Deprecated: Methods with the same name as their class will not be constructors in a future version of PHP; GDLR_Import has a deprecated constructor in /var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/httpdocs/wp-content/plugins/goodlayers-importer/goodlayers-importer.php on line 28
El cementerio marino - Eduardo Martínez Rico - Zenda
Warning: is_dir(): open_basedir restriction in effect. File(/usr/share/nginx/html/wp-content/plugins/wpdiscuz/themes/default) is not within the allowed path(s): (/var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/:/tmp/) in /var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/httpdocs/wp-content/plugins/wpdiscuz/forms/wpdFormAttr/Form.php on line 157

El cementerio marino

El espectáculo era impresionante. Magníficas carabelas, ya viejas, de colores descoloridos y palos rotos, se amontonaban entre las rocas en una amplia extensión de costa. Se veían esqueletos de dragones. Algunos enormes, mayores que él. Él no era un dragón grande, sino pequeño; era un dragón joven… No tenía que estar allí, y él lo...

El dragón dormitaba en el cementerio de barcos. Pronto moriría él también.

El espectáculo era impresionante. Magníficas carabelas, ya viejas, de colores descoloridos y palos rotos, se amontonaban entre las rocas en una amplia extensión de costa.

Se veían esqueletos de dragones. Algunos enormes, mayores que él. Él no era un dragón grande, sino pequeño; era un dragón joven… No tenía que estar allí, y él lo sabía, pero había sido condenado sin remedio a morir antes de tiempo. Morir de hambre, o de aburrimiento, porque allí no había nada que hacer, y lo que se podía hacer, ver los barcos, se hacía pronto.

Sí, la cara y los ojos de Tir, que así se llamaba nuestro dragón, eran reflejo de un gran aburrimiento. Pero ¿por qué estaba allí?

"Su madre no pudo hacer nada por salvarle. Tampoco su padre o sus hermanos. Tir fue confinado a este cementerio de barcos y dragones"

En la última migración de Europa a América había recibido el aviso de su madre de que había que ponerse en marcha. Él hizo caso, y con otros doscientos dragones, aproximadamente, se echó a volar. Durante el viaje no se permitía ninguna distracción, porque los dragones se estaban jugando la vida. Era necesario volar discretamente, todos en grupo, y por la noche, para no levantar las sospechas de sus enemigos, sus terribles enemigos. Pero Tir, inconsciente por su corta edad, se puso a lanzar bufidos, a hablar con sus compañeros de viaje, poniendo en peligro la misión.

El gran Rot lo sacó de la formación y sencillamente le dijo: “Ya me ocuparé de ti”.

Su madre no pudo hacer nada por salvarle. Tampoco su padre o sus hermanos. Tir fue confinado a este cementerio de barcos y dragones.

Su magnífica piel verde y roja estaba perdiendo el color, y él pensaba que ya no podría volar. Se le estaban atrofiando las alas, ya que llevaba semanas en aquel cementerio.

Había perdido toda la esperanza. Por eso no pudo creer cuando vio cómo un espléndido dragón negro, grande, se abalanzaba sobre él y lo levantaba en volandas, nunca mejor dicho:

—Como escarmiento ya está bien —dijo Rot sonriendo—, ¿o acaso pensabas que te iba a dejar aquí para siempre?

4.8/5 (12 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)

Eduardo Martínez Rico

Nació en Madrid en 1976. Se licenció en Filología Hispánica en 1999 por la Universidad Complutense de Madrid, y se doctoró en Filología, por la misma Universidad, en 2002. Es autor de 17 libros publicados, de novela, biografía y ensayo. Entre sus obras se pueden citar las novelas históricas Cid Campeador y Fernando el Católico. El destino del rey, su ensayo La guerra de las galaxias. El mito renovado y su biografía Pedro J. Tinta en las venas. Ha sido profesor del Instituto de Empresa y de la Universidad de Mayores del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras de Madrid (Literatura Española).

Ver más publicaciones

Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas:

  • Toda alusión personal injuriosa será eliminada.
  • No está permitido hacer comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
  • Zenda no se hace responsable de las opiniones publicadas.
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios

suscríbete a nuestra newsletter

Recibe cada semana una selección de los mejores contenidos de la web, ¡No te lo pierdas!

[contact-form-7 id="6d737e1" title="Formulario de newsletter"]