El viaje más trascendental en la Historia de la Humanidad

El objeto de la Agrupación, que ha elegido el nombre del gran escritor y destacado ateneísta Benito Pérez Galdós, padre de la novela histórica, se inscribe en los siguientes puntos:

1. Promover, estudiar y divulgar el conocimiento de la Historia y la Literatura hermanadas en el floreciente género de Novela Histórica.
2. Poner en valor la trascendental contribución de historiadores y literatos españoles en el conocimiento y divulgación tanto de la historia como de las obras literarias surgidas de él.
3. Organizar reuniones, seminarios, coloquios, conferencias y eventos de todo tipo con el fin de difundir todo ese vasto conocimiento y ponerlo al servicio de la investigación, la historia y la literatura.
4. Prestar especial atención, en el cumplimiento de estos fines, a la participación y divulgación entre los jóvenes de las actividades de la agrupación.

La agrupación de Novela e Historia “Benito Pérez Galdós” quiere contribuir, en la medida de sus fuerzas, a esa labor en pro de la cultura y la libertad de pensamiento y expresión que, desde su fundación, hace más de dos siglos, inspira al Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid.

Pérez Henares anunció que en este mes de octubre se iniciarán las actividades bajo nuestra propia agrupación Benito Pérez Galdós. Henares agradece al Ateneo todas las facilidades encontradas para formar la agrupación.

A continuación, presenta a los ponentes de la conferencia, empezando por José Calvo Poyato, del que dice que “es el historiador que hace del rigor de los hechos el camino para divulgar la historia”. De Juan Eslava, padre de la moderna novela histórica española, afirma que “es el divulgador que con solo sus palabras cincela la verdad de la historia” y, por último, de Augusto Ferrer-Dalmau dice que “como pintor es notario de las imágenes de la historia”. Entrando en la materia de la conferencia, manifiesta que es indudable que el descubrimiento de América es el acto más trascendental de la Historia de la Humanidad, por todo lo que aportó, en todos los sentidos, a nuestra vida. Hay un antes y un después de que España colocase en los mapas al Nuevo Continente y en los mercados del Viejo Mundo los productos que se trajeron de Tierra Firme y de las Antillas. Cada barco que arribaba a las costas españolas procedente de América aportó algo desconocido que cambió la percepción del Mundo.

Desembarco de Alonso de Ojeda en la bahía de donde se fundaría Cartagena de Indias, de Augusto Ferrer-Dalmau.

Toma la palabra Juan Eslava Galán, recordando cómo clasificaba el filósofo ovetense Gustavo Bueno los tipos de imperios que existieron a lo largo de la historia: según el catedrático de filosofía, existieron los llamados “imperios depredadores”, que fueron aquellos que sólo se dedicaron a esquilmar los recursos de las tierras que conquistaron, matando y esclavizando a los habitantes nativos. Estos colonizadores no aportan nada a los países dominados; casos conocidos son los imperios británico, francés, holandés, etc. El otro tipo de imperios que el profesor Bueno definió fueron los llamados “imperios generadores”, que son aquellos que, a pesar de su posición dominante y de los abusos cometidos, se dedicaron a aportar sus conocimientos, llegando a replicar sus costumbres, administración, cultura, etc. Esta forma de “imperialismo generoso” compartió parte de su estilo de vida y su organización. Los más representativos de estos imperios fueron el macedonio, fundado por Alejandro Magno, romano, el otomano y el español. España aportó al Nuevo Mundo sus conocimientos sobre navegación, construcción, minería, sanidad, humanidades, cultura, leyes, etc., fundando cerca de 30 universidades, infinidad de colegios, hospitales, hospicios, etc.; mientras que, por ejemplo, los británicos solo fundaron un colegio que luego se convertiría en universidad. En el imperio británico se permitía esclavizar a los nativos, mientras que en el imperio español, gracias a las Leyes de Indias, se reconocía que los nativos, habitantes de las tierras descubiertas, eran súbditos de la Corona española, con los mismos derechos que los habitantes de la Península. Por lo tanto, no susceptibles de ser esclavizados a menos que se rebelasen contra las leyes de la Corona y/o se negasen a ser evangelizados.

