Una obra ambiciosa que expone de manera clara y rigurosa el mundo nazi y realiza un recorrido asombroso por la época que vio nacer este fenómeno. Aquí no solo hacen acto de presencia los «grandes hombres», sino también aquellos personajes anónimos que, sin hacer historia, la padecieron. Un viaje que nos conduce a través de la prodigiosa transformación de Alemania durante los trece años en que Hitler estuvo en el poder (1933-1945).
En este libro, Juan Eslava Galán ha volcado todo su conocimiento de años de investigaciones y lecturas. Planteada con un formato especial y dinámico, esta Enciclopedia nazi ofrece a los lectores una experiencia rica y personal en la que cada lectura será una pequeña aventura.
***
ABHÖRVERBRECHER («radioescucha furtivo»). También Feindhörer («el que escucha emisiones del enemigo»). Se dice de la persona que escucha radios extranjeras a pesar de la prohibición.
RECUERDE: la escucha de emisoras extranjeras es un delito contra la seguridad nacional de nuestro pueblo. Por orden del Führer será castigada con fuertes penas de cárcel.
Avanzada la guerra, este delito llegó a estar penado con la muerte. A Oskar Kusch, comandante del submarino U-154, lo denunció su primer oficial, Ulrich Abel, porque escuchaba la BBC en la radio del submarino. Un consejo de guerra lo acusó de Wehrkraftzersetzung («desmoralización») y lo condenó a muerte. Lo fusilaron el 12 de mayo de 1944 [1] (v. censura).
***
ABWEHR. Agencia de espionaje y contraespionaje militar alemana que actuó entre 1920 y 1944 [2]. El almirante Canaris (v.), su director desde 1935, procuró mantenerla al margen de intromisiones nazis, especialmente de la agencia rival de las Schutzstaffel (v. SS), dirigida sucesivamente por Heydrich y Schellenberg.
Las dudas sobre la lealtad de la Abwehr movieron a Hitler a suprimirla (lo hizo el 18 de febrero de 1944) y transferir sus funciones al Sicherheitsdienst o SD (Servicio de Seguridad), un departamento de las SS encuadrado en el Reichssicherheitshauptamt (RSHA, Oficina Central de Seguridad del Reich).
¿Eran fundadas esas sospechas sobre la Abwehr? Resulta que la agencia picó el anzuelo reiteradamente en una serie de planes de engaño de los aliados, lo que mueve a sospechar que colaboraba en la lucha contra Alemania con el fin de acortar una guerra que preveía desastrosa para la nación (v. operaciones Fortitude, Monasterio, Mincemeat). Incluso es posible que facilitara información a los rusos sobre planes de campaña alemanes [3].
El caso es que Canaris y otros destacados miembros de la Abwehr formaron parte del grupo opositor a Hitler que la Gestapo (v.) denominó Die Schwarze Kapelle (Orquesta Negra), cuyo objetivo era derrocar al régimen nazi. Después del atentado contra Hitler (20 de julio de 1944), algunos componentes de este grupo implicados en el intento de magnicidio fueron encarcelados y condenados a muerte, entre ellos Canaris, que fue ahorcado con una cuerda de piano para prolongar su agonía (9 de abril de 1945).
Se sospechaba también que Canaris había aconsejado a Franco (v. Franco y Hitler) que se resistiera a las presiones de Hitler para que España entrara en la guerra y le había sugerido el tipo de ayudas que debía exigirle como condición previa, a sabiendas de que Alemania no estaba en condiciones de suministrarlas.
Los mejores servicios de espionaje de la Segunda Guerra Mundial fueron, con diferencia, los soviéticos. Se explica porque tenían a su favor la posibilidad de contratar agentes más fieles al comunismo que a su propio país.
Una red de espías al servicio de Stalin denominada Die Rote Kapelle (Orquesta Roja) operó con unas 500 emisoras hasta su desmantelamiento, en agosto de 1943, en Alemania, Suiza, Francia, Holanda y Japón.
Otra red que operaba desde Inglaterra, los Cinco de Cambridge (Kim Philby, Donald Maclean, Guy Burgess, Anthony Blunt y John Cairncross), continuaría su trabajo en tiempos de la Guerra Fría.
Los espías de Stalin avisaron a la inteligencia soviética incluso de la fecha exacta en que Alemania atacaría a la URSS (22 de junio de 1941), pero el paranoico Stalin los creyó víctimas de un plan de desinformación urdido por Churchill para empujarlo a la guerra contra Alemania. No le cabía en la cabeza que Hitler lo atacara mientras estuviera en guerra con Inglaterra, porque casi todas las materias primas necesarias, incluido el petróleo, las obtenía de Rusia, aparte de lo demencial que hubiera resultado abrir un segundo frente [4]. La mayor torpeza de Hitler, con diferencia.
