Abre los ojos

“Las generaciones pasadas no experimentaron un tiempo que transcurriera de forma uniformada, lineal y progresiva (…). En tanto que nosotros hablamos hoy de futuro, ellos hablaban al destino, un tiempo gobernado por fuerzas que superaban con creces las pequeñas intenciones del humano”.

Además, reinaba la idea de que el tiempo se degradaba y envejecía. Es decir, no progresaba, empeoraba. Este concepto nos resulta hoy inconcebible y, sin embargo, como demuestra el autor, no está tan alejado de la realidad. De la realidad real. No de la realidad inventada por las máquinas y los programadores. Porque el futuro puede empeorar, ya lo creo que sí, Marcet lo experimentó en sus carnes: “Yo creí en el futuro. Lo creí a pies juntillas, tanto, que casi me mata”.

La historia del futuro es un ensayo que dinamita ideas preconcebidas. No solo por la tesis, sino también por quién defiende esa tesis. Resulta que Isaac Marcet es el creador de PlayGround, uno de los medios digitales de carrera más vertiginosa hacia el éxito de la última década. Lo que empezó siendo una revista musical se convirtió en una revista de tendencias para millennials y generaciones Z que halló la receta alquímica perfecta: mezclar high and low, una exposición con una nueva tendencia gastronómica, una moda loca, un escándalo político, una llamada a defender una causa medioambiental o un cotilleo de una estrella televisiva. El algoritmo se enamoró de los contenidos de la revista que enseguida se hacían virales. La revista creció y se expandió. El futuro parecía un cometa deslumbrante que surcara el cielo aterciopelado de las redes sociales.

Pero.

El algoritmo cambió, rompió con la revista y se buscó otras amantes. Y el futuro estalló en pedazos en menos tiempo del que se tarda en hacer un clic.

Isaac Marcet vivió al galope de ese cometa durante años; más y más arriba, más y más brillante, hasta que, como Pablo de Tarso, se cayó del caballo a las puertas del futuro. Y vio.

Y lo que vio le hizo detenerse. Este libro trata de eso: de detenerse y pensar.

¿Qué vio Isaac Marcet?

Vio que el futuro no existe. Vio que el futuro es una creación del ser humano, del ser humano capitalista. Trabajamos para poder pagarnos una hipoteca: una inversión a futuro. Invertimos nuestros pocos ahorros en fondos de inversión con una rentabilidad futura de X. Firmamos seguros de vida, seguros de muerte. Vivimos pensando en el futuro. Elaboramos planes estratégicos en nuestra empresa. Preparamos nuestra jubilación. Economía y futuro. Rendimiento y futuro. El futuro de nuestros hijos, el futuro de nuestro planeta. ¿Y el hoy y el ahora mismo, y el instante en el que estamos delante de un poema, delante de una mirada, delante del dibujo de hojas secas en el suelo del bosque?

Nos hemos olvidado del hoy, nos hemos olvidado del ahora.

En este ensayo se nos cuenta todo eso y subrayo aquí el verbo contar: porque se nos cuenta como un cuento. Un “érase una vez un tiempo anterior al futuro”. Con esa cadencia mágica de los cuentos, con esos personajes heroicos que vienen de los mitos griegos, Gea, Urano, Cronos. Esos personajes geniales, a veces considerados locos, como el papa Silvestre II, estudioso de la cultura druida y la ciencia árabe; o Mary Shelley, creadora de un antihéroe que constituye una profunda crítica a la idea de la tecnología y el progreso. Marcet salta ágilmente de unos a otros, de la mitología a la Biblia, de la filosofía a la ciencia, creando un relato metafórico, una fábula. La fábula del tiempo y de cómo los humanos nos creímos la gran trola, la trola del futuro. Y así nos fue. Y así nos va.

Por supuesto, Marcet no plantea la solución, no es ese tipo de libro grandilocuente que tiene respuestas para todas las preguntas, no, el autor solo nos susurra al oído que la solución está en nosotros mismos: detente, salte un momento de tu carril y mira, ¿qué ves a tu alrededor?

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Autor: Isaac Marcet. Título: La historia del futuro. Editorial: Plaza & Janés. Venta: Todos tus libros.