Deprecated: Methods with the same name as their class will not be constructors in a future version of PHP; GDLR_Import has a deprecated constructor in /var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/httpdocs/wp-content/plugins/goodlayers-importer/goodlayers-importer.php on line 28
Héroes: La brigada del papel - Zenda
Warning: is_dir(): open_basedir restriction in effect. File(/usr/share/nginx/html/wp-content/plugins/wpdiscuz/themes/default) is not within the allowed path(s): (/var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/:/tmp/) in /var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/httpdocs/wp-content/plugins/wpdiscuz/forms/wpdFormAttr/Form.php on line 157

Héroes: La brigada del papel

Apuntes sobre la creación de Tinta y fuego (NdeNovela), una novela de Benito Olmo sobre el saqueo de libros perpetrado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. ****** Tengo mis motivos. Hace mucho que dejé de santificar los libros. No creo que haya un solo ejemplar en el mundo que valga más que la vida de un ser...

Apuntes sobre la creación de Tinta y fuego (NdeNovela), una novela de Benito Olmo sobre el saqueo de libros perpetrado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

******

Tinta y fuego no hace referencia sólo al saqueo literario cometido por los nazis y que constituye el mayor robo de libros documentado a lo largo de la historia. Se refiere, además, a todos aquellos hombres y mujeres que arriesgaron sus vidas para poner a salvo los libros de los saqueadores en una forma de resistencia que me resulta tan admirable como inexplicable.

Tengo mis motivos.

Hace mucho que dejé de santificar los libros. No creo que haya un solo ejemplar en el mundo que valga más que la vida de un ser humano, por hermosa que sea su edición o por apasionante que sea la historia que albergue entre sus páginas. Por eso me cuesta entender que alguien pueda jugarse la vida por salvar los libros del expolio, sobre todo cuando, en la mayoría de los casos, ni siquiera eran de su propiedad.

Sin embargo, el robo de libros se encontró con la resistencia de un buen número de bibliotecarios y amantes de la lectura que, demostrando un coraje y una inconsciencia rayana en la locura, consiguieron poner muchos ejemplares a salvo. Sucedió en Holanda, en Italia, en París…

Permítanme que les hable de Vilna, en Lituania.

"No tengo manera de saber qué llevó a todos estos hombres y mujeres a arriesgar sus vidas para salvar aquellos libros"

Durante el saqueo de Vilna, había tanto trabajo por hacer que los alemanes tuvieron que buscar ayuda. Echaron mano de los trabajadores del Instituto de la Cultura Judía, a los que obligaron a trabajar para ellos. Bajo una estrecha vigilancia, aquellos hombres y mujeres tuvieron que afrontar la dolorosa labor de decidir qué libros debían ser saqueados y cuales debían ser destruidos. Además, trabajaban con cuotas mínimas diarias, por lo que no podía pasar ni un sólo día sin que condenaran un cierto número de ejemplares al saqueo o a su destrucción, antes de regresar al gueto en el que se veían obligados a vivir después de que la ocupación nazi los hubiera echado de sus casas.

Sin embargo, estos hombres y mujeres no tardaron en organizarse y, en cuanto la vigilancia de sus guardianes se relajó, comenzaron a sacar libros a escondidas para ponerlos a salvo. Cada noche, al terminar la jornada, ocultaban entre los pliegues de su ropa algunos ejemplares valiosos que posteriormente escondían en el gueto. También en este sentido eran muy imaginativos, ya que introdujeron los libros en los lugares más insospechados, como en trasteros, en el alcantarillado, en las azoteas y en el interior de muros huecos.

No tengo manera de saber qué llevó a todos estos hombres y mujeres a arriesgar sus vidas para salvar aquellos libros. Supongo que tras ver su país arrasado, al ser expulsados de sus hogares y al verse obligados a establecerse en un gueto, tomaron esta decisión como una forma de resistencia y, por que no, de venganza ante aquellos que les habían arrebatado sus vidas y, probablemente, habían acabado con las de muchos de sus amigos y familiares. Evitar que los saqueadores se salieran con la suya debía de suponerles un aliciente para levantarse cada mañana y cumplir con la ingrata labor que les habían encomendado.

En el gueto llegaron a bautizarlos como La Brigada del Papel (Die Papier Brigade), la denominación por la que terminarían siendo recordados.

