En el año 2001, a los 26 años, se hizo con el premio Hiperión gracias a su poemario El vino de los amantes, al que pertenece el poema que compartimos. Más tarde cosecharía también el Emilio Prados y el Ojo Crítico. La suya es una de las obras más celebradas de la poesía contemporánea en español. A continuación reproduzco De noche, los domingos, un poema de Rafael Espejo.
De noche, los domingos, de Rafael Espejo
De noche, los domingos son más tristes.
Ayuda la impresión bobalicona
de la distante luna, cuyo velo de flema
irreal se contagia:
las familias se arropan a la lumbre
eléctrica, o apuran
los restos de la cena quedamente,
pensando ya en la paz merecida del catre;
descienden el telón de las persianas
y se rinden al sueño de sí mismas.
«Que nadie nos moleste»
digo entonces,
«vámonos a un rincón».
Me aprietas silenciosa. Tú también tienes frío.
Pero los dos sabemos que quizás
sea mejor así,
caminar solitarios los recodos del pueblo
y a espaldas del convento
-piedras despellejadas con verdín-
nuevamente entregarnos en un culto
feliz porque salvaje:
dos mamíferos
que luchan contra el medio por conservar no más
que su sangre caliente.
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: