verdon nos presenta a Dave Gurney, detective de homicidios retirado, como protagonista; a Madeleine como esposa que intenta mantener a su marido alejado de una vez por todas del peligro y a Hardwick, antiguo compañero de trabajo, que se convierte en su leal escudero en esta aventura que no para de plantearnos desafíos intelectuales. Personajes que maduran y evolucionan dentro de un bestseller de los que te hace pensar.
No puedo terminar esta reseña sin transcribir una reflexión del autor que, tratando de explicar cómo funciona la mente, consigue describir una de las características más arraigadas en el comportamiento del ser humano. Algo que no sólo explica cómo pensamos y cómo nos comportamos sino que nos hace comprender que por mucho que lo intentemos, no podemos cambiar:
“La mente es una masa de contradicciones y conflictos. Mentimos para conseguir que otros confíen en nosotros. Escondemos nuestro verdadero ser en una persecución de la intimidad. Perseguimos la felicidad de formas que nos alejan de ella. Cuando nos equivocamos, luchamos a brazo partido para demostrar que tenemos razón.” – John Verdon
Esto es Sé lo que estás pensando y esto es la obra de Verdon. Un análisis psicológico de la mente del asesino realizado mientras jugamos al ajedrez con él, pero narrado a con tal astucia que las páginas del libro se pasan solas. Una trama absorbente que te dejará sin aliento y un juego mental que te obligará a apartar la vista del libro para concentrarte en pensar en la solución de cada acertijo. Un desafío intelectual, una evidente reflexión estructuralista que nos pone en el centro del laberinto y nos desafía a salir de él. Una gran debut, una novela enorme y un bestseller de los que marcan un antes y un después en el género.
¿Y ahora qué? ¿Qué vas a hacer? ¿Lo vas a leer o te parece poco… “literario”? Lo dejo a tu elección pero si decides leerlo, cuéntamelo. Nos vemos en la próxima.
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Autor: John Vendon. Título: Sé lo que estás pensando. Editorial: Roca editorial. Edición: Papel y ebook
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