Marc Barqué (Sabadell, 1986) es escritor, licenciado en filosofía y una de las personas más graciosas y creativas que te puedes encontrar. El destino quiso que le conociera cuando volví a Madrid, a pesar de que viviéramos en el mismo barrio en Barcelona. Es un escritor prolífico, y en un plazo corto de tiempo ha sacado cuatro libros: la trilogía de Nuevos mitos de Cthulhu y Misión en Obscuria, este último en colaboración con Miguel Ángel Parra.
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—Señor Barqué, ¿por qué eligió el terror? ¿Qué significa Lovecraft para usted?
—Siempre he sido muy fanático de todo lo relacionado con el terror y el horror, tanto en literatura como en otros ámbitos (cine, videojuegos, música…), y escribir en ese género es algo que salió sin siquiera planteármelo. Por otro lado, Lovecraft ha sido mi autor de referencia desde que era un adolescente y ha moldeado mi imaginario más sórdido y oscuro. Sus mitos de Cthulhu son perfectos para todo lo que me gusta: ambiente tenebroso, el terror centrado en la insignificancia humana y entidades pavorosas y horrendas en un mundo hostil y material. Tuve claro que mi universo literario debía desarrollarse en ese ámbito.
—En el universo de Lovecraft los Primigenios tienen una gran importancia. ¿Qué representan realmente en su obra?
—Tanto los Primigenios como los Dioses Exteriores conforman lo que se denominan los Grandes Antiguos, y son una metáfora de la hostilidad del universo y la realidad respecto al ser humano. El hombre cree que comprende y domina la realidad, pero en realidad eso sólo es una pequeña parcela del ser. Todo lo que es incomprensible para la razón humana, todo aquello que no encaja en nuestros parámetros lógicos, nos causa miedo y terror (las paradojas físicas, los agujeros negros, la misma extensión absurda del universo, el vacío interestelar…) y los Grandes Antiguos son una metáfora de todo aquello que escapa a nuestra comprensión y control.
—Llaman la atención las formas creativas en las que ha difundido su obra. Ha vinculado métodos antiguos con nuevas tecnologías.
—Sí, así es. Hoy en día es obvio que no se puede rechazar el enorme alcance que te dan las redes sociales y demás recursos de internet, pero creo que los métodos old school también tienen su efectividad. Particularmente, me gusta mucho colgar carteles por las ciudades por donde voy, como cuando tenía mi grupo de Death Metal (¡un saludo a los Morbid Flesh si leen esto!) y colgábamos carteles por las calles. Hay gente que me ha enviado mensajes diciéndome que me conocieron por un cartel colgado en una farola de su barrio.
—¿Es verdad que ha creado un nuevo Primigenio? ¿Podría describirlo?
—He creado varios. El primero fue Ghor-Nakla, una entidad arácnida que nació en la oscuridad cósmica primordial y surca el universo en busca de planetas donde vomitar sus retoños (las arañas que nos creemos que son autóctonas de nuestro planeta son en realidad vástagos de Ghor-Nakla), además de devorar diversas formas de vida tras aplastar sus víctimas con los tentáculos que surgen de su abdomen. También creé a Shûr-GharNa, el Tumor del Espacio, un parásito estelar que se reproduce mediante esporas negras y acaba consumiendo y reventando mundos enteros desarrollándose como un cáncer planetario. También creé un Dios Exterior: Ka’lundah, el Heraldo de la Muerte, adorado por antiguas sectas originadas en la religión védica prehindú.
—¿Cthulhu o Godzilla?
—Godzilla es una dulce mascota algo juguetona al lado del pavoroso Cthulhu. Es como comparar un caniche enfadado con un Tiranosaurio Rex. Cthulhu aplastaría a Godzilla sin apenas darse cuenta. Hay que tener en cuenta que Ph’nglui mglw’nafh Cthulhu R’lyeh wgah’nagl fhtagn.
—¿El terror es un género que se presta a la crítica social o política?
—Puede hacerlo, aunque no es tan susceptible de ello como la ciencia ficción. El terror suele centrarse más en los miedos y fobias humanas, suele centrarse más en conflictos personales que en problemas sociales. Aun así, pueden encontrarse ejemplos de crítica social en novelas de terror, como la crítica a la Iglesia en El monje.
—¿Qué es lo más raro o espectacular que ha visto en una feria del libro de terror o fantasía?
—Un señor disfrazado de Rico, el protagonista de Starship Troopers. Posteriormente me enteré de que el “disfraz” era en realidad el traje original que usó Casper van Dien en la película. Al final no pude hacerme una foto con él, pero me contenté con tener una foto con Dana Barret y el emperador Palpatine.
—En algunos de sus libros mete a personajes inspirados en personas que conoce. ¿Ha matado a alguna de ellas en sus libros?
—Por supuesto. La muerte es el destino más habitual (y piadoso) en mis historias. En el tercer libro hay muchos personajes basados en amigos y conocidos. Varios de ellos mueren, aunque hay otros que han acabado lobotomizados, locos o encerrados en manicomios, aunque en todos ellos hay un denominador común: el ineludible sufrimiento perpetuo. Sólo hay dos que han acabado “bien”, por ahora: Javiam Cross y Robert Vaker (éste igual te suena).
—¿España es un buen país para el género de terror?
—En cierto sentido sí: hay mucho fan del terror (tanto a nivel literario como cinematográfico) y hay bastante oferta cultural (cine, escape rooms, eventos, túneles del terror…). Lamentablemente, a nivel literario es difícil abrirse paso como autor de terror, puesto que los autores noveles nacionales vendemos poco y las editoriales grandes suelen apostar más por los autores clásicos extranjeros. Aun así, en las ferias de libros o culturales donde podemos tener un espacio, la verdad es que la gente se interesa y hay bastante calidez.
—¿Cuáles son sus escritores de referencia?
—Mis escritores de referencia son H. P. Lovecraft, por sus Mitos de Cthulhu, que han sido mi punto de partida para mi trilogía de horror Nuevos mitos de Cthulhu; Tolkien, por su desbordante imaginación, su maravillosa prosa y su desarrollo de elementos oscuros; J. K. Rowling, por su brutal capacidad de crear un mundo aparte con miles de elementos perfectamente interrelacionados, coherente y absolutamente cohesionado; y Robert A. Heinlein, por su perfecta capacidad de crear sociedades distintas que se desarrollan y entran en conflicto a nivel legislativo, costumbrista, lingüístico, etc. Aun así, mi novela favorita no es ninguna de ellos, sino El monje, de M. G. Lewis.
—¿Cuál es su próximo proyecto?
—Actualmente estoy cerrando el proyecto de Nuevos mitos de Cthulhu con la publicación en verano de la Edición Completa Ilustrada (que contendrá varios relatos extra). Tras esto, mi próximo proyecto (ya en marcha) es el desarrollo de un mundo grimdark (o de fantasía oscura, como prefiráis) y cristalizarlo en una novela larga e inspirado en lo más oscuro de Tolkien y en Joe Abercrombie.
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