***
ACORAZADO DE BOLSILLO (v. Kriegsmarine).
ACTUALIDADES SEMANALES DE LA PRENSA ALEMANA (ASPA). Esta revista semanal empezó a publicarse en Salamanca en 1938, en plena Guerra Civil, mecanografiada y editada con ciclostil, con una tirada muy reducida. Su primera etapa de 81 números abarca hasta el 31 de julio de 1939. Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial se reanuda la edición, primero en España y, a partir de 1940, en Berlín, en las prensas de Fremdsprachendienst Verlag GmbH, editora de algunas revistas alemanas.
A finales de 1941, coincidiendo con la llegada al frente ruso de la División Azul (v.), se hizo quincenal, cambió su título a Actualidades Sociales y Políticas de Alemania y creció en páginas y en contenidos. Dejó de publicarse en febrero de 1944.
***
ADOLF HITLER SCHULEN (AHS, Escuelas Adolf Hitler). Hitler fue un mal escolar por culpa de unos maestros torpes de los que guardaba un pésimo recuerdo. En sus Conversaciones de sobremesa los pone a caer de un burro. Por eso planeó un sistema escolar innovador que asegurara al Reich milenario (v.) una clase dirigente magníficamente formada (v. enseñanza en el Tercer Reich).
Clave de ese sistema fueron las AHS, que comenzaron siendo tres y luego incrementaron su número hasta superar la docena.
Se consideraban la vertiente escolar de las Juventudes Hitlerianas (v.) que junto con las Napola (v.) preparaban al muchacho para integrarse en la sociedad adulta o, si destacaba por sus cualidades y aprobaba un examen de reválida (Abschlussbeurteilung), podía cursar los estudios superiores de los NS-Ordensburgen (v.).
Las AHS dependían directamente del gobernador de la zona (v. Gauleiter), que seleccionaba a los candidatos entre adolescentes que hubiesen destacado en las Juventudes Hitlerianas y cumpliesen ciertos requisitos: ser hijo de miembro del partido o simpatizante y ario certificado, estar sano y en buenas condiciones físicas y mostrar capacidad de liderazgo (demostrado en los campamentos y marchas de las Juventudes Hitlerianas).
En las AHS, la educación física y los ejercicios militares ocupaban cinco horas diarias y las clases teóricas apenas dos.
Las calificaciones eran colectivas. Los chicos se organizaban en escuadrones (Einsätze) que competían entre ellos y con los de otras AHS. Si un miembro del escuadrón no alcanzaba la nota requerida en su «logro semanal», todo su escuadrón suspendía.
—El individuo no importa —los aleccionaban—. Debéis desterrar de vuestra mente el pronombre yo, por liberal y marxista. El verdadero pronombre nacionalsocialista es nosotros. Importa el grupo, no el individuo. Debemos sacrificarlo todo por el Einsätze.
De este modo, los instructores-profesores se aseguraban de que el espíritu de grupo estimulara el rendimiento individual. El alumno más retrasado se sentía responsable del fracaso colectivo y se esforzaba en superarse. Si no lo conseguía, sus camaradas le hacían la vida imposible. En las AHS no había lugar para los débiles o pusilánimes.
Muchas AHS se situaban en entornos rurales para que los alumnos estuvieran en contacto con la naturaleza y pudieran implicarse en tareas agrícolas del entorno, el imperativo nazi de Blut und Boden (v. sangre y tierra). Después de las lecciones del día, al caer la noche, cuando el músculo duerme y la ambición descansa, podían relajarse en torno a una hoguera de campamento para debatir sobre algún tema interesante propuesto por el instructor (por ejemplo, «tú y tus genes» o «la guerra de conquista»).
En 1941 las AHS se denominaron Escuelas del Reich del NSDAP y admitieron alumnos racialmente puros provenientes de los territorios ocupados.
Tanta insistencia en la educación física produjo a una generación destacada en atletismo, pero rayana en el analfabetismo. Es lo que se deduce de un informe de la Wehrmacht (v.): «Nuestra juventud ha progresado en la esfera física de la educación, pero con frecuencia muchos de los candidatos a oficiales muestran una falta de conocimientos elementales sencillamente increíble». Para remediarlo, las academias militares y universidades tuvieron que introducir asignaturas de cultura general al nivel de bachillerato en un denodado intento de hacer compatible la cultura con la ideología nazi.
***
ADOLPHE LEGALITÉ («Adolfo el Legal»). Apodo que el jefe de las SA (v.) Ernst Röhm (v.) puso a Hitler. Estaba en desacuerdo con la nueva orientación del partido [5] después de que su líder se declarara dispuesto a conseguir el poder mediante procedimientos democráticos.
