La semana pasada el poeta michoacano Homero Aridjis (1940) asumió con tristeza que su nuevo libro, El poeta en el Antropoceno, que propuso al Fondo de Cultura Económica (FCE), había sido rechazado por la editorial estatal mexicana, que desde 1971 había publicado su obra literaria, compuesta por novelas, relatos, ensayos y poesía. El autor de obras como Los ojos desdoblados, Quemar las naves, La montaña de las mariposas o Los poemas solares, además de quejarse de que se enfrentaba “al ninguneo oficial”, reveló que tras hablar con Paco Ignacio Taibo II, director del FCE, éste le había dado la mala noticia de que el sello editorial ya no publicará poesía. De ser cierto, se trata de una tristísima noticia, que no solo frustra a Aridjis, quien lamenta que con esa decisión se estaría desairando un género que nació con Nezahualcóyotl y que en México ha tenido exponentes de primera magnitud, como Octavio Paz, Rosario Castellanos o José Emilio Pacheco, sino a todo aquel que intuye que la poesía es tan indispensable para la vida como el comer, pues ¿de qué se alimenta el espíritu de los seres humanos, si no es de grandes poemas? No solo de novela y ensayo vive el hombre, podríamos parafrasear. Para más inri, Aridjis dijo que el FCE tampoco quiere reimprimir su libro Tiempo de ángeles (1994), ilustrado nada menos que por Francisco Toledo, uno de los artistas más grandes del siglo XX mexicano, que el poeta había propuesto como un homenaje al pintor, fallecido el 5 de septiembre del año pasado. Aridjis, quien a lo largo de su vida literaria ha escuchado elogios de lectores como Juan Rulfo (“La poesía de Homero Aridjis es un símbolo del amor”), Elie Wiesel (“Homero Aridjis combina erudición, sensibilidad e imaginación”), Seamus Heaney (“Los poemas de Homero Aridjis abren una puerta hacia la luz”) o Alejandro Jodorowsky (“Los poemas de Homero Aridjis son soles interiores”), mantiene el orgullo en alto y ha buscado apoyo en España, para que luego digan, donde el entusiasmo por la poesía, felizmente, aún no decae como en México, y espera editar ahí su obra, “si no se mueren mis amigos escritores y editores”, ha dicho con razonable incertidumbre. Confiemos en que no.
ÁNIMO, LECTORES
"¿De qué se alimenta el espíritu de los seres humanos, si no es de grandes poemas?"
La buena noticia es que lo dicho antes no importa, o importa poco, o de plano vale madres, porque la primera dama de México, doña Beatriz Gutiérrez Müller, ha salido a la palestra (virtual) para animar a los mexicanos a leer, en una campaña así llamada «Te leo», viralicemos la lectura, en la que se grabó en vídeo leyendo un fragmento del libro El don de la ira, unas memorias del nieto del mahatma Gandhi, el pacifista indosudafricano Arun Gandhi. ¿Podía haber leído poemas de sor Juana?, ¿podía haber leído un fragmento de Comala?, ¿podía incluso haber leído, qué le gusta a usted, caro lector, un cuentito de Ningún reloj cuenta esto, de mi admirada Cristina Rivera Garza, por aquello de apoyar la literatura mexicana, la literatura escrita por mujeres y tal y cual? Pues no. En gustos se rompen géneros, ya se sabe. Menos mal que no se despachó con un fragmento de la sobadísima Cartilla moral, libro de cabecera de todo mexicano de pro en estos tiempos de lópezobradorismo. Habría cantado mucho el comercial. Y lo que hace falta son lectores, lean lo que lean. Y punto.
CHARLA VIRAL
"A quien sí deberíamos hacer viral es al doctor Antonio Lazcano Araujo, un científico mexicano especializado en biología evolutiva y el gran divulgador de la ciencia en México"
A quien sí deberíamos hacer viral es al doctor Antonio Lazcano Araujo, un científico mexicano especializado en biología evolutiva y el gran divulgador de la ciencia en México (y que nos perdone Luis González de Alba, que en paz descanse). Toño ha sido fundador del curso y laboratorio «Origen de la vida”, un proyecto único en el mundo. Miembro del Colegio Nacional, también ha estudiado durante más de 35 años el origen y la evolución temprana de la vida por medio del análisis de secuencias de genes y genomas, y de esto sabe como pocos. Experto en virología, el doctor Lazcano ha hablado los últimos días sobre las dimensiones que rodean al coronavirus que genera la enfermedad del Covid-19, pero, como una de esas mentes privilegiadas, es integral, o como se dice ahora, transversal, y aglutina conocimientos médicos, sociales, económicos y de investigación puntera sobre el bicho que está causando estragos en todo el mundo. El próximo viernes 10 de abril, Lazcano Araujo presentará, a las 18 horas (hora de México, siete más en España), la conferencia «¿Qué es un virus?», como parte del ciclo «Viernes viral», a través de las plataformas digitales del Colegio Nacional: en YouTube: elcolegionacionalmx y en Twitter: @ColegioNal_m. Ahí se podrá ver en cualquier momento y, lo mejor, hacerse viral para atacar el coronavirus con dosis de su propio chocolate.
DE MÉXICO AL MUNDO
"Autores de cualquier nacionalidad podrán participar en este certamen, que tiene la intención de apoyar a los escritores sin importar si tienen o no experiencia"
La Fundación Elena Poniatowska Amor, en colaboración con la institución Ventosa-Arrufat, acaba de lanzar la convocatoria de su Primer Concurso Iberoamericano de Cuento y Novela, el cual tiene como principal propósito “promover la identidad cultural e histórica de Iberoamérica”. Así que autores de cualquier nacionalidad podrán participar en este certamen, el cual cuenta con una bolsa total de 700 mil pesos en premios (25 mil euros), y tiene la intención de “apoyar a los escritores sin importar si tienen o no experiencia”, para «incentivar la creación literaria». La temática es libre y los requisitos son enviar una obra escrita en español y ser inédita. En el caso del cuento, debe tener una extensión de entre 15 y 20 folios, y se premiarán 10 relatos, donde a cada galardonado se le otorgará la cantidad de 20 mil pesos (unos 800 euros), así como la publicación de las ficciones en una antología. Respecto a la categoría de novela, el texto deberá constar de 150 a 200 cuartillas, y solo habrá un ganador, a quien se le publicará la obra y recibirá un monto de 500 mil pesos (unos 19 mil euros). La convocatoria cierra el 31 de julio de 2020 y el fallo se dará a conocer a finales de septiembre o principios de octubre, dependiendo del comportamiento del Covid-19. En la Fundación Poniatowska esperan otorgar este premio durante, al menos, los próximos cinco años. Para más información sobre las bases del concurso, consultar la página de la Fundación Elena Poniatowska.
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