Cuando el narrador de esta novela lee en la adolescencia sus primeros libros, intuye, en medio de la pobreza y el provincianismo en el que vive, que en esos años está construyendo el germen de su propia independencia y presiente que “hay otros horizontes donde la salvación es posible, otras vidas que merecen ser vividas” (p. 70). Esta novela, El corazón del cíclope, muestra el desengaño de esas ilusiones, porque plantea cómo las vidas de las personas se pueden malograr en unas circunstancias dramáticas.
Se llama Leo y “nació pobre en un país miserable”. Desde su refugio evoca episodios de su vida, mediante recuerdos y asociaciones que se van hilvanado sin seguir un orden cronológico. Recuerda la vida familiar, el nacimiento desgraciado del niño Esmeraldo, las penurias de sus abuelos; las dificultades que entristecieron la vida de sus tíos. Cuenta su propia vida, desde que dejó la escuela con diez años y empezó a trabajar como aprendiz en una ferretería hasta que luchó en la Guerra Civil, en el frente de Asturias, pasó luego una temporada en la cárcel y se escondió meses después en la montaña. En esa historia dramática desempeña los papeles de niño asombrado al principio, ferretero, zahorí, soldado, maqui y, finalmente, fugitivo. Su vida tiene como trasfondo episodios trágicos de la historia del país: las huelgas de 1917 y la primera Guerra Mundial, la dictadura de Primo de Rivera, el desastre de Annual, los ecos de la revolución rusa, los tiempos convulsos de la Segunda República, las revoluciones mineras de 1934, la Guerra Civil. Al recordar esos sucesos, reflexiona: “no hay idea que valga la vida de un hombre, pero los hombres luchamos y nos matamos por las ideas” (p. 269).
El autor, José Antonio Abella, ha ambientado otros libros anteriores en escenarios similares a los de esta novela, como en los relatos que componen Trampas de niebla y en la novela titulada Aquel mar que nunca vimos. Nacido en Burgos en 1956, obtuvo el premio de la Crítica de Castilla y León en 2014 con La sonrisa robada. Con El corazón del cíclope ha obtenido el premio Ateneo-Ciudad de Valladolid.
Esta novela está escrita con un estilo fluido, que combina en un mismo párrafo la imagen poética con coloquialismos, la palabra culta con el registro provinciano. El realismo de la narración conduce a una literatura social con apuntes históricos, que emplea los recursos del naturalismo y el melodrama para reflejar la miseria social y las historias desgraciadas que viven los personajes: el primo Esmeraldo, que nace deforme; el tío Basi, al que un vagón de tren le aplastó la rodilla; la tía Ludovina, que tiene la pierna paralizada por la polio; el declive por el que se precipita la abuela Esmeralda; los fetos que nacen deformes; los habitantes del pueblo que sufren muertes violentas…
Envuelta en esa vorágine, la vida de Leo experimenta los vaivenes azarosos de un destino trágico. En el capítulo final escribe a su hijo: “ojalá nunca tengas que vivir una guerra (…). Al que sobrevive a una guerra le quedan cicatrices que nunca se borran: a veces en el cuerpo, siempre en el alma. Y un alma llena de cicatrices es un alma endurecida, hecha de cuero” (p. 391). Esta novela muestra las cicatrices de unas vidas que transcurren en un mundo guiado por la sinrazón y la violencia.
—————————
Autor: José Antonio Abella. Título: El corazón del cíclope. Editorial: Menoscuarto. Venta: Todostuslibros.
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: