¡Que nada empañe esta victoria! ¿Me ha escuchado, señor pesimista? ¿Señor pum para abajo? ¿Señor que lucha preocupándose desde casa por los derechos humanos e ideales del mundo, la jubilación de los ancianos, la salud pública, los caballos apaleados y los pasteles de papa orgánica? No dejaré que me arruine este bello momento ni con lo de la inflación, ni con lo del hambre en el mundo, ni con que Julián Muñoz se enojó con la Pantoja o que De Paul no le responde los mensajitos a la niña Loli. ¡Se calla! Disfrutaré de la victoria de la selección y de paso le comento: el mundo es como es, no como usted quiere que sea, pero parece que unos cuantos aún no se han dado cuenta. Por eso es que yo le traigo aquí la primicia. ¡Entérense! (Me gusta torturar con esto a los idealistas).
Y ya la veo… Ya la estoy viendo venir con lo de Gaza, y no la tolero. ¡Porque lo de Gaza pasa siempre, querida! Desde que tengo uso de razón se matan como locos en aquella zona, se ve que son tipos jodidos, no habrán tenido afecto de chicos o algo por el estilo y es OBVIO que esto también es un argumento suyo para aguarme la fiesta porque como no se permite disfrutar no quiere que disfrute nadie. ¡Bien egoísta! ¡Bien yo yo yo, lo suyo! Si la conoceré. Mire, es capaz de agarrarse una peritonitis para llamar la atención porque no se aguanta no ser el centro por un rato. ¡De finiquitar a su marido es capaz con tal de poder poner alguna huevería llamativa en la red social!
Ahora, entre nosotros, ¿por qué no se permite ser feliz? ¡La vida es bella! ¡La vida es para disfrutarla! ¡Ha ganado Messi! ¡Han ganado el deporte y la esperanza! Espero pueda verlo a tiempo, le quedan unos cuantos partidos por delante, no sea tonta. Y yo ya sé que usted lo que quiere es verme dando el brazo a torcer, ¿no? Quiere verme quebrar, la conozco como si la hubiera parido, y le voy a dar el gusto, así se queda tranquila. (Pausa larga digna de El momento de la reflexión) En el fondo sé que la vida es una locura, no soy idiota, soy consciente de que mientras el país festeja, en el mundo se mueren niños de pestes evitables, niños que son contrabandeados y prostituidos como si fueran mercancía, pero si no nos damos cuenta la cosa se lleva mejor, ¿entiende? Por eso anda tan bien el negocio de la distracción. Venga conmigo, no sea porfiada, póngase en los ojos la venda celeste y blanca y cantemos, cantemos todos juntos y fuerte porque si no, se escuchan las bombas de Gaza. (Vuvuzelas).
*Escrita en 2014, pero como si hubiera sido mañana…
Continuará…
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