Álex de la Iglesia

Es esa clase de persona de la que aprendes con tan solo observarlo, un genio de nuestra cultura, amable, divertido, cercano y un gran amante de los libros y cómics. La sencillez con la que mira a la cámara y se comporta ante ella es solo una muestra de la gran persona que se esconde detrás del personaje mediático.

Un gusto fotografiar a Álex y compartir unos minutos de charla en una mañana soleada.

Nació en Bilbao en 1965. Se licenció en filosofía por la Universidad de Deusto. Su debut en el medio cinematográfico fue como director artístico en el cortometraje Mamá (1988) de Pablo Berger y después en Todo por la pasta (1991) de Enrique Urbizu.

Su primer cortometraje fue Mirindas asesinas (1991). El Deseo Films produjo su primer largometraje, Acción mutante, en 1993. Fue doblemente galardonado en el Festival de Cine Fantástico de Montreal y consiguió 3 premios Goya, además de convertir a su director en el cineasta más prometedor del año. A continuación estrenó la película que lo consagraría como uno de los directores más relevantes de cine español: El día de la bestia, en 1995. Consiguió seis premios Goya, entre los que destaca el premio al mejor director.

Gracias a su espíritu atrevido y aupado por resultados de taquilla generalmente buenos, Álex de la Iglesia ha ido sumando filmes muy variados tanto en argumentos como en actores, oscilando entre producciones ambiciosas destinadas a un público internacional y otras más apegadas a la tradición española, con toques de esperpento y humor negro. Han trabajado a sus órdenes muchos actores veteranos del cine español, desde Carmen Maura hasta María Asquerino, así como varias estrellas de Hollywood: Rosie Perez, Elijah Wood, John Hurt, Salma Hayek…

Dirigió a Javier Bardem y Rosie Perez en Perdita Durango (1997), a Santiago Segura y El Gran Wyoming en Muertos de risa (1999), a Carmen Maura, Manuel Tejada y Paca Gabaldón en La comunidad (2000), a Sancho Gracia, Ángel de Andrés López y Eusebio Poncela en 800 balas (2002), a Guillermo Toledo, Mónica Cervera y Kira Miró en Crimen ferpecto (2004), y a Elijah Wood, Leonor Watling y John Hurt en Los crímenes de Oxford (2007).

En 2010 estrenó Balada triste de trompeta, que fue galardonada con dos premios en la 67ª Mostra de Venecia, al mejor guion y  con el León de plata a la mejor dirección. En 2011 llegó La chispa de la vida, con Salma Hayek y José Mota como protagonistas y rodada en Cartagena. En septiembre de 2013 estrenó la comedia Las brujas de Zugarramurdi, con un extenso reparto que incluye a Carmen Maura, Macarena Gómez, Hugo Silva, Mario Casas, Terele Pávez o Pepón Nieto. Con esta película obtuvo ocho Goyas y dos Fotogramas de Plata, siendo uno de ellos el premio a la Mejor Película Española según los lectores.

Dirigió sketches para espacios de televisión, como El peor programa de la semana de El Gran Wyoming (TVE) e Inocente Inocente (televisiones autonómicas), así como la serie Plutón B.R.B. Nero (2008) para La 2. Esta serie es una parodia de las series de ciencia ficción protagonizada de manera coral por Antonio Gil, Carolina Bang y Carlos Areces entre otros.

En 2014 dirigió el documental sobre Messi para Mediapro, rodado en diferentes países y localizaciones y ejerció como productor del thriller Musarañas, seleccionado para el festival de Toronto y Sitges. La película estuvo producida por Pokeepsie Films —su productora—, codirigida por Esteban Roel y Juan Fernando Andrés y protagonizada por Macarena Gomez, Nadia Santiago, Hugo Silva y Luis Tosar.

Además, ha publicado recientemente Recuérdame que te odie, su última novela, en la prestigiosa editorial Planeta. En 2015 produjo con su productora Pokeepsie Films la ópera prima de Zoe Berriatúa, Los héroes del mal, y dirigió el largometraje Mi gran noche. En 2017 produce y dirige El bar y Perfectos desconocidos, además de producir la primera película de Eduardo Casanova, Pieles; y la segunda de Zoe Berriatúa, En las estrellas.

Famosos Monsters del Cine es la versión española de Famous Monsters Of Filmland. Para mí, es el origen de todo. Creo que fue la primera revista que me compré, todavía recuerdo esa sensación inolvidable de ir nervioso al quiosco a buscar el nuevo fascículo de Famosos Monsters del Cine.

Se juntaba todo: había reportajes acerca de películas de cuya existencia yo no tenía conocimiento —bueno, yo y quizás mucha otra gente— como clásicos del cine mudo, clásicos del terror como de la serie Tarántulas o películas de Bela Lugosi. Incluían fotografías en blanco y negro extrañísimas con una fuerza increíble, me hacían soñar con un cine fantástico y de terror que desconocía. Apenas tenía 6 u 8 años cuando compraba estas revistas. Era algo maravilloso. Lo mejor era que en el centro incluía siempre unas páginas de cómic, que solían ser de Richard Corben: ahí estaban sus cuentos de terror y sus adaptaciones de Edgar Allan Poe. Eran francamente inolvidables y fueron el origen de mi pasión por los monstruos y el cine fantástico.

Además, en la revista se publicaba gran parte de la colección de objetos de películas de terror de Forrest J. Ackerman, una persona memorable, toda una autoridad muy bien relacionada con todo el entorno del cine fantástico y de terror. Era esa clase de personaje mitómano y fanático del cine que, en aquella época, aquí no existía. Tenía objetos como el ataúd de Drácula, un King Kong, los aparatos de laboratorio de Frankenstein… y gran parte de ellos se pueden ver en su museo en Los Ángeles.