Todos los veranos vienen marcados por algún tipo de novela que nace con la vocación de enfriar los calores de las largas jornadas al sol, y Alberto Val ha construido un personaje, La Perra, con alma de hielo.
Acostumbrados como estamos a las novelas negras en las que las peculiaridades de los investigadores acaparan gran parte de la trama, la última novela de Val desarrolla de forma más atractiva a los villanos que a los héroes, para sumergir al lector en una historia de dinero, poder y bajos instintos que se desarrolla en las hermosas tierras de Tenerife. Allí, una mujer alimenta a los cerdos con un hombre que se saltó las reglas, en una primera escena concebida con precisión cinematográfica, para causar ese tipo de fascinación morbosa por la que uno no es capaz de apartar la vista de algo que sabe no debiera estar mirando. A partir de ahí, el autor nos introduce en la investigación de la desaparición de un conocido tenista, de nombre Velasco, y aprovecha este punto para mostrar una cara menos amable de la vida de esos niños prodigio: la competitividad, las horas de duros entrenamientos, los progenitores convertidos en entrenadores de alto rendimiento a tiempo completo, la dudosa sinceridad de quienes se acercan y lo que da más miedo: las expectativas. Una vida envidiable desde las páginas de las revistas y los programas de televisión, pero que esconde muchas sombras, que el autor va desgranando mientras avanza una investigación que se enreda y desenreda a golpe de giro. Y entonces volvemos a ella, a la mujer del principio que solo mostró su rostro a quien ya estaba condenado, y que lo oculta al resto bajo esa máscara de perro en cuyo realismo nos insisten, dejando claro que bajo cualquier apariencia, por sincera que la veamos, puede esconderse un verdadero monstruo. Estas son las bases en las que entra una brigada de la policía con vocación, digo yo, de saga, con una apertura lenta que procura evitar los descubrimientos azarosos tanto como las medias mentiras al lector, al que deja seguir paso a paso una investigación en la que la sorpresa es el menos importante de los factores.
La Perra es una novela que va de menos a más, que recuerda en su construcción a los clásicos que ameritaban a sus investigadores logro a logro sin que les temblara la mano a la hora de ponerlos en peligro, demostrando que el clásico “es quien menos te lo esperas” no es una ley para que una novela funcione, sobre todo si lo hacen el resto de sus engranajes. Muestra la cara menos amable de una sociedad aburrida en la que la peor corrupción es la moral, recorriendo un camino sin retorno entre drogas, peleas y, por supuesto, perros.
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Autor: Alberto Val. Título: La Perra. Editorial: Destino. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
4.6/5
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