Blanca Cabañas es maestra de educación especial y pedagoga. Había hecho sus pinitos en la literatura ganando varios premios por sus relatos. Hasta que en 2021 decidió arriesgar y autopublicar su primera novela, Perro que no ladra. La novela comenzó a tener éxito, cosa que no suele ocurrir en una plataforma como Amazon, saturada por la cantidad de libros que se publican a diario. Las buenas reseñas y las ventas se sucedían. Y una editorial se interesó por la obra.
La escritura de una primera novela suele discurrir por caminos tortuosos. “En un primer momento, no sabía cómo iba a encauzarlo, pero yo quería hablar de lo que conozco, de la educación y de la neuroeducación. Y me llaman mucho la atención las novelas que están ambientadas en las tierras de los escritores, ese factor también quería tenerlo. Y me gustan las novelas contadas desde dos líneas temporales. Fui aunando todo lo que me gusta de una novela para crear la mía propia”.
Así nació Perro que no ladra (SUMA, 2022). Una novela contada en dos tiempos, ambientada en Chiclana, la tierra de la autora, y que nos habla, entre otras cosas, del síndrome de Capgras, un trastorno neuropsiquiátrico en el que el paciente cree que alguien cercano a ella ha sido reemplazado por un impostor que se parece físicamente a la persona original.
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