Claudia Piñeiro nos presentó a Inés, la protagonista de El tiempo de las moscas, en su novela Tuya. Cuando comienza esta nueva novela, han pasado quince años de los acontecimientos de la anterior y la autora nos los resume perfectamente en las primeras páginas para que la lectura pueda realizarse de forma independiente. Puede parecer banal, pero, ya sea por resumen rápido o por recordatorio al lector, siempre agradezco una contextualización que me sitúe sin exponer totalmente los secretos de novelas anteriores a la que tenga entre manos: y Piñeiro lo consigue.
Han pasado quince años en la ficción, tres más que en la realidad, y su protagonista ha cambiado, pero mucho más lo ha hecho el mundo que la rodea. Inés es una mujer marcada por su pasado y por su concepción de la sociedad. Ella se siente de otro mundo, en el que su lugar estaba medido y del que fue enviada a la cárcel por un delito del que no reniega y que tampoco olvida. La estancia en prisión se convierte en una experiencia vital en la que se relaciona con mujeres y de la que sale La Manca, el apoyo incondicional con el que monta una empresa en la que cada una se dedica a sus cosas. Inés se encarga de plagas, La Manca de investigar encargos que suelen estar relacionados con infidelidades. Y sobreviven.
"A fin de cuentas, ¿a quién le importa si alguien mata a una mosca?"
Piñeiro nos presenta a una mujer que lucha para seguir adelante, a la que nadie ha regalado nada y que es consciente de que nadie se lo va a regalar. Una mujer que vive repudiada por su madre, por su hija, por una sociedad que no la mira y, si lo hace, es para despreciarla o, peor aún, para utilizarla sin que ella se sienta capaz de poder evitarlo. Y entonces el lector piensa que las protagonistas son las moscas, esas que toman parte de la novela, que aportan datos más importantes de lo que les corresponde como insectos que, sin ser animales, estorban la vista. Hasta que nos preguntamos si de lo que trata en realidad esta novela es de personas que importan y de otras que pueden ser aplastadas como insectos. A fin de cuentas, ¿a quién le importa si alguien mata a una mosca?
Con esta premisa y una protagonista con la que es fácil empatizar, el lector se deja llevar por una trama cargada de denuncias en la que el feminismo y el papel de las mujeres en la sociedad contemporánea se apea a pie de calle para dar profundidad a lo que hubiera podido ser un simple thriller criminal.
"Gran parte de la inteligencia de la novela está en permitir al lector juzgar tanto a las protagonistas como a su entorno"
Las novelas, al igual que las anécdotas de la vida, dependen de la forma en la que son narradas, y si Tuya era una novela más al uso, El tiempo de las moscas profundiza en la mente de Inés para no dejarle guardarse ni un solo secreto. A fin de cuentas, son unos ojos que renacen a la vida exterior. Desconocen el camino, pero son capaces de observar los resultados. Ahora lo que falta saber es la decisión que tomará cuando se le presente la ocasión de obtener el dinero que necesita para ayudar a su amiga y que implicará al lector en un juicio moral. Gran parte de la inteligencia de la novela está en permitir al lector juzgar tanto a las protagonistas como a su entorno y hacerlo partícipe tanto de la denuncia como de la situación.
Con su última novela, Claudia Piñeiro evoluciona profundizando tanto en sus personajes como en el calado social en el que se desarrollan sus historias.
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Autora: Claudia Piñeiro. Título: El tiempo de las moscas. Editorial: Alfaguara. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
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