¿Cuál es la mejor escena cinematográfica de los años noventa? Muchos de los mejores largometrajes de esa década, como las ganadoras al Oscar a la mejor película American Beauty, Titanic, El paciente inglés, Forrest Gump, La lista de Schindler o El silencio de los corderos, y como Sospechosos habituales, Seven o Cadena perpetua, por citar sólo películas de Hollywood, cuentan con escenas ya míticas, que la magia del cine no acaba ni empieza con los clásicos de John Ford, Alfred Hitchcock o Billy Wilder.
Puestos a elegir una escena, que no una película, entre mis favoritas se encuentra esta escena, una de las últimas, de Sin perdón, el western que Clint Eastwood dirigió y protagonizó en 1992, escoltado por Morgan Freeman, Gene Hackman y Richard Harris:
Con la voz de Constantino Romero, la verdad, casi suena mejor, aunque no he encontrado la escena completa en YouTube:
Es una escena inolvidable. Sobre todo, por el cruce de palabras entre Little Bill Daggett (Gene Hackman) y William Munny (Clint Eastwood). Después de que Munny pregunte «¿Quién es el dueño de esta pocilga?» y asesine a sangre fría al dueño del salón, Little Bill le increpa:
—Es usted un miserable y cobarde hijo de perra. Ha matado a un hombre desarmado.
—Pues debió haberse armado cuando decidió decorar su salón con mi amigo.
—Usted es William Munny, de Missouri. ¡El asesino de niños y mujeres!
—Así es. He matado mujeres y niños. He disparado sobre cualquier cosa que tuviera vida y se moviera. Y hoy he venido a matarle a usted, por lo que ha hecho a Ned. Será mejor que os apartéis.
Nos apartaremos de esta película, después de señalar que ganó cuatro premios Oscar: a la mejor película y al mejor director, al mejor montaje y al mejor actor de reparto (Hackman).
Bien, vuelvo al principio de estas líneas. Os recuerdo la pregunta que encabeza este artículo: ¿Cuál es la mejor escena cinematográfica de los años noventa? Acepto, cómo no, sugerencias y opiniones. Y os adelanto que en la próxima entrega escribiré sobre American Beauty.
Atención: Spoilers. Cualquier escena mítica de cualquier película la destripa, por supuesto. Pero si a estas alturas no has visto Sin perdón, lo menos malo que puede pasarte es que Sharon Stone te clave un picahielo. Instinto básico, por cierto, una de las peores películas de los años noventa, también cuenta una escena memorable…
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