El 1 de enero de 1917 una nueva sociedad naviera comenzaba su vida marinera en el sector marítimo mercantil con una flota de 44 buques de diversos tonelajes, algunos de ellos bastante modernos para la época. Cien años después, esta compañía, la Trasmediterránea, sigue manteniendo sus conexiones regulares de pasajeros y carga entre los principales puertos de la península, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla, Marruecos y Argelia.
Una vida larga y un ingente trabajo conforman la biografía de esta compañía emblemática que no ha querido dejar pasar su cumpleaños sin las celebraciones que bien merece. Por eso, sin dejar de navegar hacia el horizonte, moderna, actualizada, adaptada a los nuevos tiempos, la Trasmediterránea fiel a su política de esfuerzo y capacidad, ha querido poner en orden su vida; organizar sus papeles, limpiar la memoria, volver a repasar, orgullosa los hermosos álbumes de fotos familiares poniéndolos a disposición del admirador; del espectador, del viajero. Emprender por primera vez en su historia centenaria, un viaje al mar sin mar.
El resultado es emocionante: una exposición comisariada de forma magnífica por el historiador Juan Carlos Díaz Lorenzo ubicada, como no podía ser de otra manera, en las Atarazanas Reales de la Ciudad Condal (las Atarazanas fueron catalogadas en 1976, como Monumento Histórico-Artístico por su relevancia histórica en la construcción de barcos) y hoy sede del Museo Marítimo de Barcelona, ciudad estrechamente ligada a la historia de la compañía tanto como a la historia de la navegación en España.
La exposición se estructura en cuatro etapas con grandes chimeneas que van guiando en el recorrido a través de los periodos en que se divide la muestra, y que son: Orígenes de Compañía Trasmediterránea (1917-1945); La autarquía. El INI y la reconstrucción (1946-1977); Nacionalización y modernización (1978-2001); Privatización e innovación: Grupo Acciona (2002-2017).
En los cuatro espacios expositivos que recorren la historia de Trasmediterránea, se exponen piezas de las colecciones del Museo Marítimo de Barcelona que muestran al visitante instrumentos náuticos, objetos de la vida cotidiana a bordo; maquetas de los buques más emblemáticos así como piezas singulares como la vajilla y otros objetos cedidos por empleados de la Compañía, o el elegante uniforme de azafatas diseñado por Elio Berhanyer.
También pueden encontrarse fotografías de gran formato representando interiores diferentes de buques casi a escala real, facilitando de esta manera al visitante la travesía de la imaginación hacia el recuerdo y el pasado. Al igual que las chimeneas, cada uno de los interiores actúa como elementos de ambientación de los periodos en que se divide la historia de la compañía.
Entre las maquetas y procedente de la colección de Trasmediterránea, destaca la del primer “Ciudad de Palma”, así como otra del primer “Ciudad de Barcelona”, cedida por la Autoridad Portuaria de Barcelona. Otras maquetas se refieren a los buques “Ciudad de Barcelona”, “J.J. Sister”, “Ciudad de Salamanca”, “Sorolla” y “José María Entrecanales”. También forman parte de la exposición, aunque mantienen su ubicación en el recorrido del Museo, las maquetas de los buques “Ciudad de Sevilla” (con dos chimeneas), “Villa de Madrid” y “Roméu”.
Esta exposición, primer acto de celebración del centenario de Trasmediterránea, sólo se podrá ver en el MMB hasta el 2 de mayo de 2017. La compañía destaca así la importancia de Barcelona en su historia, como ciudad fundacional.
Y para contrarrestar el carácter efímero que inevitablemente tiene cualquier exposición, Trasmediterránea ha volcado toda esta memoria centenaria en un bellísimo catálogo que vendrá a completar la ya abultada bibliografía que la historia de la compañía ha generado. Para que los recuerdos queden fijados y no se pierdan en el tiempo como estelas en la mar.
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