Dicen que todas las novelas son, de una forma u otra, historias de amor. Si eso es cierto, la última novela de Karmele Jaio es una autopsia del único sentimiento por el que todos pasamos pero que cada uno entiende a su manera. Incluso cuando dos personas comparten una relación, a veces se encuentran en puntos distintos y “es como estar en una puerta giratoria”, dice Olga, la protagonista de Amor capital.
La novela comienza con esta mujer revisando cuántas mujeres han acudido al funeral de su examante, además de su esposa. Este es el punto de partida para realizar un ejercicio de introspección sobre el amor que se verá apoyado por los avances en la tesis doctoral de una alumna sobre el tema. Olga ve en Martín al amor de su vida, el hombre por el que dio todo y ante el que se presentó con el corazón en la mano hasta el día que él terminó la relación con una de esas frases que son intercambiables y que siempre significan que la otra parte ha pasado página cuando tú aún estás recorriendo con el dedo las líneas de una historia que crees te está dando la felicidad. Pero, ¿qué es el amor? Jaio deja que su protagonista deshoje la famosa margarita que vaticinaba con sus pétalos si un amor era o no correspondido, pero cada pétalo, cada capítulo, es un momento en el que el romanticismo anhelado empañaba la realidad de lo que había sucedido. Y es que quizás lo mejor del amor sea la idealización que vivimos de un sentimiento que tiende a exponerse sin mostrar más allá de los tópicos de felicidad y momentos inolvidables. La escritora muestra un sentimiento en el que la protagonista se descuidó en el camino perdida en el ansia de sentirse deseada, amada como en una de esas novelas románticas que se convierten en una trampa fácil para hacer caer a muchas mujeres en una relación en la que cuanto menos reciben más dan, como si se tratara de una guerra en la que mostrar las tropas para garantizar así la victoria. Olga no comprende a su examante y busca justificarlo a la vez que expone sus carencias a la hora de tratar a las mujeres. Martín era un mujeriego y ella, que lo sabe, pretende ser su amor nominal: como ya dije, es la guerra y en esta batalla parecen habernos enseñado que la mayor derrota es quedarse sola.
"No es un libro que trate de ir en contra del amor, lo que busca es una disección del sentimiento"
Como ya hiciera en sus anteriores novelas, Jaio busca los lugares incómodos, los momentos que se esconden por terrenales como si no existieran personajes con necesidades mundanas. Estamos acostumbrados a leer sobre el cigarro después del sexo, pero no a que expongan el desamparo de quien se queda en la cama esperando a que terminen de fumar. El sexo es un espacio íntimo pero también le corresponde otra batalla: “las mujeres follamos metiendo barriga” dice la alumna. «Me hacía llegar al orgasmo antes de penetrarme para sentir que había obtenido esa victoria y ver mi cuerpo rendido», reflexiona la narradora. Y aun así no es un libro que trate de ir en contra del amor, lo que busca es una disección del sentimiento, de la relación a la que conduce y de lo que muchas mujeres dejan en el camino cuando saben que se entregan a un imposible empeñadas en no admitir que lo es.
Puede que haya efectivamente muchas novelas de amor, pero existen muy pocas novelas sobre el amor, y Karmele Jaio le ha dedicado un discurso trenzado con el arte que, además de apoyarlo, puede enseñar a muchos lectores a mirar con otra luz el motivo por el que una novela, en un momento dado de su vida, les llegó a tocar ese punto en el que guardamos las cosas inolvidables. Amor capital es una historia para todos los que en algún momento hemos amado y un recordatorio: puede que el amor sea importante, pero lo más importante somos nosotros mismos.
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Autora: Karmele Jaio. Título: Amor capital. Editorial: Destino. Venta: Todostuslibros.
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