En uno de los cuentos de A les dues seran les tres (Quaderns Crema), el espléndido último libro del escritor subterráneo Sergi Pàmies, el narrador acaba asegurando que deberíamos mantenernos “al margen del intento —definitivamente demagógico— de poner la realidad al servicio de la ficción en vez de poner la ficción al servicio de la realidad.” [la traducción es mía] Parece que Mariana Travacio (Rosario, 1967) haya hecho suya esta posibilidad de entender el mundo ficcional para apresar el mundo circundante. Así se ha podido reconocer desde sus inicios en el arte literario, aunque el lector fiel haya sabido de ella con la publicación de las novelas Como si existiese el perdón (Las afueras, 2020) y Quebrada (Las afueras, 2022). Al parecer, como diría Nanni Moretti, alguien trata de hacer historia con suposiciones. Tal vez, Travacio sea una de esas escritoras que en el camino de crear su propio mundo interfiere en el de todos nosotros. Me verás caer, última recopilación de cuentos de la argentina tras los libros de relatos Cotidiano (2015) y Cenizas de carnaval (2018), también es una suposición convertida en historia.
"Cada línea nos hace saber que no importan las prisas, que lo que nos cuentan estas historias podría ser narrado ayer mismo, hace decenios o bien de aquí a un tiempo, cuando el mundo esté preparado para acoger a Mariana Travacio como se merece"
El volumen contiene cinco relatos que bien podrían formar un ciclo unitario. Todo en ellos aspira a lo significativo, como debería ser cuanto cuento se alumbre, tal y como propone su poética, pero se les añade ese espacio fantasmal para las intersecciones que acaban por nutrir una atmósfera común, unos personajes que perviven en los intersticios de todos los hasta configurar una suerte de cuerpo unitario donde unas historias acaban dando sentido a las otras, para al fin dejarse mecer por las aguas amansadas o furiosas del río que ha ido forjándose durante el transcurso de las páginas de estos cuentos imperecederos. Se ha hablado de Rulfo, se ha hablado de Rilke, se ha hablado del Joyce de Los muertos, se ha hablado de las grandes sombras que cobijan la escritura de Mariana Travacio, pero más allá de afinidades, inspiraciones o influencias, la prosa de la autora se mueve con soltura en el territorio de la extrañeza. Ella es una rara. Un monstruo, como decían los antiguos. Y algo de antiguo hay en todo lo que acomete. Léase antiguo por clásico. Es entonces cuando cada línea nos hace saber que no importan las prisas, que lo que nos cuentan estas historias podría ser narrado ayer mismo, hace decenios o bien de aquí a un tiempo, cuando el mundo esté preparado para acoger a Mariana Travacio como se merece.
Más que destacarse cuentos, cabe destacar sintagmas y frases: “el agua que caía del cielo con un empecinamiento de necios”, “ese horizonte que tiene una indeclinable forma de pasto”, “ese rictus de amargura que se instala con la familiaridad del hábito”, “él chorrea, solito, su pena amarillenta de foto antigua”… Poco más hay que decir. Si sólo fuera el gusto por la palabra precisa ya sería suficiente. Pero es que además hay un placer animoso por la estructura y por las voces que cuentan estas historias de desdicha y pena, de huidas y esperas. Travacio sabe bien qué lodos arrastran los fangos de las familias felices.
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Autor: Mariana Travacio. Título: Me verás caer. Editorial: Las afueras. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
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