"Los soldados alemanes entraron al gueto y encontraron algunos de estos escondites repletos de libros. Tomaron todos esos ejemplares e hicieron una gran pila que ardió hasta muy avanzada la noche"

Como ya he comentado, los miembros de la Brigada del Papel andaban sobrados de imaginación. Uno de ellos llegó a pedir permiso a los guardias para llevarse al gueto algunos de los documentos que desechaban para utilizarlo como combustible para las estufas. Los nazis accedieron, sin saber que de esa manera estaban posibilitando que este grupo de héroes pudieran salvar una gran cantidad de manuscritos y cartas valiosas ante sus narices.

Pronto llegaron a quedarse sin espacio en el que esconder todo el material que ponían a salvo y llegaron al punto de construir un búnker subterráneo que disponía de su propio suministro eléctrico, en el que fueron introduciendo todo el material que lograban escamotear a los saqueadores.

Hacia el final de la guerra, los soldados alemanes entraron al gueto y encontraron algunos de estos escondites repletos de libros. Tomaron todos esos ejemplares e hicieron una gran pila que ardió hasta muy avanzada la noche. Sin embargo, no pudieron encontrarlos todos y, gracias a los esfuerzos de la Brigada del Papel, muchos libros se salvaron de la quema.

Tras la guerra, se inició una excavación en los restos del gueto para dar con el búnker. Tras varios días de trabajo, y cuando ya habían abandonado toda esperanza, lo encontraron, al fin, repleto de libros y de algunas pequeñas obras de arte.

Sin embargo, también encontraron algo más: en el búnker se hallaba el cadáver de uno de los miembros de la Brigada del Papel, que murió allí dentro mientras trataba de proteger todos aquellos libros de los saqueadores.

————————————

Autor: Benito Olmo. Título: Tinta y fuego. Editorial: NdeNovela. VentaTodostuslibros.

4.9/5 (14 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)

Benito Olmo

Benito Olmo (Cádiz, 1980) es un escritor exiliado en Frankfurt am Main, a pesar de su nulo dominio del idioma alemán. Ha desempeñado oficios muy diversos, como el de rellenador de saleros, constructor de castillos en el aire, agente secreto y huelebraguetas sin licencia. En otro orden de cosas, es autor de varias novelas. Las últimas son La maniobra de la tortuga (Suma, 2016), La tragedia del girasol (Suma, 2018) y Desajuste de cuentas (Storytel Original, 2019). Ha sido finalista del I Premio Aragón Negro/La Trama, del III Premio Santa Cruz, del Premio Tormo Negro-Masfarné 2019, del I Premio Negra y Mortal y del III Premio Cartagena Negra a la mejor novela publicada en 2018.

Ver más publicaciones

Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas:

  • Toda alusión personal injuriosa será eliminada.
  • No está permitido hacer comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
  • Zenda no se hace responsable de las opiniones publicadas.
Notificar por email
Notificar de
guest

1 Comentario
Antiguos
Recientes Más votados
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios
Borja
Borja
6 meses hace

Interesante libro e interesante artículo, aunque, quizás, un poco escaso en sus conclusiones. Yo también he hecho, modestamente, algunas investigaciones para mi libro-crónica titulado «La muerte de Germania. Historia del nazismo en Berlín año a año, 1919-1945» (https://www.amazon.com/dp/B092SWBGCG?asin=B092SWBGCG&revisionId=72503c11&format=1&depth=1) Y es que, según Joseph Goebbels, en su momento Gauleiter de Berlín-Brandeburgo, «los movimientos revolucionarios -como el nacionalsocialismo- no son realizados por grandes escritores sino por grandes oradores”, una idea ya expresada por Adolf Hitler en las primeras páginas de Mein Kampf. Por ello, el Gauleiter aprobó el 12 de noviembre de 1926 la creación en el Gau de pequeñas “escuelas de oratoria”, a las que podrían acudir todos los cuadros dirigentes del NSDAP, con objeto de que aprendieran a expresarse en público mediante la palabra (método que se proyectaría en breve a las alocuciones de radio) Y, por cierto, no olvidemos que gran parte de la seducción de Hitler sobre el pueblo alemán se basó, justamente, en su oratoria. No tanto, pues, en los libros, aunque también, desde luego.

suscríbete a nuestra newsletter

Recibe cada semana una selección de los mejores contenidos de la web, ¡No te lo pierdas!

[contact-form-7 id="6d737e1" title="Formulario de newsletter"]