Eslava Galán explica cómo, en los siglos XVIII y XIX, el imperio británico llega a explotar sus dominios en otros continentes utilizando las guerras coloniales, como ocurrió con la famosa Guerra del Opio. Esta guerra, en la que Gran Bretaña se enfrentó a China, se libró en defensa de su propio comercio del opio y en detrimento de la salud de los chinos. El imperio británico dominó casi el 50% del comercio mundial en el siglo XIX, por medio del colonialismo, sus ejércitos y la política. A la vez que la prosperidad de las clases media y trabajadora aparece en la metrópoli, en los países colonizados aumenta la explotación de los trabajadores nativos. Como consecuencia de los abusos empleados por dichos imperios coloniales, estos entran en decadencia, las colonias se rebelan contra la explotación y estos imperios terminan desapareciendo.

Álvar Núñez ‘Cabeza de Vaca’ en su recorrido de Florida a California.

Pérez Henares aporta dos datos significativos basados en el análisis de datos reales. En la actualidad, la proporción de descendientes de los nativos y mestizos que viven en los países que fueron colonizados por los pueblos blancos sajones es de poco más del uno por ciento, mientras que los países en los que existieron los virreinatos españoles el porcentaje de descendientes de indígenas y mestizos de esos países se encuentran en la horquilla del noventa al noventa y cuatro por ciento. Hay una salvedad que corresponde a Argentina, a donde, una vez independizada de España, sus gobernantes ordenaron el exterminio de los nativos, quedando en la actualidad menos del dos por ciento de los descendientes de los pueblos indígenas argentinos. Está demostrado que el imperio español no llevó a cabo ningún genocidio en sus provincias de ultramar. Otra de las muchas pruebas existentes del “Derecho de Gentes” que impulsaron los reyes españoles es que el matrimonio entre españoles y nativas se encuentra vigente desde finales del siglo XV, mientras que, por ejemplo, en EE. UU., el matrimonio interracial se permite a partir del año 1967, más de cuatrocientos cincuenta años después que se hubiese permitido en el imperio español.

José Calvo Poyato es el siguiente en tomar la palabra. Comienza su conferencia explicando el significado de los viajes de Colón y del resto de los descubridores, viajes tras los que dio comienzo la primera globalización mundial. El profesor Calvo Poyato afirma que una parte muy importante de nuestra historia está al otro lado del Atlántico. Durante los casi trescientos años que van desde que el padre Mariana publica, en 1592, su Historia de España, hasta que Modesto Lafuente, en 1850, escribe la suya, permitimos que fueran nuestros enemigos, Inglaterra, Holanda, Alemania, Italia, etc., quienes nos dictasen nuestra historia. Narración llena de mentiras, engaños y libelos que no fueron contestados por los reyes y gobernantes españoles de esos tiempos. Lo peor no es que hayan escrito nuestra historia, lo lamentable es que una parte de los españoles ha creído esa leyenda negra, asumiendo las mentiras contadas sobre nuestra propia historia. Una de las grandes falacias es la referida a la “oscura y tenebrosa Inquisición española”, institución que fue la última de ese tipo que se creó en Europa: en el continente llevaba operativa desde hacía más de dos siglos, condenando y ajusticiando a supuestos herejes, brujas y demonios. Las víctimas de las distintas inquisiciones europeas superan en muchos miles a las procesadas por la Inquisición española.

Cuadro de Benito Pérez Galdós expuesto en el Ateneo.

El profesor Calvo Poyato pone especial énfasis en recordar que la fabricación de barcos, unido al desarrollo tecnológico, cartográfico y de técnicas de navegación, permitió que la marina peninsular haya sido durante siglos pionera y dominadora de los mares. Estos avances fueron los que ayudaron a conseguir llevar a buen puerto, nunca mejor empleada la expresión, los viajes de Colón, los realizados por los diversos descubridores, la primera Vuelta al Mundo y el establecimiento del llamado Tornaviaje, con el que el “Galeón de Manila” navegaba gracias a las corrientes y vientos favorables, desde Manila (Filipinas) a Acapulco (México), hasta centenares de épicos viajes que permitieron a los conquistadores españoles llegar, antes que nadie, a multitud de lugares del Atlántico Occidental y al Mar del Sur (océano Pacifico).

España fue pionera y adelantada en muchos asuntos, pero sobre todo en temas de derechos. En el siglo XVI, la Corona establece leyes en defensa de sus súbditos de fuera de la Península. Las leyes de Burgos y de Salamanca fueron el embrión de las futuras leyes del derecho internacional y de los derechos humanos. José Calvo Poyato finaliza su intervención afirmando que “es necesario enfrentarse, con la razón de la verdad, a las falsedades, y que los españoles nos sintamos orgullosos y levantemos la cabeza ante nuestra Historia”.

En el último turno de intervención, Antonio Pérez Henares invitó a Augusto Ferrer-Dalmau, considerado como el pintor histórico que en cada uno de sus cuadros abre una ventana por la que podemos asomarnos a la historia, a mostrar al auditorio los entresijos y detalles de cerca de una decena de sus cuadros sobre temas referidos a los descubrimientos realizados en el Nuevo Mundo. Ferrer-Dalmau contó cómo ve los detalles de los diversos acontecimientos de los hechos históricos que retrata. En un momento del coloquio explicó el método que sigue en la creación de sus cuadros, pasando previamente por un proceso de documentación e investigación similar al que realiza un escritor de novela histórica. Dalmau afirmó que busca ser riguroso en la recreación, tanto en el hecho histórico como en el contexto y en la ambientación del momento, no dudando en visitar el lugar donde se desarrollaron los hechos objeto de su arte. A lo largo de la conversación se suscitaron cuestiones muy interesantes, tales como el proceso a seguir para imaginar las caras de los personajes, quiénes eran cada uno de los principales protagonistas de sus cuadros; de dónde provenían los gestos y expresiones de los personajes no históricos, y cómo en su pintura, de manera unas veces explícita y otras tácitas, rinde homenaje a héroes anónimos. Pérez Henares y Ferrer-Dalmau comentaron de manera distendida y amena los detalles más importantes de los cuadros referidos a:

• El desembarco de Colón en la Española, el 12 de octubre de 1492.
• La entrada de Hernán Cortes en la capital mexicana.
• El desembarco del capitán Alonso de Ojeda en la bahía de lo que hoy es Cartagena de Indias.
• Aprovechando esta conferencia, Ferrer-Dalmau presenta la primicia de poder contemplar imágenes de su última obra, cuadro en donde recrea la toma de posesión por Vasco Núñez de Balboa, en nombre de la reina Juana y del rey Carlos, del Mar del Sur (océano Pacifico).
• La expedición de Coronado a las grandes praderas.
• El cuadro que recrea a Álvar Núñez Cabeza de Vaca en su recorrido de diez años desde La Florida a California y que se utilizó para la portada del libro de Pérez Henares de título homónimo.
• La expedición de Francisco Vázquez de Coronado al Gran Cañón del Colorado.

Los ponentes coinciden en la opinión de que el descubrimiento de América es el hecho más trascendental de la Historia de la Humanidad, ya que se buscaba un camino para llegar a las Indias de las Especias, en el lejano Oriente, y lo que se encontró fueron unas tierras desconocidas que constituían un extenso continente y un inmenso océano.

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Breve bibliografía de los ponentes de la conferencia sobre el tema de ésta:

Autor: Juan Eslava Galán: Título: La Conquista de América contada para escépticos. Editorial: Planeta.

Autor: José Calvo Poyato. Título: La Ruta infinita. Editorial: Harper Collins.

Autor: José Calvo Poyato. Título: La Travesía final. Editorial: Harper Collins.

Autor: Antonio Pérez Henares. Título: Cabeza de Vaca.   Editorial: Ediciones B.

Autor: Antonio Pérez Henares. Título: La Española. Editorial: Harper Collins.

Autor: Augusto Ferrer-Dalmau. Título: Imperio: De los Tercios españoles a la América Hispana. Editorial: Espasa.