Deprecated: Methods with the same name as their class will not be constructors in a future version of PHP; GDLR_Import has a deprecated constructor in /var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/httpdocs/wp-content/plugins/goodlayers-importer/goodlayers-importer.php on line 28
¿Sólo fue un sueño? - Zenda
Warning: is_dir(): open_basedir restriction in effect. File(/usr/share/nginx/html/wp-content/plugins/wpdiscuz/themes/default) is not within the allowed path(s): (/var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/:/tmp/) in /var/www/vhosts/zenda.trestristestigres.com/httpdocs/wp-content/plugins/wpdiscuz/forms/wpdFormAttr/Form.php on line 157

¿Sólo fue un sueño?

He soñado con el silencio. Con un airecillo que besaba la arena. Había algo de hierba aquí y allá, como caída del cielo. Era un día luminoso, quizá ya con esa luz detenida que se prolonga en su cénit y que inicia un descenso imperceptible. Caminaba por la arena, no muy lejos de una marisma,...

He soñado con el silencio. Con un airecillo que besaba la arena. Había algo de hierba aquí y allá, como caída del cielo.
Era un día luminoso, quizá ya con esa luz detenida que se prolonga en su cénit y que inicia un descenso imperceptible.

Caminaba por la arena, no muy lejos de una marisma, como a cámara lenta, fuera del tiempo. Ascendía por unos montículos de formas caprichosas a merced del viento.

Un azul majestuoso de desierto me acompañaba, quizá me guiaba. Todo estaba envuelto en una calma de siglos, inabarcable.

Miraba sin miedo unas huellas que aparecían y se desvanecían, quizá de alguna ave perdida. O era un mensaje que no entendía, tal vez una señal.

"Un azul majestuoso de desierto me acompañaba, quizá me guiaba. Todo estaba envuelto en una calma de siglos, inabarcable"

Y regresaban estos versos, «Cruzo un desierto y su secreta / desolación sin nombre», el punto cero, el alfa y el omega de José Ángel Valente.

Una gaviota. Una gaviota sola mirando un horizonte. Cara al viento. El plumaje bamboleándose. Quieta, ingrávida. Qué estará pensando, qué sentirá.

No sé si caminaba hacia un océano. No lo veía, quizá lo intuyese. No avanzaba, sólo andaba. Andaba y andaba en ese día blanco y abierto.

Y poco a poco… No, no andaba, ya no andaba. Me deslizaba entre la arena y el cielo. Volaba. Estaba volando. No, tampoco. Nadaba. Nadaba entre el aire.

5/5 (1 Puntuación. Valora este artículo, por favor)

Manuel Llorente

Periodista, redactor jefe de Cultura de El Mundo. Autor de dos libros de poemas: Desmesura y Si la palabra fuera un espejo. @llorente_manu

Ver más publicaciones

Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas:

  • Toda alusión personal injuriosa será eliminada.
  • No está permitido hacer comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
  • Zenda no se hace responsable de las opiniones publicadas.
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios

suscríbete a nuestra newsletter

Recibe cada semana una selección de los mejores contenidos de la web, ¡No te lo pierdas!

[contact-form-7 id="6d737e1" title="Formulario de newsletter"]