La gran serpiente, de Pierre Lemaitre

La gran serpiente es aquella primera novela escrita por Lemaitre que nunca llegó a ver la luz y que ahora se presenta en las librerías mostrando que el autor comenzó en el género antes de consagrarse como escritor literario respaldado por premios y lectores a lo largo y ancho del mundo. Ya sabíamos, y muchos hemos disfrutado de sus novelas negras antes de su giro literario pero, aun así, es difícil estar preparado para lo que el autor guarda para nosotros. Escondida detrás de una cubierta con perro, se encuentra la historia de Mathilde Perrin, una mujer viuda que ha pasado ya la sesentena y vive acompañada de su dálmata (el perro). Y escondida también detrás de esta apariencia de señora normal se encuentra la de una asesina a sueldo despiadada y cruel con más de treinta años en el ejercicio de su profesión. Con esta premisa Lemaitre nos introduce en un mundo de cabinas de teléfono (son los años ochenta), con policía investigador y asesina con Alzheimer e ideas peregrinas que conducirán a la básica conclusión de que Mathilde ya no es válida para su trabajo. Qué hacer con ella es fácil: cuando uno tiene la profesión de asesino a sueldo nadie espera que la jubilación sea una opción. Está claro que la van a tener que eliminar.