Esto ocurrió a raíz del proceso de Leipzig (septiembre de 1930) contra tres oficiales del Ejército acusados de favorecer a los nazis. Convocado por el tribunal como testigo, Hitler declaró: «En lugar de conseguir el poder mediante un golpe armado, nos taparemos las narices y entraremos en el Parlamento como oposición a los diputados católicos y marxistas. Si superarlos en votos lleva más tiempo que superarlos en disparos, por lo menos el resultado estará garantizado por su propia Constitución… Tarde o temprano alcanzaremos la mayoría, y después de eso tendremos nuestra Alemania» (v. Hitler, Adolf).
***
AGENCIA EFE. A finales de 1937, el bando nacional de la Guerra Civil entendió la necesidad de contar con una agencia internacional que difundiese «el ideal y la verdad» de la Nueva España. Con este propósito se fundó la Agencia DUX, que tuvo una vida efímera. Dos años más tarde, el ministro del Interior Serrano Suñer volvió sobre la misma idea y fundó (el 3 de enero de 1939) la Agencia EFE (inicial de Falange).
La agencia, que estaba financiada por Juan March y otros banqueros españoles, dependió al principio casi enteramente de las noticias procedentes de las agencias alemanas Deutsches Nachrichtenbüro (DNB) y Transocean, y de la italiana Stefani. Sus corresponsales en Berlín (Garriga) y en Roma (Giménez-Arnau) transmitían las noticias suministradas por los ministerios de Propaganda alemán e italiano, respectivamente, [6] por lo que la información resultaba constantemente sesgada a favor de las potencias del Eje.
Los alemanes intentaron servirse de la Agencia EFE para difundir su propaganda por Hispanoamérica (Convenio Schmidt-Tovar, junio de 1941). A finales de 1941, la agencia envió a América cuatro corresponsales [7] que hicieron caso omiso del acuerdo suscrito por Tovar y se negaron a distribuir la propaganda alemana, lo que acarreó la destitución de su director, Vicente Gállego Castro.
***
ÁGUILA IMPERIAL (Reichsadler). El águila de alas desplegadas que sostiene la esvástica (v.) coronada con hojas de roble, emblema de la Alemania nazi, era una herencia de los regímenes políticos que la precedieron, el Segundo Reich (1871- 1918), y la República de Weimar (1919-1933) [8]
El águila negra fue la enseña de la Orden Teutónica (Deutscher Orden) que conquistó los territorios bálticos en la Edad Media. Se representaba en vuelo explayado, o sea, de frente, alas abiertas apuntando hacia abajo, patas y plumas de la cola apartadas y cabeza de perfil, mirando a la derecha.
Prusia adoptó esta águila y la hizo extensiva a todos los alemanes tras derrotar a Austria (1866) y a Francia (1871), convirtiéndose en el estado alemán hegemónico que agrupó al resto de los de habla alemana bajo el Segundo Reich, con Guillermo I como káiser o emperador.
Cuando Hitler ascendió a la jefatura del Estado (1933) no quiso significarse demasiado pronto y mantuvo el diseño del águila heredado de la República de Weimar. Dos años más tarde, ya bien afirmado en el poder, impuso por decreto su propio diseño, que se remontaba a 1923: «El emblema nacional del Reich consiste en una esvástica (Hakenkreuz) rodeada por una corona de roble sostenida por un águila con las alas extendidas y la cabeza vuelta hacia la derecha» (1 de noviembre de 1935). Desde entonces, la esvástica se impuso como primer símbolo del Estado, relegando al águila a la posición heráldica de tenante [9].
El nuevo diseño nazi obedecía por un lado al deseo de «nazificar» la ancestral enseña nacional y, por otro, al de adaptarla a un renovado diseño art decó propio de la época.
En este cambio se observa, además, una intención política: la de fundir, o acaso confundir, el águila imperial (Reichsadler), identificada como símbolo nacional, con la del partido (Parteiadler), ya que solo se diferencian en que la nacional mira a su derecha, y la nazi, a su izquierda. Notemos que, en heráldica, la mirada siniestrada (hacia la izquierda) denota bastardía. Las cosas no siempre ocurren por casualidad.
Bajo los nazis, el águila que sostiene la esvástica se elevó a la categoría de tótem nacional y enriqueció su primitivo significado, personificación del poder, con otras connotaciones de índole espiritual e incluso religiosa.
El águila, considerada la más poderosa y pura de las aves, la que vuela más alto, representaba a la raza superior, la aria, a la que, en el imaginario nazi, pertenecía el pueblo alemán. Como tal, el águila de la esvástica debía presidir la vida alemana, pero los artistas y decoradores pudieron interpretarla con entera libertad. En general, los dibujantes optaron por el esquematismo del diseño del Führer y la repitieron hasta la saciedad en las más variadas formas en carteles y folletos propagandísticos, pero los escultores prefirieron basarse en el modelo canónico naturalista establecido por el escultor y amigo de Hitler, Kurt Schmid-Ehmen [10].
