Juan Mari Barasorda es un apasionado de la novela negra y policíaca. Si no fuera así, no habría invertido tanto trabajo en descubrir los pasos que llevaron a Edgar Allan Poe a escribir el que es considerado el primer relato policíaco de la historia. Para ello revisó la biografía de Poe, sus intereses, sus lecturas, sus pasiones. ¿Influyó Vicocq en la escritura de Los crímenes de la calle Morgue? ¿Qué recortes de sucesos pasaron de su colección particular a influir en sus textos? ¿Se convirtió el propio Poe en un detective de la realidad? ¿Por qué ambientó la historia en París y no en Boston?
A todas estas preguntas da respuesta Barasorda, quien además es articulista de las revistas Calibre 38, Moon Magazine y de la web Cita en la Glorieta, prologuista y colaborador de la colección de época Noir de la editorial De época, y coordinador de los encuentros Bruma Negra.
“Poe comenzó a aficionarse al mundo del crimen en los periódicos, algo que ahora está muy en boga, el true crime. A partir de 1830 comienza a hacer un seguimiento de determinados casos criminales. Curiosamente uno de los relatos que lee es el relato de un orangután que se escapa del circo”.
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