La noche es todo un género literario. Uno al que Andrés Ortiz Tafur ha querido sumarse con un poemario en el que, precisamente, se adentra en la oscuridad con los ojos bien abiertos. El autor se lanza en este libro a explorar la memoria y descubre que los recuerdos también están plagados de noche.
En Zenda reproducimos cinco poemas de Traigo noche en los zapatos (Siltolá), de Andrés Ortiz Tafur.
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MI PATRIA
Me independicé con veintitantos
y no hay un solo día que no eche en falta a mis padres.
Sin referéndum, no fue necesario:
ellos me dieron libertad de elección
y el comodín de los tupper.
E incluso, luego, tras su muerte,
he recibido la cesión de su territorio.
Esto ha sido lo más revelador:
descubrir que mi bandera nunca salió de su casa.
***
CON SU PASO
Cuando veo a una pareja de adolescentes dándose el lote
tomo conciencia de que el futuro es un tiempo
que va perdiendo sentido y fuelle antes de ser vivido,
la prueba irrefutable de que si algo nos enseña la vida
-con su paso-
es justamente a no saber vivir,
a confundir ocho con ochenta,
un Mercedes con un beso.
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LA PRIMERA CITA
Con suerte, acabaremos convirtiéndonos en amigos,
haciéndonos desde esas consultas
propias de la adolescencia,
hasta las más sesudas.
Puede que terminemos montando un negocio,
o sosteniéndolo, al menos.
Pasándolo mal juntos,
apoyados el uno en el otro.
Con el tiempo,
nos veremos en actitudes ridículas
con total normalidad.
Trasmutaremos de lo tierno a lo franco,
en ocasiones, de lo franco a lo tosco,
sin venir a qué,
lo mismo que si fuéramos buenos hermanos,
lo mismo.
Nos limpiaremos la baba, la caca, los mocos;
nos echaremos en falta, nos recordaremos
si algo ocurre, cuando suceda.
Pero antes de eso, seguramente,
seremos
los dueños de un imperio,
el nudo de un árbol,
con brotes que tendrán tu nariz, mis pómulos
y unos ojos en los que mirarnos:
esa pavada gigantesca que te convierte en otra persona,
como una mella en los incisivos
o una leve cojera que se acentúa.
Y seremos, sobre todo, capaces de sentirnos felices
apenas estando tranquilos,
solo porque nos telefonearon para contarnos
que todo está bien,
que ya regresaron de su viaje.
Nada que ver con esto:
sin música, sin velas;
tú, en un sillón,
yo, en otro,
con suerte, frente al mismo televisor.
***
LLUEVE
No supe decirte que llovía.
Que fuera, no muy lejos,
donde vuelcan las montañas,
florecen los limoneros
y persiste el río grande
sin acordarse siquiera
de que aquí también respira.
Que tuve la idea
y no la intención
de llevarte,
pensando que amainaría.
Que traigo la última noche
en los zapatos
y la pena de tu falta
en una futura canción ya escrita.
***
NO SUFRAS
La gente que te deja de querer
siempre te ha querido mal,
a su modo,
mediante un tubo
que absorbe en una sola dirección.
Hasta que, en un momento dado,
estiman que la densidad de flujo es inferior a la deseada,
se emberrinchan por ello
y derraman el vaso.
Entonces te mojas.
Sí, al pronto llueve y sale el sol.
Y te sientes más ligera:
el frescor de una mañana
con todo un día por delante
para seguir queriendo.
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Autor: Andrés Ortiz Tafur. Título: Traigo noche en los zapatos. Editorial: Siltolá. Venta: Todos tus libros.
BIO
Andrés Ortiz Tafur reside en la Sierra de Segura, donde ejerce de bibliotecario en Santiago-Pontones. Es músico y colaborador en páginas de opinión de prensa escrita. Ha publicado cuatro libros de cuentos: Caminos que conducen a esto, Yo soy la locura (XXIV Premio Anual de Escritores Noveles), Tipos duros y El agua del buitre; el poemario Mensajes en una botella que estoy acabando y la colección de artículos Los últimos deseos, Premio de Ensayo Estado Crítico 2021 y finalista al Premio Andalucía de la Crítica, en la modalidad de relato. Galardonado en diversos certámenes literarios, algunos de sus cuentos y poemas aparecen en distintas antologías.
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