En la cinematografía propagandística inspirada por Goebbels (v.), el águila dominadora de los cielos simboliza el dominio de la tierra por el ejército alemán en sus victoriosos avances, y muy especialmente de la Luftwaffe (v.), cuyos jóvenes pilotos eran «las águilas del Reich» [11]
Algunas esculturas del águila hitleriana han sobrevivido a la guerra y a la damnatio memoriae de la desnazificación (v.) y siguen decorando edificios alemanes, ya desprovistas de la esvástica, que está rigurosamente prohibida en Alemania. El águila federal (Bundesadler) perdura como símbolo de la actual República Federal Alemana.
En España, el diseño de Kurt Schmid-Ehmen inspiró el águila que decora la severa fachada del antiguo Ministerio del Aire y, enfrente de ella, cruzando la madrileña calle Princesa, la de la residencia para oficiales del Ejército del Aire.
—————————————
[1] De todos modos, no le quedaba mucha vida, porque su sumergible fue hundido con cargas de profundidad por los destructores americanos USS Inch y USS Frost a la altura de las Azores el 2 de julio de 1944.
[2] El nombre completo era Amtsgruppe Auslandsnachrichten und Abwehr (Oficina de Información Exterior y Defensa). A partir del 4 de febrero de 1938 se llamó Amt Ausland/Abwehr im Oberkommando der Wehrmacht (Asuntos Exteriores/Oficina de Defensa de las Fuerzas Armadas del Alto Estado Mayor).
[3] Un misterioso informante llamado Werther, quizá perteneciente a la red de espías Lucy, envió gran cantidad de mensajes a Moscú entre 1941 y 1943 (Trevor-Roper, 2020, p. 11).
[4] Stalin recibió el aviso directo del ataque alemán por dos fuentes: el espía Richard Sorge, desde Tokio, y la espía Libertas Schulze-Boysen, desde Berlín. Stalin escribió a lápiz al margen del informe: «Dile a tu informador que le dé por el culo a su madre».
[5] Sorprende que Röhm, hombre de escasa cultura, conociera que los revolucionarios franceses apodaron Felipe Igualdad (Philippe Égalité) a Luis Felipe II de Orleans, aunque su ejercicio de demagogia no lo libró de perecer en la guillotina. Los gajes del verdugo eran las ropas del reo. Cuando el ejecutor se quedó mirando las excelentes botas que calzaba, Felipe le dijo: «No perdamos el tiempo, ya me las quitarás cuando esté muerto».
[6] Reichsministerium für Volksaufklärung und Propaganda (RMVP, Ministerio del Reich para la Ilustración Pública y Propaganda) y Ministero della Cultura Popolare (MinCulPop, Ministerio de la Cultura Popular).
[7] Francisco Lucientes a Nueva York; Jacinto Miquelarena a Buenos Aires, Manuel Penella a Guatemala y Alberto Fernández de Salamanca a Perú.
[8] También conocida como Hoheitsabzeichen o Hoheitszeichen («insignia soberana»).
[9] En heráldica, figura que soporta el escudo.
[10] Kurt Schmid-Ehmen (1901-1968) es autor de las más famosas águilas alemanas: la que adornaba la Nueva Cancillería del Reich, la que presidía el Luitpold Arena de Núremberg, escenario de los multitudinarios desfiles del partido nazi (7 m de altura), y la que presidía el pabellón alemán en la Exposición Mundial de París (1937), de 9 m de altura. Esta mereció el Gran Premio de la República Francesa. Para un buen catálogo de águilas, véase <https://www.mourningtheancient.com/truth-eaglesx.htm>.
[11] Seis de las más importantes naves de la Kriegsmarine lucían en el espejo de popa una impresionante águila de bronce. De ellas, solo se ha conservado la que adornaba el acorazado de bolsillo (v.) Admiral Graf Spee. Fue precisamente a raíz de la temprana pérdida de este magnífico navío, en 1939, cuando Hitler dispuso que se desmontaran las otras cinco águilas de bronce para evitar que pudieran caer en manos del enemigo y ser exhibidas como trofeo de guerra. Sin duda, pesó en su ánimo el episodio de la pérdida de las águilas de las legiones romanas de Varo a manos de los germanos, en la batalla del bosque de Teutoburgo, tan encomiada por el folclore patriótico germano. Para los romanos no cupo mayor humillación que perder estas insignias de las legiones. Parteiadler que mira hacia la izquierda.
—————————————
Autor: Juan Eslava Galán. Título: Enciclopedia nazi. Contada para escépticos. Editorial: Planeta. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: