El debut en la ficción de la canadiense Emily Austin es la crónica de un descontento. Gilda, protagonista de esta novela publicada por Blackie Books, se enfrenta desesperanzada a una ansiedad recurrente.
Emily Austin narra en esta novela la angustia vital de una joven que comienza a descubrir un mundo que pareciera le está ancho. Sin embargo, su temperamento dista mucho de la fragilidad. Su discurso mental, lleno de ironía y acidez, da lustre y ritmo a una ficción que se ajusta a los grandes desequilibrios de nuestra contemporaneidad: la ausencia de referentes, el abandono vital y el descontento extendido de una generación carente de metas.
El abandono que protagoniza Gilda —unido a las situaciones que vive en su nuevo puesto laboral y al comienzo de una relación amorosa— hará que el lector acabe identificándose con ese flujo de conciencia que parece componer esta ficción, que provoca que el lector disfrute con cada día de su trabajo, se angustie con el peligroso juego de e-mails en el que Gilda se zambulle y asista embelesado al extraño resurgir de la protagonista quien, aún carente de fe religiosa, irá comprendiendo que todos vamos a morir.
Vamos a morir todos, la primera novela de Austin, es un fresco delirante y delicioso de la juventud. Una obra que ha trazado con cariño y respeto a una generación que bebe del desequilibrio y la desazón emocional. El conjunto conmueve y divierte, la prosa de Austin alivia el peso existencial que, tras una lectura posterior, deja un inevitable poso. No se la pierdan.
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Autora: Emily Austin. Título: Vamos a morir todos. Traducción: Julia Viejo. Editorial: Blackie Books. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
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