La idea surgió en una charla entre varios escritores amigos. En un tiempo en el que la cultura y los libros atraviesan momentos difíciles, ¿por qué no crear un lugar nuestro, libre, independiente, donde reunirnos como si se tratase de un espacio público, cada cual con sus libros, sus comentarios o lo que esté en condiciones de aportar, unido todo eso a reseñas de libros interesantes, lecturas felices, columnas de opinión, blogs, recomendaciones, noticias y entrevistas? ¿Sería posible crear una especie de lugar o plaza común, de legión extranjera donde a nadie se le preguntara sino por libros y literatura, sin buenos ni malos, sin etiquetas ni ideologías? ¿Un lugar desde el que, incluso, orientar a los lectores hacia las revistas de libros y los suplementos culturales de los principales diarios españoles y americanos? ¿Un sitio donde lectores, periodistas, editores, escritores, agentes literarios, autores noveles, libreros y todos los interesados en el mundo de la literatura hispanoamericana se encontrasen cómodos y se relacionaran unos con otros?
Alguien tenía que ocuparse de dar forma a la idea, de ponernos en contacto, y los amigos y compañeros confiaron para eso en mí. Me hicieron el encargo de concretar y difundir la idea. Leandro Pérez, escritor, periodista y experto en redes sociales, viejo conocido de muchos de nosotros, se ofreció a ocuparse de los aspectos técnicos y a coordinar los contenidos. Y muy pronto, numerosos escritores y periodistas, españoles e hispanoamericanos, se fueron sumando a la iniciativa. Todos ellos, más los que se van incorporando y aún vendrán en el futuro, han hecho posible que hoy Zenda sea ya una apasionante y prometedora realidad: españoles, mexicanos, argentinos, puertorriqueños… 500 millones de hispanohablantes dan mucho de sí. El territorio es inmenso.
Hacía falta un nombre claro y fácil de retener, con el adecuado sabor libresco. En una charla de café, entre algunos de nosotros, buscamos un nombre para ese lugar, y decidimos ponernos bajo el patrocinio de un título mítico, de bella resonancia literaria y cinematográfica: la novela El prisionero de Zenda, de Anthony Hope. No es, desde luego, la más perfecta novela del mundo; pero sí una aventura apasionante, un folletín a la antigua, en el mejor sentido del término, que no puede dejar de leerse con una sonrisa agradecida y cómplice. De los que, leído en el momento adecuado, como El conde de Montecristo o La isla del tesoro, hacen lectores para toda la vida. Zenda, por tanto, Autores, libros & cía, es el nombre de este territorio de libros y amigos. Nuestro objetivo inmediato es convertirlo, en poco tiempo, en un espacio de gran alcance puesto a disposición tanto de los lectores como de los autores que participan en él, a fin de que lo utilicen como libre plataforma de difusión de su obra, como medio para hacer visible su trabajo y, cuando lo deseen, como vehículo para exponer sus comentarios, artículos u opiniones personales.
Nos hemos esforzado, y lo vamos a seguir haciendo durante mucho tiempo, a fin de que transitar libremente por Zenda sea un privilegio de fácil acceso para cualquiera que a título de ciudadano, transeúnte o simple turista ocasional desee visitar o habitar este simpático territorio. Así que, desde hoy, las fronteras de Zenda, lugar del literario país de Ruritania que imaginó Anthony Hope, están abiertas para todos. Sean bienvenidos. Feliz estancia y felices libros.
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Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: