Deprecated: Methods with the same name as their class will not be constructors in a future version of PHP; GDLR_Import has a deprecated constructor in /var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/httpdocs/wp-content/plugins/goodlayers-importer/goodlayers-importer.php on line 28
A un abanico perdido, un poema de Juan Gil-Albert - Zenda
Warning: is_dir(): open_basedir restriction in effect. File(/usr/share/nginx/html/wp-content/plugins/wpdiscuz/themes/default) is not within the allowed path(s): (/var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/:/tmp/) in /var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/httpdocs/wp-content/plugins/wpdiscuz/forms/wpdFormAttr/Form.php on line 157

A un abanico perdido, un poema de Juan Gil-Albert

Entró en contacto con el mundo poético a través de su amistad con figuras como Lorca, Cernuda o Juan Ramón Jiménez. Su impulso vanguardista se vio resentido por la experiencia de la Guerra Civil, que lo viró hacia una poética de corte más intimista. A continuación reproduzco A un abanico perdido, un poema de Juan...

Entró en contacto con el mundo poético a través de su amistad con figuras como Lorca, Cernuda o Juan Ramón Jiménez. Su impulso vanguardista se vio resentido por la experiencia de la Guerra Civil, que lo viró hacia una poética de corte más intimista. A continuación reproduzco A un abanico perdido, un poema de Juan Gil-Albert.

A un abanico perdido, de Juan Gil-Albert

Para Lea Pentagna

En las manos del ocio, un breve tiempo
abriste tu ala blanca, pregonando
el lejano país donde se oculta
la oriental primavera. Yo podía,
con un antiguo gesto silencioso,
sentir la palpitante ligereza
del aire en mis mejillas, como vuela
entre el denso calor adormecido
la errante mariposa. Nunca tuve
poder más lisonjero que los días
en que en tu frágil cetro de bambúes
florecían las brisas al deseo
de su mecido dueño. ¿Quién osaba
rivalizar conmigo un privilegio
tan olvidado, y quién sonríe ahora
a esos dones trenzados por las gracias?
Breve fue, ¡oh tierno objeto!, la fragante
flor de tu amor, que arranca de las manos
el destino insaciable cuando intenta
hundirnos en distancias infinitas.
Como un sueño contemplan nuestros ojos
el vacío de algo que brillaba
como un cuerpo real, y sólo queda
de un tal placer la sombra de una duda,
con tan intensa fuerza evocadora
que visionarios somos de sus tercas
formas desvanecidas. Un aliento
de extraña ligadura nos conmueve
con todo lo que fue, y así tú ahora
transmites al que pulsa el varillaje
de tu inconsciente alma, unos secretos
velados por la lánguida pereza,
y que dan a esa faz que te sonríe,
como yo ayer, el soplo de la vida.

4.2/5 (99 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)

Laura di Verso

Leo poesía, con o sin rima. Y me gusta que me cuenten cuentos. Frecuento las redes, poco, desde marzo de 2020, como @lauradiverso.

Ver más publicaciones

Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas:

  • Toda alusión personal injuriosa será eliminada.
  • No está permitido hacer comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
  • Zenda no se hace responsable de las opiniones publicadas.
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios

suscríbete a nuestra newsletter

Recibe cada semana una selección de los mejores contenidos de la web, ¡No te lo pierdas!

[contact-form-7 id="6d737e1" title="Formulario de newsletter"]