ANTONIO ENRIQUE (Granada, 1953), de la Academia de Buenas Letras de Granada, cultiva la poesía, narrativa, ensayo y crítica literaria. Como poeta, ha publicado veintiún libros: Poema de la Alhambra (Granada, 1974), Retablo de luna (Granada, 1980), La blanca emoción (Madrid, 1980), La ciudad de las cúpulas (La Carolina, 1980; Melilla, 1981), Los cuerpos gloriosos (Granada, 1982), Las lóbregas alturas (Granada, 1984), Órphica (Rota, 1984), El galeón atormentado (Córdoba, 1990), Reino Maya (Algeciras, 1990), La Quibla (Madrid, 1991), Beth Haim (Granada, 1995), El sol de las ánimas (Albox, 1995), Santo Sepulcro (Madrid, 1998), El reloj del infierno (Granada, 1999), Huerta del cielo (Málaga, 2000), Silver shadow (Granada, 2004), Viendo caer la tarde (Huelva, 2005), Crisálida sagrada (Córdoba, 2009), Cisne esdrújulo (Granada, 2013), El amigo de la luna menguante (Barcelona, 2014) y Al otro lado del mundo (Málaga, 2014).
La Armónica Montaña (Akal, 1986), Kalaát Horra (Muñoz Moya, 1991; reeditada Las praderas celestiales, Comares, 1999), La luz de la sangre (Osuna,1997; Quadrivium, 2008), El discípulo amado (Seix Barral, 2000), Santuario del odio (Roca, 2006), La espada de Miramamolín (Roca, 2009), El hombre de tierra (Padaya, 2009), Rey Tiniebla (Almuzara, 2012) y Boabdil, el príncipe del día y de la noche (Dauro, 2016) constituyen sus novelas, siendo autor asimismo de Cuentos del río de la vida (1991 y 2002).
Su labor crítica está contenida en unos cuatrocientos comentarios, en revistas y prensa. Como ensayista, cuenta con los libros Tratado de la Alhambra hermética (1988, 1991, 2005; edición inglesa, 2007), Canon heterodoxo (2003 y 2012), Los suavísimos desiertos (2005), El laúd de los pacíficos (2008), Erótica celeste (2008), Las cavernas del sentido (2009) y Metidos en una pompa de jabón (2015). Es autor, asimismo, de 70 menos uno: antología emocional de poetas andaluces (El toro celeste, 2016). En 1975, había sido coautor de la antología Cien del Sur sobre la épica.
Decidido impulsor de la Literatura de la Diferencia, movimiento al que dio nombre, en 1994 cofundó el Salón de Independientes, al que se unió más del centenar de escritores. Presidente honorario del Instituto Iberoamericano de Estudios Andalusíes. Reside en Guadix, ciudad en la que se jubiló tras treinta y cuatro años de vida docente y en la que está al cuidado del aula Abentofail de poesía y pensamiento. En 2014, la Diputación de Granada le concedió la Medalla de Oro de la provincia. En 2015, el claustro de profesores del instituto donde ejerció puso su nombre a la biblioteca del centro. En 2016, la Fundación Andrés Bello le otorgó el premio a la Obra Narrativa Completa y en 2017 le fue concedido el premio Andalucía de la Crítica, en su sección de narrativa.